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Aunque la artista sigue bajo la tutela de su progenitor, se enfrentará de nuevo con él en los tribunales para ser libre.

A.L

A sus 39 años, y tras mucha terapia y fuerza de voluntad, Britney Spears es una mujer renovada. Sin embargo, continúa bajo la tutela legal de su padre, Jamie. Pese a que todo hacía presagiar que recuperaría la libertad el pasado 11 de febrero, cuando volvía a revisarse su caso, no fue así.

Y es que la artista solamente consiguió migajas de lo que realmente deseaba. La juez del Tribunal Superior de Los Ángeles Brenda Penny rechazó la petición del progenitor de la artista de asumir íntegramente su tutela y se reafirmó en el hecho de que deberá compartirla con un fondo de inversión que Britney designó hace años.

Así, en todo lo referente a las finanzas de la artista, Jamie Spears deberá ponerse de acuerdo con el fondo privado Bassemer Trust. “Mi esperanza es que las dos partes puedan sentarse en igualdad de condiciones para determinar la forma más efectiva de gestionar este asunto tan complejo, todo ello en beneficio de mi clienta”, aseguró Samuel D. Ingram III, el abogado principal de Britney Spears.

La cantante cuenta con una legión de fans que piden que se la libere de la tutela de su padre.

Britney Spears llegó a perder la custodia de sus hijos

Ni Jamie Spears ni su famosa hija dan por acabada su guerra legal y ya hay previstas nuevas audiencias para el 17 de marzo y el 27 de abril. El progenitor de Britney obtuvo la tutela de su hija en el 2008, poco después de que la artista se divorciara de Kevin Federline y perdiera la custodia de sus dos hijos, Sean y Jayden.

Fue la época en la que la princesa del pop protagonizó varias salidas de tono, amenazando a los reporteros con un paraguas o rapándose el pelo en un arranque. Entonces, por “cuestiones de salud mental”, las autoridades judiciales consideraron que era mejor que Britney dependiera de su padre.

Britney en una de sus imágenes que dio la vuelta al mundo.

No quiere cantar mientras su padre la tutele

Tras unos años de inestabilidad, la joven se fue recuperando y empezó a acusar a su padre de aprovecharse de su tutela para enriquecerse con sus ganacias, lo que le llevó a iniciar un enfrentamiento legal con él. A pesar de que la artista ha llegado a asegurar que tiene miedo de su progenitor, nunca ha dejado de sentir cierto afecto por él, ya que, en abril del 2019, cuando éste sufrió una grave enfermedad de colon, Britney optó por ingresar en un centro de salud mental para tratarse de la angustia que le provocaba aquella situación.

Con su padre ya totalmente recuperado volvieron a aflorar las posturas distantes y, hace medio año, la que fuera princesa del pop aseguró que no volvería a cantar mientras Jamie Spears siguiera controlando su vida.

El padre de Britney, llegando a los juzgados.

A principios del mes de febrero, se estrenó en Hulu el documental “Framing Britney Spears” (Rodeando a Britney Spears), en el que se repasa la vida de la artista desde su más tierna infancia hasta que se convirtió en un juguete roto. En la cinta, el padre de la cantante no sale muy bien parado, ya que se asegura que Jamie Spears fue un padre ausente en los primeros años de éxito de la artista, cuando ésta era solamente una niña. Sin embargo, desde que empezó a ejercer su tutela, habría comentado con sus allegados que Britney es un buen negocio para él.

Su entorno defiende la capacidad de Britney

Por otro lado, los autores del documental han hablado con personas cercanas a la cantante que cuestionan que deba estar bajo tutela. “No entiendo para qué sirve una custodia, especialmente para alguien tan capaz de tanto como sé que ella es capaz”, afirma Felicia Culotta, exasistente de la cantante.

La confluencia del documental y la reciente vista judicial han removido los sentimientos de Justin Timberlake, que fue pareja de Britney, y el actor y cantante ha querido pedirle perdón públicamente por su actitud misógina que considera que podría haber perjudicado la carrera de la artista.

Britney y Justin, cuando eran pareja.