Paz Padilla: así se encuentra tras su última operación
Su intervención quirúrgica coincidió con la cancelación del programa 'Déjate querer', que presentaba en Telecinco
Paz Padilla, de 53 años, se encuentra totalmente recuperada.
Además de a la noticia de la retirada de ‘Déjate querer’ por su baja audiencia (el nuevo programa que presentaba en Telecinco tras su sonado despido de ‘Sálvame’), la presentadora Paz Padilla ha tenido que hacer frente a otro nuevo problema en su vida, que, por suerte, está más que solucionado.
Paz en 'Déjate querer', que se ha cancelado por baja audiencia.
"Me estoy recuperando estupendamente"
La gaditana ha pasado por quirófano para una cirugía en las cuerdas vocales, una intervención que ha llevado a cabo su amigo el Dr. Pablo Muñoz Cariñanos. "Hace unos días me puse en manos de este genio, en quien confiamos muchos profesionales que vivimos de nuestra voz. Tras ser intervenida, he tenido que dejar de trabajar durante unos días, pero me estoy recuperando estupendamente y en breve estaré en el teatro y en la televisión", explicó Paz a sus muchos seguidores, acompañando el texto con una foto con el conocido médico sevillano.
Este cirujano fue quien intervino a Rosa López, con quien mantuvo una relación, y a su hija Anna.
Paz besando agradecida al Dr.Muñoz.
Ha disfrutado de unos días en Islandia
Debido a la operación, Paz tuvo que estar varios días sin hablar, algo que no le impidió acudir al Festival de Cine de Málaga, donde se presentó la nueva película en la que ha participado. "Gracias a ‘El hotel de los líos’ aprendí la lengua de signos y nunca pensé que me vendría tan bien. Por cierto, está batiendo récords de taquilla. ¡Enhorabuena a todo el equipo!", explicó la humorista, que se comunicaba con la gente mediante este lenguaje para evitar complicaciones en su posoperatorio.
La voz es la herramienta de trabajo de los artistas como ella y es normal que, en ocasiones, se vean afectadas sus cuerdas vocales. Ya le sucedió en el 2013, cuando tuvieron que extirparle un nódulo tras quejarse de una afonía que no se le curaba. "Tenía que estar 10 días sin hablar y no fue lo más difícil. El verdadero problema es que no podía hacer nada que hiciera chocar las cuerdas vocales: ni toser, ni estornudar, ni carraspear, ni reírme", explicó en su momento.
En esta ocasión, tenía tanta confianza en el Dr. Muñoz Cariñanos que antes de la operación decidió irse unos días a Islandia con algunos familiares y amigos, entre los que se encontraban su pareja, Fran Medina, y su hija, Anna.
