Pronto
Cerrar

Rock Hudson: una de las primeras víctimas famosas del sida

El actor, que se convirtió en una de las promesas de Hollywood, fue uno de los primeros famosos en admitir que sufría esta enfermedad, que acabó con su vida a los 59 años

El mítico actor de Hollywood falleció a los 59 años.

Pedro García

Roy Harold Scherer Jr. nació en Winnetka (Illinois, EE. UU.) el 17 de noviembre de 1925. Sus padres, la telefonista Katherine Woods y el mecánico Roy Harold Scherer, se divorciaron cuando él tenía 8 años, poco después de que su progenitor, en plena Gran Depresión, abandonara a la familia.

Su madre volvió a casarse con Wallace Fitzgerald, que adoptó a Roy, dándole su apellido. Durante su etapa escolar, el pequeño no participó en ninguna obra del colegio porque era incapaz de memorizar los papeles, pero su sueño era convertirse en estrella de Hollywood. Durante sus años en el instituto New Trier cantaba en el coro, repartía periódicos y era caddy en un club de golf. Acabados sus estudios, trabajó de cartero.

Durante la II Guerra Mundial, se alistó en la Marina de los EE. UU. y finalizada ésta, en 1946, se trasladó a Los Ángeles. Intentó matricularse en la escuela de arte dramático de la Universidad de Southern California, pero no lo admitieron por su mal expediente escolar. Así que se buscó la vida haciendo de repartidor, camionero, taxista..., alternando estos trabajos con castings.

A pesar de sus esfuerzos y de ir día sí y día también a los estudios de Hollywood, no lograba ningún papel. Por eso, en 1947, le envió varias fotos suyas a un agente artístico, el cazatalentos Henry Wilson, que por su atractivo y altura (medía 1,93) le vio un gran potencial como actor. Su nuevo agente le consiguió varias pruebas con un resultado más bien frustrante: la primera fue para la Fox, pero Roy se puso nervioso y no supo ni qué decir ni cómo ponerse delante de las cámaras.

Clases en una academia de interpretación

Tras varios fracasos como este, Wilson le dijo que para ser actor tenía que aprender a utilizar su voz y su cuerpo perfectamente, y lo matriculó en una academia para que recibiera clases de interpretación y de dicción. Todas las noches, a la vuelta del trabajo, Roy se colocaba ante el espejo y hacía los ejercicios de dicción, vocalización e interpretación que le mandaban en la escuela y así llegó a dominar su voz y a mejorar su gesticulación y la forma de moverse.

Gracias a eso, en 1948, le llegó su primera gran oportunidad: el director Raoul Walsh le ofreció un pequeño papel en 'Escuadrón de combate'. Tuvo que repetir la única escena en la que aparecía más de 42 veces. Aun así, no se desanimó y logró que le contratara la Warner. Gracias a esa productora, acabó su formación como actor: recibió más clases de dicción, interpretación, de esgrima y de equitación para poder hacer todo lo que le exigieran los guiones.