Sonsoles Ónega se emociona al hablar de la enfermedad de su hijo: "Es vivir permanentemente en alerta"
La presentadora relata cómo convive con la diabetes tipo 1 de su hijo, una condición que transformó su vida y exige vigilancia constante
Sonsoles Ónega ha vuelto a abrir su corazón al hablar de una de las experiencias más duras que ha vivido como madre: el diagnóstico de diabetes tipo 1 de su hijo en 2016.
La noticia llegó sin aviso y les obligó a reorganizar su vida familiar de inmediato. Como explicó entonces, no había antecedentes médicos que les hicieran sospechar nada más allá de la celiaquía que ya padecía el pequeño.
“Es vivir en permanente alerta”
Yago y Gonzalo, los hijos de Sonsoles Ónega, en bicicleta.
La periodista ha participado en un encuentro organizado por El Club de Malasmadres, junto a la Federación Española de Diabetes (FEDE) y la plataforma ‘Crecer Sin Diabetes’, donde compartió cómo gestiona el día a día con esta enfermedad crónica.
Con enorme sinceridad, describió el nivel de vigilancia que requiere: “Es vivir en permanente alerta. Estás casi obsesivamente mirando el teléfono móvil porque hoy en día ya hay dispositivos que te conectan al cuerpo de tu hijo”. Así, reconoce que controla sus niveles en momentos clave de la rutina: cuando llega a casa, al salir del colegio o antes de las comidas.
Sonsoles admite que esta nueva normalidad añade un tipo de preocupación distinto al que ya siente cualquier madre, una alerta constante que se activa a cada minuto. Y aunque el paso del tiempo le ha permitido entender mejor la enfermedad, reconoce que es un proceso largo y, sobre todo, exigente.
El impacto que tuvo el diagnóstico y el aprendizaje diario
En el Día Mundial del Niño, Sonsoles compartió esta imagen de su hijo pinchándose insulina.
La presentadora de Antena 3 también habló de lo complejo que resultó entender los efectos de la diabetes tipo 1 en un niño. “Lo complica todo”, confesó. Saber cómo reaccionan los alimentos en su organismo, ajustar dosis y prever bajadas de azúcar se convirtió en un aprendizaje diario. “Es un problema del que nadie es muy consciente hasta que no lo vive”, afirmó, añadiendo que se convierte en otro punto más de esa larga lista que asumen las madres.
Durante el encuentro ‘Un café con Laura’, Sonsoles recordó cómo recibió el diagnóstico: “Cuando la diabetes tipo 1 llega a tu hogar, te adentras en un mundo de tinieblas muy difícil, pero es solo una cuestión de tiempo. Es un bache, no es un socavón”. Con esta frase explicó cómo, pese a la dureza del inicio, la familia logró adaptarse.
Sonsoles Onega con sus 2 hijos
También relató cómo detectó los primeros síntomas: sed constante, ganas de orinar y un nivel de azúcar en sangre superior a 500 tras un simple pinchazo. Su hijo, entonces de cuatro años, estuvo ingresado tres semanas en el hospital. A partir de ahí, la vida familiar dio un vuelco total, desde la alimentación hasta la organización doméstica.
Hoy, su hijo lleva una vida totalmente normal, aunque siempre bajo supervisión, especialmente en actividades físicas que pueden provocar bajadas bruscas de azúcar. “Tienen que tener cuidado para que no les dé una bajada muy brusca”, recordó Sonsoles.
La presentadora ha sido muy clara siempre: “Un hijo enfermo es lo peor que a una persona le puede pasar”. Y ha destacado la enorme carga emocional que supone este tipo de enfermedades, que requieren control continuo incluso de madrugada. “Hay padres que se levantan cada tres horas por la noche para mirar el azúcar en sangre de sus hijos”, explicó, una realidad que ella conoce muy bien.