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Este domingo en “Mi hija”: Demir es enterrado ante el desconsuelo de su seres queridos

Prepara el paquete de kleenex para el capítulo de esta semana, pues los protagonistas de la ficción tocarán fondo y vivirán su momento más trágico

Esta noche se vivirán momentos de enorme tristeza en "Mi hija". 

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Estamos ya en la recta final de la serie “Mi hija”, y eso se nota en la intensidad de las tramas, que ponen al límite nuestras emociones con giros inesperados y argumentos extremadamente dramáticos. Es lo que va a suceder este domingo, así que prepárate para sufrir con los acontecimientos…

Después de que Demir se haya intercambiado por las chicas ante sus secuestradores, sabiendo que así ponía su vida en manos del malvado Resat, un disparo nos hace prever que el padre de Öykü ha sido asesinado cruelmente.

Las chicas, por suerte, han llegado a casa sanas y salvas, pero ni Candan ni la niña están tranquilas: temen que a Demir le haya pasado algo horrible. Ugur y Cemal las intentan consolar, pero de repente alguien llama a la puerta: es la policía, que pide que los acompañen por un tema relacionado con Demir.

Cemal y Ugur son los primeros que se enteran de la muerte de Demir y están desolados después de reconocer el cadáver.

Ugur y Cemal, destrozados por la muerte de su amigo

Cuando Ugur y Cemal llegan a las dependencias policiales, el comisario Hussein no sabe ni cómo empezar a hablar, y lo primero que hace es darles sus condolencias. Han encontrado un coche accidentado con un cadáver calcinado dentro, y la cartera de Demir a su lado. Lo siente mucho pero su amigo ha fallecido.

Ugur y Cemal no pueden dar crédito a tan devastadora noticia, pero acuden a la morgue para hacer un reconocimiento del cadáver. Ugur no puede mirar pero Cemal contempla desolado cómo el cuerpo que le enseñan es el de su amigo.

Totalmente desolados, ambos se quedan hundidos y sumidos en una tristeza absolutamente desgarradora. Con un intenso dolor, vuelven a casa, donde Candan y Sevgi están preocupadas, mientras Öykü, ajena a todo, prepara pudding de chocolate.

Cuando los chicos entran en casa, Cemal le pide a Candan que salgan a hablar. Las palabras casi no pueden salirle de su garganta, sólo le dice a Candan que se siente mientras ella ya, completamente asustada, se altera pensando lo peor. Roto de dolor, Cemal le dice: “Lo siento mucho. Lo hemos perdido”.
Candan estalla en gritos, absolutamente fuera de sí, y deben incluso cerrar la puerta ante sus alaridos de dolor para que la niña no la oiga. Cemal le dice que es mejor que la niña todavía no sepa nada.

En casa de Ugur todos deciden disimular su dolor ante Oyku y decirle que su padre vendrá pronto, que está trabajando fuera.

La historia da un giro absolutamente inesperado

Como Candan está devastada, Cemal decide que pase la noche en su casa con Sevgi, y le cuentan a la niña que ha tenido una urgencia en la clínica. Antes de irse, le dice a Sevgi que el entierro sería al día siguiente por la tarde. Cemal ha hablado con Merchan y su madre para que al día siguiente se ocupen todo el día de Öykü mientras ellos le dan el último adiós a su amigo.

A la mañana siguiente Ugur intenta disimular su dolor. Öykü no tiene claro que debe irse con Merchan, pues piensa que si su padre llama, ella no podrá hablar con él. Ugur la tranquiliza y la anima a pasarlo bien con su amigo.

Una escena nos lleva a una casa rodeada de grandes medidas de seguridad en mitad de un campo, ¡y descubrimos que Demir está vivo y secuestrado!

Al parecer, cuando Resat iba a matarlo, Arif lo llamó para exigirle que le perdonara la vida. Sin embargo, Resat le cuenta que a ojos de todo está muerto y que ese mismo día lo van a enterrar. Demir enfurece, pero Resatl lo amenaza: si escapas de aquí, todos tus seres queridos serán asesinados. Y le cuenta sus planes: quiere usar a Demir como ladrón, y su primer trabajo será robar un collar en una subasta. Demir pone una condición: quiere asistir a su entierro para ver a sus seres queridos.

Demir, encapuchado, acude a su propio entierro.

