Terelu Campos: hablamos con ella en la increíble y polémica fiesta de su 60 cumpleaños

Pocos fenómenos meteorológicos son más fáciles de predecir que las tormentas -mediáticas- que se desatan cada vez que las Campos aparecen ante las cámaras. Ya sea en platós, cuando les ponen un micro delante en la calle o cuando están haciendo algo tan maravilloso como es celebrar la vida unidos y mostrando que ante todo son un clan indestructible, se libran de ser objeto de cuestión, críticas o debates nacionales.

Que se lo digan a Terelu Campos. Tras una semana cargada de polémicas donde hubo para casi todos, la mayor del clan reunía anoche en la sala Jimmy de Madrid a todos sus seres queridos para celebrar por todo lo alto su 60 cumpleaños.

Una noche perfecta para que su hija, Alejandra Rubio, y su sobrino José María limaran asperezas tras las duras declaraciones hechas por él en las que afirmaba que todavía espera conocer al hijo de su prima; un momento para olvidar la dura entrevista de Rocío Flores en “¡De Viernes!” que tantos momentos tensos y cargados de “zascas” le regaló a la cumpleañera; una ocasión para que su hija Alejandra Rubio y su pareja Carlo Costanzia se relajaran ante la presión mediática que han vuelto a sufrir a raíz de la publicación de las memorias de Mar Flores; o un día perfecto para que Carmen Borrego celebrase un cumpleaños al que por fin sí estaba invitada, no como a la reunión que le organizaron los amigos a Terelu cuando sopló velas el pasado 31 de agosto y a la que ella no fue.

Pero nada más lejos de la realidad. Porque a pesar de recalcar que una cosa es lo que pasa en platós y otra es la que hay de puertas para adentro, donde todos los miembros de la familia se quieren y aceptan con sus virtudes y defectos, la fiesta volvió a convertirse en un motivo de polémica a raíz del posado que Terelu y su hija hicieron con los dos Carlo Costanzia, un gesto en el que algunos han visto un claro enfrentamiento de la cumpleañera hacia su consuegra, Mar Flores.

En PRONTO estuvimos presentes en el photocall de la fiesta y hablamos con ella.

Curada de espanto quizás, pero también cansada. Porque cuando le preguntamos si una se harta de que cada semana surjan polémicas en torno a su familia, dijo: “Sí, ¡es agotador! Es bastante agotador!”. A pesar de eso, recalcó que el hecho de unirlos a todos en su cumpleaños no era una demostración pública de que están unidos, pues no le hace falta: “Yo no vengo a demostrar nada, yo sé cuál es mi familia y cómo es mi familia. A partir de ahí, lo que se diga en los platós de televisión es responsabilidad de cada uno”.

Además, de forma cómplice nos dijo: “Es que me gustaría que alguna vez os pusierais en nuestra piel. Primero, de las cosas que no han pasado y dicen que han pasado, de esas yo podría tener una montaña. Digo: ‘¿De dónde ha salido esto? ¿Qué ha pasado?’. Yo, cuando me dicen ‘tiene prensa en la puerta’, digo: ‘¿Pero qué ha pasado, qué he hecho?’, ‘¿Quién ha hecho algo?’. Pero yo intento vivir lo más al margen posible. Cuando acaba la televisión, a mí me gusta tener mi vida. Y el 90% de mis amigos no forman parte de este mundo”, dejó claro. De hecho, Terelu reconoció que hay cosas de las que ni se entera: “Me tuvo que decir un compañero que me habían suplantado la personalidad en Tik Tok. Para que veáis”.

Otras polémicas por su puesto que sí las ve, lee y escucha con atención, porque le duelen. Como la relativa a lo que se ha ido diciendo estos días sobre su relación con Rocío Carrasco, que podría estar resentida. Eso nos lo quiso aclarar: “En el último año la he visto menos, pero nada más, por circunstancias de trabajo. Yo me he ido dos veces a Honduras, he estado con el teatro, no he parado en todo el verano. Y el año anterior hicimos juntas un programa de televisión, por lo tanto estábamos de lunes a viernes juntas. Quería decir solo eso. Nada más. Pero a veces tengo que decir: ‘Madre mía, ¡a ver qué digo para que nadie saque punta!’. Y remató acallando rumores y diciendo: “Rocío Carrasco es mi hermana, le guste a quien le guste”.

Pero la fiesta de cumpleaños dio mucho más de sí. También José María Almoguera y su madre, Carmen Borrego, hablaron con nosotros para evitar que se saque punta precisamente a su relación con el resto de miembros del clan.

Así, al preguntarle a él si con su presencia en la fiesta quedaba demostrado que todos se llevaban bien, dijo: “Está todo claro, ¿no? Una imagen vale más que mil palabras”, y destacó que en su reencuentro con Alejandra no habría “ningún problema”. Más tarde, Carmen fue preguntada por la supuesta tensión entre los primos, y dijo: “A mí me sorprende porque son dos primos que se quieren mucho, tanto él a ella como ella a él, y ya veréis como esta noche no hay ninguna tensión. Muchas veces es más el ruido que la realidad”. Luego, entre bromas dijo que si había algo que unía a José María y Alejandra es que, a parte de ser primos, “los dos tienen muy mala leche”.

Pero esa noche no tenía ganas de sacarla ninguno de ellos, que fueron en son de paz. Alejandra, que recalcó cansada que sólo quería “estar tranquila”, dijo de José María: “Ya lo he felicitado hoy por el desfile. Y lo veré ahora y le daré dos besos”. Aprovechando que la teníamos delante, le preguntamos además por la supuesta tensión que existía ahora entre su chico, Carlo, y su madre a raíz de la publicación de las memorias -aunque ambos ya están manos a la obra grabando el programa “Deco masters”, donde forman pareja-, y nos contestó: “Ya lo he dicho, está todo fenomenal. Si se quieren inventar cosas, que se les inventen”. Y acabó dando su opinión sobre la foto más comentada de la fiesta, con su chico, su madre y su suegro: “No entiendo qué connotación pueda tener una foto que es de familia, entonces ya está. Es que nadie ha hecho nada malo, hay que ser normales. Si otra persona se lo quiere tomar de otra forma, que se lo tome”.