Pronto
  1. Home
  2. Noticias del corazón
  3. Casas reales
  4. Familia real española

Rey Juan Carlos: la curiosa historia de su supuesto hijo, muerto a los 66 años

Albert Solà afirmaba ser el primogénito del emérito y falleció en el pueblo catalán en el que vivía y donde le llamaban "el monarca de La Bisbal"

El rey emérito, de joven, y su supuesto hijo ilegítimo.

El rey emérito, de joven, y su supuesto hijo ilegítimo. Fotos: Víctor Fuentes / Palomino

María Alba

El exterior de la iglesia del cementerio de La Bisbal d’Empordà (Girona) se llenó de familiares, amigos y conocidos de Albert Solà Jiménez. Todos querían despedir a un vecino "campechano y alegre", a quien llamaban "el monarca de La Bisbal".

Solà murió el 8 de octubre de forma repentina. Tras acabar su jornada laboral en Can Casadellà (una masía en la que trabajaba desde hacía casi dos años), el catalán fue con un amigo al bar que solía frecuentar, el Pa i Trago. Pidió una copa de vino, se dirigió a la mesa donde estaba su amigo y cayó muerto por causas desconocidas. Tenía 66 años y llevaba muchos reivindicando ser el presunto primogénito del Rey emérito.

El bar de la Bisbal de l'Empordà donde murió Albert Solà

El bar donde murió el 8 de octubre.

"No puedo creerlo. El mismo día que falleció vino a trabajar y se entretuvo al final de la jornada colocando unos vinos para el día siguiente", lamenta Eduard Casadellà, dueño de la masía que lleva su nombre. "Albert era alegre y muy querido por todos", recuerda Eduard.

Albert Solá en la masía Can Casadella

Albert trabajaba en la masía Can Casadellà y vivía feliz en el pueblo, como recoge esta foto del 2012.

"Sólo quería demostrar que era hijo del Rey, sin pedir nada a cambio"

El supuesto hijo de Juan Carlos I había grabado un capítulo del nuevo programa "¿Quién es mi padre?" (Telecinco), que habla de presuntos hijos ilegítimos de personajes conocidos. El espacio, presentado por Carlota Corredera, tenía previsto emitirse el 15 de octubre, una semana después de la fatídica muerte de Albert, quien iba a asistir en persona.

"Él hablaba mucho del programa y le hacía mucha ilusión participar", añade Casadellà. "Se ha ido creyendo que era hijo del Rey emérito. Solamente quería demostrarlo, sin pedir nada a cambio. Nunca había cobrado un duro", precisa.

Unas 300 personas asistieron a la misa por su muerte, que duró 20 minutos y acabó con unas sentidas palabras que le dedicó Joaquima Pellicer a Albert, su primo hermano. A pocos metros de ella se encontraba Elisabeth, exmujer del fallecido y madre de dos de sus tres hijas, María de la Concepción y Estefanía, que también asistieron a la ceremonia y al posterior entierro.

Visiblemente afectada, Elisabeth no pudo contener las lágrimas, como tampoco lo hicieron sus dos hijas, que estaban acompañadas por sus parejas y el hijo de una de ellas (nieto de Albert).

Funeral Albert Solà

Además de sus hijas y su exmujer, no faltaron al funeral de Albert sus amigos de La Bisbal (Girona), donde era muy querido.

Exmujer Albert Solà

Elisabeth, exmujer de Albert y madre de dos de sus tres hijas (tuvo una fuera del matrimonio).

hijas albert sola

Concepción y Estefanía, muy tristes, adoraban a su padre.

Su hermana belga, desconsolada

Más alejada del núcleo familiar se encontraba Ingrid Sartiau, una mujer belga que también asegura, desde hace años, ser hija del rey Juan Carlos.

Desde que Sartiau y Solà se conocieron, mantuvieron una cariñosa amistad y estuvieron muy unidos por su lucha para lograr ser reconocidos como hijos del emérito. "Albert era mi hermano. Estoy muy triste, me siento muy mal", decía, muy emocionada. "Me escribía por WhatsApp con él y no esperaba este final", pronunció, desolada, la belga, que estuvo en todo momento arropada por Thierry, su marido.

