La bonita labor de La Granja: ayudando a los niños a través del juego
En este espacio los niños desarrollan actividades para afrontar miedos, reducir la ansiedad y expresar sus emociones
Julia acaricia el lomo de un caballo, mientras Dani monta sobre uno. A lo lejos, varios niños reman en una barca. Este ambiente distendido es el que se respira en La Granja, una granja-escuela en la que el contacto con los animales y el medio ambiente no es sólo una actividad divertida, también es una manera de afrontar miedos y expresar las emociones. Este es el espíritu de La Granja, que cuenta con un método propio, avalado científicamente.
La casa madre se fundó en 1984 y se halla en Santa María de Palautordera, un pueblo cercano a Barcelona, aunque cuentan con dos centros más, en Madrid y Andorra, en marcha desde 2019 y 2022, respectivamente. Cristina Gutiérrez Lestón, educadora emocional y directora general de La Granja, nos habla de este proyecto.
UN PROYECTO QUE FUNCIONA. Cristina Gutiérrez Lestón, directora de La Granja, estuvo 12 años trabajando en su método.
PRONTO: Cuéntame cómo nace este proyecto.
CRISTINA GUTIÉRREZ LESTÓN: La Granja surgió en 1984 como una granja escuela a la que venían los niños para saber de dónde sale la leche o qué es el medioambiente. En 2002, me di cuenta de que todo lo que me había funcionado hasta entonces empezaba a fallar: los niños ya no me escuchaban y no conseguía modular sus comportamientos.
Vi la necesidad de moverme y hacer algo y empecé a formarme y a probar cosas nuevas. Estuve 12 años haciendo pruebas de acierto-error con 20.000 niños y jóvenes hasta crear el método La Granja.
Un método aplicable a niños, hospitales, universidades y deportistas
El trabajo en equipo es uno de los ejes de este proyecto, siempre de manera lúdica.
P.: Háblame de él.
C.G.L.: Es un método de educación emocional registrado y con resultados demostrados científicamente. No solamente logra cambios en el comportamiento y la actitud de los niños, sino también reducir la ansiedad y mejorar sus notas. Somos la primera granja escuela con un método de educación emocional registrado.
Desde su creación, hace 20 años, hemos aplicado El Método La Granja a más de 40.000 niños, y también lo utilizamos en hospitales (como herramienta para que los trabajadores del sector sanitario sepan lidiar contra el miedo), universidades, empresas e incluso en La Masía del Barça, muy útil para los deportistas de alto rendimiento.
Hasta entonces, se había demostrado que, como mínimo, se necesitaban 4 meses para que hubiera cambios significativos en el comportamiento, pero nosotros conseguimos rebajarlo a 4 semanas. La Granja es un lugar de entrenamiento y desarrollo del bienestar emocional.
P.: Lleváis a cabo actividades en las que el juego es el protagonista.
C.G.L.: Exacto. En La Granja tenemos caballos, conejos, cabras y muchos otros animales. Los niños los tocan y entran en contacto con ellos, pero, además, la experiencia les sirve para aprender el respeto por otros seres vivos, afrontar miedos y trabajar aspectos como la empatía, el liderazgo y la autoestima.
La actividad que hacemos en las barcas, por ejemplo, fomenta el trabajo en equipo. Nuestros monitores son educadores formados en El Método y trabajamos desde la diversión, no desde la charla, y siempre con una intención.
Cristina Gutiérrez: "Sin emoción, no hay aprendizaje"
ACTIVIDADES CON CABALLOS. El contacto con los caballos forma parte de las numerosas actividades que llevan a cabo los pequeños en La Granja.
P.: Vuestro lema es educando emociones. Cuéntame cómo se logra.
C.G.L.: A través del entrenamiento, y siempre desde el juego. Sin emoción no hay aprendizaje. Lo llevamos a cabo a través de retos divertidos con los que nos emocionamos y con los que los niños aprenden.
P.: Todo el rato te refieres a niños. Imagino que son los protagonistas del método.
C.G.L.: Sí. La mayoría son niños, a partir de 3 años, que vienen de escuelas, de familias, con algún tipo de trastorno o enfermedad o bien que están sometidos a un alto rendimiento deportivo, como ocurre en los clubes deportivos. También vienen adultos, médicos y empresas, como ya he comentado.
He de aclarar que esto no es psicología ni terapia, sino educación emocional. Así como nos enseñan cómo funciona el aparato respiratorio o el reproductor, el emocional también debe ser educado. Somos el país con mayor consumo de ansiolíticos y, a la vez, analfabetos emocionales.
En verano organizan colonias en familia
P.: Organizáis colonias escolares durante todo el año, y también en verano.
C.G.L.: Sí. Las colonias de verano suelen durar una semana, y ya se producen cambios, mientras que el casal de verano son 4 semanas, de lunes a viernes. Además de ser un campamento divertido, nos focalizamos en cuatro competencias emocionales: cómo establecer vínculos sanos; aprender conocerme para quererme; atreverse, es decir, la valentía de superar los miedos (esto ayuda a empoderarnos y a ser más autónomos) y la última es la empatía y el respeto.
En agosto también hacemos colonias en familia, que duran 5 días e incluyen actividades individuales y conjuntas, de padres con hijos.
P.: Las cifras y los años de experiencia avalan vuestros resultados. Si pensamos en el futuro, ¿hacia dónde se dirige La Granja?
C.G.L.: Nuestra idea es expandirnos y llegar a cualquier rincón del mundo. De hecho, ya hemos implantado el método en Canadá.