Los nuevos vecinos de Kate Middleton y Guillermo, enfadados con ellos

Kate Middleton y el príncipe Guillermo, ambos de 43 años, han pasado un año marcado por la enfermedad de la princesa y ahora buscan un nuevo comienzo en Forest Lodge, una imponente mansión de ocho habitaciones situada en Windsor Great Park.

Sin embargo, pese a tratarse de una localización idílica, lo que parecía un sueño se ha visto ensombrecido por la polémica. La llegada de los príncipes de Gales ha provocado que dos familias tuvieran que abandonar sus hogares y, además, ha desencadenado el enfado de varios vecinos por los cambios en el entorno.

Con el fin de reforzar la seguridad de la finca, valorada en 16 millones de libras, se han instalado cámaras de vigilancia, nuevas vallas y plantaciones que limitan el acceso al parque.

Este hecho ha supuesto que zonas habituales de paseo y aparcamiento quedaran cerradas para los residentes. “Muchos de nosotros llevamos 20 años paseando a nuestros perros por aquí, así que que nos digan que ya no podemos hacerlo es un golpe muy duro”, explicó un vecino a The Sun. Otro, aunque mostró comprensión por la seguridad de la familia real, lamentó que tenga que recorrer kilómetros extra para poder sacar a su mascota.

Las quejas en cuestión también apuntan a la falta de consulta pública antes de implantar las medidas. Sin embargo, la normativa protege este tipo de propiedades vinculadas a la Corona británica.

Fue el ministro de seguridad, Dan Jarvis, explicó que Forest Lodge pasa a estar bajo la misma protección legal que otras residencias oficiales.

De esta forma, pese a la frustración de los vecinos, la prioridad ahora es garantizar la seguridad de Kate Middleton, el príncipe Guillermo y sus hijos en su nuevo hogar.