Hermana belga Albert Solà

Su supuesta hermana, Ingrid, con su marido, Thierry.

Además de su familia, muchos amigos quisieron dar el último adiós a su vecino más famoso. Éste es el caso de Susana, quien le conocía de toda la vida. "Albert siempre estaba dispuesto a ayudar, nunca criticaba a nadie y era muy amable. Un 10", cuenta.

Vecinos albert sola funeral

Sus vecinos quisieron darle el último adiós.

La mayoría del pueblo creía su versión

"Da mucha rabia que haya fallecido sin haber podido demostrar quién era realmente. Yo he visto documentos que reflejaban que algo había, pero se han tapado muchas cosas. Ojalá saliera todo", pide esta vecina.

La súbita muerte de Albert Solà ha conmocionado a un pueblo que creyó (en su mayoría) su versión, plasmada por escrito en "El monarca de La Bisbal" (Ediciones B) en el 2019. En este libro, el catalán insistía en que solamente buscaba ser reconocido: "Nunca he tenido ni tendré pretensiones de ocupar ningún puesto en la monarquía española".

La historia de Solà se remonta a antes de su nacimiento. Según su autobiografía, su madre biológica pudo ser Anna María Bach Ramon, una joven de la alta burguesía catalana que habría tenido una aventura con don Juan Carlos cuando ambos apenas tenían 17 años. Ella se quedó embarazada y, para evitar un escándalo social, la escondieron hasta que dio a luz.

Partida de bautismo alterada de Albert Sola

Tras ser adoptado por Salvador Solà, tacharon los apellidos de su supuesta madre (Bach Ramon) de la partida de bautismo.

Albert vino al mundo el 16 de agosto de 1956 en una mansión del lujoso barrio de Pedralbes (Barcelona). Al parecer, a su madre le habrían dicho que el bebé nació enfermo y se lo arrebataron. Lo trasladaron a Ibiza, donde vivió con una familia hasta los 5 años, cuando volvió a Barcelona. A los 8, Salvador y Antonia, un matrimonio de payeses del Empordà, adoptaron al pequeño, que se trasladó con ellos a vivir al campo.

Solà de niño con sus padres adoptivos

Solà de niño con sus padres adoptivos.

Con el paso de los años, Solà se fue a México, donde se casó con Elisabeth y tuvo dos hijas, María Concepción y Estefanía. Allí también nació Diana, una hija ilegítima, fruto de una relación extramatrimonial. Este paralelismo con la vida de su supuesto padre biológico hace que Albert no pueda reprocharle nada. "No puedo acusar a mi verdadero padre, Juan Carlos, de haber sido un mal padre", escribía en el libro.

En la década de los 90, empezó a indagar acerca de sus orígenes. Contactó con detectives privados, con la embajada española e incluso, asegura, le llamaron varias veces del Palacio de la Zarzuela y del CNI. De vuelta a La Bisbal d’Empordà, Albert explicó a varios medios su historia, algo que generó una gran expectación e incluso tuvo repercusión internacional.

En el 2014, presentó con Ingrid Sartiau una demanda de paternidad

En el 2012 se enteró de la existencia de una supuesta hermana, Ingrid Sartiau, de 56 años y fruto de la hipotética relación de la madre de esta última con el emérito. Ambos se hicieron un primer análisis comparativo de ADN que concluyó que eran hermanos con una probabilidad del 91%, y más tarde, otro, que rebajó esa posibilidad al 82%.

Albert Solà Íngrid Sartiau

Albert Solà e Íngrid Sartiau

Presentaron una reclamación conjunta, que fue rechazada y, tras la abdicación de Juan Carlos, interpusieron una demanda de paternidad. La de la belga fue admitida por el Tribunal Supremo, que rechazó, en cambio, la de Albert.

Solà no logró el reconocimiento que buscó en vida. Quizás su testimonio televisivo en "¿Quién es mi padre?" y las cartas que escribió al emérito y que el programa "En boca de todos" (Cuatro) ha mostrado en exclusiva refuercen su testimonio e incluso animen a sus familiares a seguir con su lucha para desvelar sus orígenes.

Loading…