- Ingredientes
- 650 g de pescadilla
- ½ kg de espinacas
- 100 g de salsa de tomate
- 250 ml de nata líquida para cocinar
- 6 huevos
- 1 hoja de laurel
- pan rallado
- mantequilla
- sal
- pimienta
Tiempo Total1 hora y 10 minutos
Preparación15 minutos
Cocción55 minutos
Coste € € €
Dificultad
Segundo plato Tipo de plato
No apta para veganos Intolerancia
4 Porciones
Pasos
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01.
Para preparar el pastel de pescadilla y espinacas, primero limpia las espinacas y cuécelas en una olla con agua hirviendo con sal durante unos 8-10 minutos. Escúrrelas muy bien cuando estén listas y pícalas.
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02.
Calienta un poco de agua en un cazuela. Cuando empiece a hervir, sálala, añade el laurel, un chorrito de aceite y la pescadilla, y cuécela durante 3-4 minutos. Retírala, límpiala de piel y espinas y reserva la carne.
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03.
Casca 2 huevos, separa las claras de las yemas y monta las claras. Vierte las yemas en un cuenco grande, añade el resto de los huevos y bátelos. Incorpora la salsa de tomate y la nata, salpimienta y bate con las varillas. Agrega las claras montadas y mezcla con suavidad.
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04.
Unta con mantequilla un molde tipo plumcake y espolvoréalo con pan rallado. Vierte un poco de la crema, añade los filetes de pescadilla, añade más crema y coloca encima las espinacas; vierte de nuevo más crema, dispón el resto del pescado y cubre con la crema restante.
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05.
Cuece el pastel al baño María, en el horno precalentado a 180 °C, durante 45 minutos. Deja templar, desmolda y sirve el pastel de pescadilla acompañado con mayonesa o salsa rosa.
El truco de Pronto
La pescadilla comparte con el rape un dato de suma importancia para conseguir que nuestro cerebro trabaje a todo gas: son los dos pescados más bajos en colesterol y en grasas saturadas. ¿Sabías que a mayor riesgo cardiovascular, más probabilidades de sufrir fallos en la memoria? Según un estudio del Instituto Nacional Francés de Salud y de Investigación Médica en París, las personas de mediana edad con algún factor de riesgo cardiovascular, como tener niveles altos de colesterol «malo», son más propensas a desarrollar problemas cognitivos de forma precoz, muchos de ellos relacionados con la pérdida de memoria. Como puedes ver, dar prioridad al pescado blanco ayuda a mantener la mente más activa y ágil.