Cemal promete, junto a la tumba, que cuidará de Öykü

Llega el triste momento de dar sepultura a su cuerpo, y él desde un coche contempla desolado el dolor de sus amigos, que totalmente derrumbados le dan el último adiós.

Una vez enterrado el ataúd, ellos le dedican unas desgarradoras palabras: “Qué pena, Demir, te has ido demasiado pronto, ¿qué voy a hacer yo ahora sin ti?”, se lamenta Ugur, que a lágrima viva llora diciendo: “Mi hermano se ha ido, no va a volver”.

Cemal, promete junto a la tumba que cuidará de Öykü, pero el discurso más desgarrador es el de Candan, que le dice: “Nos han faltado tantas cosas bonitas por vivir, hay tantas cosas que hubiera querido contarte… Yo no te he abrazado todo lo que hubiera querido ni te he dicho cuánto te quiero. Ni tampoco que tú eras mi familia, Demir. Perdóname”, dice hundida.

Demir ha pedido a su secuestrador acercarse a la escena un poco más, y en un descuido llega hasta el coche de Cemal y le deja una pista de que está vivo: un papel donde se anuncia la subasta del collar. Sin embargo, cuando todos suben al coche, Cemal lo mira extrañado y se lo mete en el bolsillo, pensando que sólo es publicidad.

Cemal tiene un presentimiento sobre el collar

Cuando vuelven a casa de Ugur todos están desolados, y deciden que es mejor no decirle nada a Öykü, le dirán que está fuera trabajando. Öykü vuelve a casa y, como siempre, pregunta por su padre. Ugur propone hacer una fiesta de la pizza y Cemal se marcha.

Desolado, Cemal está en un bar tomando un té cuando escucha que unos hombres hablan sobre un valioso collar que se va a subastar. Ve el anuncio en el periódico y se dirige al hotel donde tiene previsto realizarse la puja. Tiene un presentimiento.

Demir ha pedido a los secuestradores ir a inspeccionar el lugar para que todo salga bien en el robo y pueda escapar si algo sale mal. Cuando está allí, aparece Cemal, que no puede creer lo que ven sus ojos. Demir le pide que se esconda, porque le vigilan, y le dice que vaya corriendo al parque cercano al colegio para hablar. Demir despista a su secuestrador, que acaba perdiéndole la pista.

Cemal interpreta la pista que que ha dejado Demir y se reencuentra con él, feliz de saber que está vivo. Demir le cuenta su plan para que Resat pague por lo que ha hecho y pueda volver a casa.

En el parque, Demir y Cemal se reencuentran. Cemal le dice que están cuidando mucho a Öykü, pero que todos están devastados con su muerte. Demir le cuenta que Resat le tiene retenido, que es su marioneta. Le pide que no le cuenta a los demás que está vivo para no poner sus vidas en riesgo, pero que si lo ayuda a ejecutar su plan, podrá librarse de Resat y los suyos. Cemal accede a guardar su secreto y ayudarlo en el robo del collar.

Al día siguiente Cemal insiste a Ugur y Öykü que vayan a jugar al parque, porque Demir quería ver de lejos. Éste ha chantajeado a su secuestrador para que lo lleve, y Demir es feliz viéndola, aunque la niña está triste y por un instante lo descubre. Pero cuando corre al lugar donde estaba, ya se ha esfumado. Ella insiste en que lo ha visto, y cuando llegan a casa Cemal le promete que irá a buscar a su padre y lo traerá consigo. Pero eso es su secreto.

Cemal dispuesto a inculparse para salvar a Demir

Llega la noche y Demir se introduce en el hotel como camarero, y se pone a dar servicio en la sala de subasta. Cemal lo ayuda en todo su plan, le da un collar falso para que luego haga el cambiazo. Pero sus planes se tuercen primero porque Resat está en la sala vigilando que todo salga bien, y luego, cuando dan el cambiazo al collar, porque el plan no sale como creían y todos los presentes en la sala quedan encerrados, pues saben que uno de ellos es quien tiene el collar bueno.

En ese momento de incertidumbre, Cemal introduce la mano en el bolsillo de Demir y coge el collar bueno: quiere que si atrapan a alguien como ladrón sea a él. “Le he prometido a tu hija que volverías a casa. Vete”, le dice el amigo, dejando claro que está dispuesto a inculparse por él.

Cemal ayuda a Demir a robar el collar en la subasta. Tanto, que estará dispuesto a mancharse las manos y ser inculpado.