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Las niñas se saltaron el cole por un día, pero enseguida regresaron a sus clases y deberes.

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El pasado 22 de abril, la princesa de Asturias fue la encargada de cumplir con la tradición de estrellar una botella de vino contra el casco de un nuevo buque de la Armada, más concretamente, el submarino S-81 Isaac Peral, que ha sido construido en los astilleros de Navantia en Cartagena, Murcia y que, según sus responsables, se trata del submarino convencional –no nuclear– más avanzado del mundo.

Acompañada por sus padres, los Reyes, y su hermana, la infanta Sofía, Leonor recorrió las instalaciones de los astilleros y conoció de primera mano cómo se ha diseñado y desarrollado el sumergible, para luego, dirigirse al dique en el que, tras los discursos institucionales de rigor, la nave fue bendecida antes de que ella la “bautizara” con la susodicha botella que, al impactar, le dio un buen susto a la Princesa.

 La Casa Real compartió este vídeo con los mejores momentos de estar jornada tan especial para Leonor, que volvió a estar impecable, tal y como hizo en su primer acto en solitario:

Conoce en tu Revista Pronto todos los detalles del primer acto relacionado con los ejercidos protagonizado por la princesa Leonor.