Reina Sofía, arropada por sus hijas en su momento más duro
La reina Sofía vive uno de los veranos más difíciles de su vida y cuenta con el apoyo constante de sus hijas Elena y Cristina en Zarzuela
La madre del Rey está muy preocupada y abatida por la salud de su hermana Irene.
En los últimos meses, la reina Sofía atraviesa uno de los trances más dolorosos de su vida: el delicado estado de salud de su hermana Irene de Grecia, que sufre un deterioro físico y cognitivo muy avanzado. Lejos de dejarla sola, sus hijas, las infantas Elena y Cristina, se han convertido en su mayor sostén, pasando gran parte del verano en el palacio de la Zarzuela para acompañarla en este duro camino.
Su presencia constante ha supuesto un alivio para la emérita, que a sus casi 87 años afronta no solo el desgaste emocional, sino también el agotamiento físico derivado de cuidar a su inseparable hermana.
El delicado estado de salud de Irene de Grecia
Aunque nunca ha habido un comunicado oficial, es sabido que Irene de Grecia sufre una enfermedad neurodegenerativa que le ha provocado una gran pérdida de autonomía. La princesa apenas puede moverse y depende de un amplio dispositivo de atención sanitaria y espiritual en Zarzuela.
Allí, doña Sofía se desvive por su hermana, a la que apenas abandona, mientras médicos, enfermeras y cuidadores se turnan las 24 horas para garantizar su bienestar. El peso emocional para la emérita es enorme, como se ha podido comprobar en sus últimas apariciones públicas, donde se la ha visto más delgada y con semblante cansado, aunque siempre fiel a su sonrisa y a su compromiso con las causas sociales.
Elena y Cristina, el gran apoyo de su madre
Conscientes de lo mucho que Irene significa para su madre, las infantas Elena y Cristina han organizado sus agendas estivales para estar presentes en Zarzuela. Mientras una de ellas acompañaba a Sofía, la otra aprovechaba para viajar con sus hijos o reencontrarse con su padre, don Juan Carlos, en Sanxenxo. Esa coordinación ha permitido que la emérita no se sienta sola y que, incluso, haya podido tomarse pequeños respiros, como su tradicional estancia en Palma o su viaje a Grecia para celebrar el cumpleaños de su cuñada Ana María. Este apoyo es fundamental para que la madre del rey Felipe VI afronte con fuerzas una situación que no tiene visos de mejorar.
La reina Sofía cuenta además con la ayuda de Sonia Catris, íntima amiga de Irene, que se ha convertido en un pilar en estos momentos de incertidumbre.
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