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Agustín es un referente de la televisión, donde alcanzó gran popularidad en los años 90. Aquí le vemos con su mujer, Susana, y su hija, Alejandra.

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Agustín Bravo se enfrenta a uno de los mayores retos profesionales de su vida. Y lo hace sobre los escenarios, protagonizando, junto con Andoni Ferreño, la obra teatral "Boeing, Boeing", una divertida comedia de enredo.

PRONTO: Tu personaje no tiene nada que ver contigo.

AGUSTÍN BRAVO: Ni lo más mínimo. Mi papel es el de Bernardo, un periodista que vive en Madrid, un ligón alérgico al matrimonio y un sinvergüenza que sale con tres azafatas de distintas compañías aéreas. Pero resulta que hay una huelga, y esas mujeres coinciden en el apartamento de Bernardo, ello provoca una situación rocambolesca.

P: ¿Cómo te sientes ante este proyecto?

A.B.: Me he liado la manta a la cabeza, porque no soy actor, pero me gustan los retos y espero cumplir totalmente con las expectativas.

P.: ¿Perdonarías una infidelidad?

A.B.: Depende de las circunstancias. Hay que conocer las causas de la infidelidad y analizarlas con sumo cuidado.

Bravo, que cumplió 60 años en marzo, lleva más de 20 años unido a Susana Abad, con la que contrajo matrimonio en el 2004, y tienen una hija, Alejandra, que pronto cumplirá 14 años.

P.: ¿Cómo están tu mujer y tu hija? ¿Seguirá Alejandra tus pasos?

A.B.: A Alejandra le gusta mucho el mundo artístico y tiene aptitudes, pero primero debe estudiar antes de elegir su futuro profesional. Y Susana cerró su agencia de modelos y ahora es como mi representante.

P.: ¿Cómo lleva Susana tus continuos viajes?

A.B.: Con resignación y paciencia.