Jaime Cantizano: así está siendo su increíble luna de miel en Bután, el país más feliz del mundo
El presentador y su marido, Miguel García Golding, celebran su reciente boda con un viaje inolvidable al exótico reino del Himalaya, donde la felicidad es política de Estado

Jaime Cantizano y Miguel García Golding. Redes sociales
Jaime Cantizano y Miguel García Golding están viviendo uno de los momentos más especiales de su vida. Tras casarse el pasado 11 de julio en una ceremonia civil en Jerez de la Frontera, y celebrar el enlace días después con familiares y amigos en el idílico Castillo de Batres, la pareja ha puesto rumbo a un destino tan exclusivo como espiritual para celebrar su luna de miel: Bután, el mismo rincón que ya eligieron José Luis Martínez Almeida y Teresa Urquijo para su luna de miel.
Jaime Cantizano y Miguel García Golding: una luna de miel mágica tras una boda de ensueño
El presentador ha compartido con sus seguidores algunas pinceladas de esta escapada tan especial. Discreto como siempre, Cantizano ha publicado un pequeño vídeo desde un taller de papel artesanal en Timbu, la capital del país, donde aún se trabaja con técnicas centenarias.
También ha mostrado su alojamiento: un hotel de lujo con vistas a las montañas, perfecto para desconectar del mundo y conectar consigo mismo.

Bután, el reino que prioriza la felicidad
Bután no es un destino cualquiera. Este pequeño país enclavado en los Himalayas se ha ganado el título de “el país más feliz del mundo” gracias a su filosofía de vida. A diferencia del resto de países que miden su progreso por el PIB, Bután utiliza la Felicidad Nacional Bruta (FNB), un índice que evalúa el bienestar psicológico, la salud, la educación, el uso del tiempo, la vitalidad comunitaria, la cultura, el medio ambiente, el nivel de vida y el buen gobierno.
Su modelo de desarrollo pone a las personas en el centro y busca equilibrio entre tradición, modernidad y sostenibilidad. Todo un ejemplo para el mundo.

Bután, el país más feliz del mundo.
El exclusivo reino del dragón: un destino solo para privilegiados
El turismo en Bután sigue el modelo de “alto valor, bajo volumen”, lo que significa que no cualquiera puede viajar allí. Se exige una tarifa diaria de aproximadamente 250 dólares y todos los viajes deben realizarse a través de agencias autorizadas. La intención es clara: evitar la masificación y proteger la esencia cultural y espiritual del país.
No fue hasta 1974 que Bután permitió la entrada de turistas. Hoy, sigue siendo uno de los lugares más restrictivos del planeta en este sentido, lo que lo convierte en un destino auténtico, exclusivo y casi intacto. Hasta su aeropuerto es único: solo hay ocho pilotos en el mundo capacitados para aterrizar en él, y cada aterrizaje requiere cortar la carretera de acceso.

Bután, el país más feliz del mundo.
La luna de miel de Jaime Cantizano y Miguel García Golding en Bután es sin duda, una celebración del amor en el corazón del reino de la felicidad. Rodeados de naturaleza, tradiciones ancestrales, la pareja está viviendo unos días mágicos.