Así ayudas a la Fundación Heres al comprar tu revista Pronto
Tu 1,20 euro semanal ha transformado miles de vidas en 32 países. Escuelas, hospitales, agua potable y dignidad donde más se necesita. Ésta es la historia de una solidaridad compartida

Carrusel infantil hecho en un taller de soldadura.
Quizás no lo sabías, pero cada semana, al comprar la revista Pronto, tú también has puesto tu granito de arena para construir un mundo un poco más justo. Lo que empezó hace 30 años como un sueño compartido, hoy es una realidad que ha transformado vidas en los rincones más necesitados del planeta.
Queremos celebrar contigo este aniversario, estas tres décadas de viajes, encuentros, desafíos y, sobre todo, de logros. Porque sin ti, querido lector, nada de esto habría sido posible. Tu fidelidad, semana a semana, ha dado vida a la Fundación Heres, una organización solidaria nacida del corazón de Publicaciones Heres, nuestra casa editora.

Gracias a ti y a las personas y organizaciones que han contribuido con su esfuerzo y valentía a hacer realidad el sueño de un mejor presente y un futuro más esperanzador, hemos llevado salud, educación y dignidad a miles de personas. Porque tú también formas parte de esta historia.
Escuelas que abren puertas

La Escuela Marcos Nadal (in memoriam 1969-2013), en Rofeika, Sierra Leona, fue inaugurada en 2022 como escuela primaria y, sólo dos años después, se han implementado cursos de enseñanza secundaria en horario de tarde.
En aldeas sin escuela o en barrios donde estudiar parecía imposible, hoy se levantan aulas, bibliotecas, laboratorios… Allí donde nadie miraba, ahora hay futuro.
Desde Sierra Leona hasta Nepal pasando por Perú, se han construido o rehabilitado 160 centros escolares. Desde una escuela agraria en Chad, donde se enseñan las técnicas de cultivo más efectivas junto con la educación básica, hasta un autobús escolar que recorre barrios marginales en India, llevando el aprendizaje digital sobre ruedas a los más pequeños.
También se ha hecho posible que niños y niñas de remotas aldeas andinas reciban educación en quechua, su lengua materna y la de sus antepasados.


Alumnos practicando en un taller de soldadura.
Y se han puesto en marcha talleres de carpintería en zonas rurales del Chad, para que sus habitantes puedan elaborar las necesarias herramientas agrícolas; centros de formación en soldadura en Sierra Leona, para que los más jóvenes, chicos y chicas, aprendan un oficio práctico; y talleres formativos de serigrafía, corte y confección, peluquería, estética, alimentación y cocina, todos pensados para ofrecer a los jóvenes un oficio y un futuro.
Y es que cada proyecto nace de una necesidad real y cada historia, de un esfuerzo compartido.
Salud que salva vidas

Montando camas para el hospital de Lunsar, Sierra Leona.
La salud no debería ser un lujo. Por eso, Fundación Heres ha ayudado a financiar la construcción y renovación de hospitales, más de 40 dispensarios médicos y 5 maternidades en lugares donde la atención médica era un privilegio inalcanzable.

Centro de salud en el barrio Bienvenido, de Santo Domingo, en República Dominicana.
Atención para todos, sin olvidar a los colectivos especialmente vulnerables: personas con discapacidad visual en Sierra Leona e India; intelectual, en Nicaragua y Perú; y personas con movilidad reducida o amputadas.
A destacar el taller de producción del 'Pie de Jaipur', en el sur de la India: una prótesis de caucho y madera resistente, económica y funcional, que devuelve la movilidad –y la independencia– a quienes han perdido una extremidad.
Se han enviado más de 70 toneladas de medicamentos, equipos y material médico, camillas, sillas de ruedas, lámparas quirúrgicas, incubadoras, aparatos de rehabilitación y fisioterapia y hasta generadores eléctricos.
Todo con un objetivo: cuidar la vida.
El futuro tiene nombre de mujer

Para empoderar a las mujeres, se han abierto talleres de costura como éste, en India.
Durante estos años, ha sido esencial impulsar el empoderamiento de la mujer desde múltiples enfoques, como la lucha contra el abandono escolar, el matrimonio infantil y la estigmatización de la menstruación –especialmente desafiante en África–, así como dando formación laboral y una educación financiera básica en aldeas de Uganda.
Todo ello para que, con su esfuerzo y constancia, las mujeres se conviertan en el pilar del futuro de sus hijos.

Aula de formación para que los jóvenes de India no se queden atrás en un mundo tan digital como el de hoy en día.
También se han financiado casas de acogida para niñas y jóvenes supervivientes de la trata y la explotación sexual en los más de 1.700 kilómetros de la frontera indo-nepalí.

Un pozo, una de las obras imprescindibles y más necesarias, construido en una escuela de Sierra Leona.
Por otro lado, la mejora de infraestructuras comunitarias –como la excavación de pozos en zonas estratégicas– ha transformado la vida diaria de mujeres y niños, que son quienes suelen encargarse del abastecimiento de agua, las tareas agrícolas y la recolección de alimentos.
Asimismo, se han rehabilitado caminos y puentes para facilitar el acceso a las comunidades y a las escuelas.
Un ciclo lento, pero imparable: la lucha diaria de los más vulnerables por sobrevivir.