Sopa de tomate y albahaca con queso feta
Una sopa para tomar con cuchara... ¡y con pan para mojar! Esta sopa de tomate y albahaca con queso feta es ligera, sabrosa y muy fácil de preparar. Perfecta tanto en invierno como en verano.
Sopa de tomate y albahaca con queso feta
Cuando los tomates están en su punto, hay que aprovecharlos. Esta receta es una manera genial de sacarles partido: una sopa reconfortante pero con ese toque fresco de albahaca y el contraste cremoso y salado del queso feta. Lo bueno de este plato es que lo puedes tomar caliente, templado o incluso frío si el día aprieta. Es tan sencilla como deliciosa, y va genial como primer plato o como cena ligera. Eso sí, acompáñala con un buen pan rústico… ¡porque el rebañe es obligatorio!
- Ingredientes
- • 1 kg de tomates maduros
- • 2 ramitas de albahaca fresca
- • 120 g de queso feta
- • aceite de oliva
- • sal
- • pimienta
Tiempo Total15 minutos
Preparación15 minutos
CocciónSin cocción
Coste € € €
Dificultad
Primer plato Tipo de plato
Vegetariana Tipo de dieta
Verano Temporada
4 Porciones
260 kcal/ración Info nutricional
Receta de sopa de tomate y albahaca con queso feta paso a paso
Pasos
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01.
Haz un corte en la piel de los tomates y escáldalos en agua hirviendo. Pélalos, trocea la pulpa y ponla en el vaso de la batidora.
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02.
Añade las hojas de una ramita de albahaca, 4 cucharadas de aceite y una pizca de sal y pimienta, y tritura. Cuela y reserva en la nevera.
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03.
Lava las hojas de albahaca restantes, sécalas y tritúralas con un chorrito de aceite. Corta el queso feta en dados.
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04.
Sirve la sopa bien fría, con los dados de queso y un chorrito de aceite de albahaca por encima. Decora con hojas de albahaca.
Los trucos de Pronto
Puedes sustituir el queso feta por la misma cantidad de mozzarella o queso de Burgos, de sabor menos intenso que el del feta, o unas lascas finas de queso parmesano.
Tomates maduros.
Los tomates madurados al sol son más dulces y jugosos, perfectos para esta sopa. Si los asas previamente en el horno con un chorrito de aceite y sal antes de triturarlos, conseguirás un sabor más intenso y con un toque caramelizado. ¡Una maravilla para el paladar!
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