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En Roma, al mallorquín se le vio cojeando en diversas ocasiones.

En Roma, al mallorquín se le vio cojeando en diversas ocasiones.

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Luchador nato, Rafa Nadal no tiene intención de tirar la toalla todavía aunque la lesión degenerativa de su pie izquierdo está provocando que el manacorí esté atravesando momentos muy difíciles. Tras quedar eliminado en el torneo de Roma, el tenista se abrió en canal y confesó a los periodistas que le resulta muy duro convivir con el dolor.

"No estoy lesionado, soy un jugador que vive con una lesión, está ahí y mi día a día es complicado", relató, puntualizando que "si no tomo ningún antiinflamatorio, voy cojo". A punto de cumplir 36 años, Rafa lleva desde los 18 conviviendo con la que se conoce como enfermedad de Müller-Weiss, que afecta concretamente al escafoides tarsiano, debilitando tanto el hueso como la articulación.

Aun así, Rafa lo da todo siempre en la pista:

Repercute en su vida personal

Aunque, a lo largo de su carrera, ha conseguido sobreponerse a esta lesión y brillar en la pista, ahora empieza a estar cansado de sufrir. "Llegará un día en el que mi cabeza me diga basta. Yo juego para ser feliz, pero, claro, el dolor te quita la felicidad y no ya para jugar, sino para vivir. Mi problema es que muchos días vivo con demasiado dolor", aseguró.

A pesar de que, tras su paso por Roma, muchos creían que Nadal optaría por no participar en Roland Garros, al cierre de nuestra edición, el mallorquín había confirmado su presencia en el campeonato. 

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