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Fabiola Martínez lo tiene claro: "Bertín y yo no volveremos a ser pareja"

La modelo venezolana, separada de Bertín Osborne desde el año pasado, reconoce que vuelve a estar abierta al amor

Fabiola Martínez está disfrutando de su soltería.

Redacción

Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma. Y, afortunadamente, tras más de un año y medio de su separación de Bertín, el momento de paz y serenidad que ha alcanzado Fabiola Martínez es, para ella, maravilloso y tan agradable que espera que sea eterno.

Centrada en sus hijos y en su trabajo, la exmodelo reconoce que ha recuperado tiempo para sí misma, para disfrutar con sus amigas e, incluso, para conocer a gente nueva.

PRONTO: Se acabó el verano y toca regresar al trabajo. ¿Qué tal la vuelta al "cole"?

FABIOLA MARTÍNEZ: El año pasado, Carlitos lo tuvo muy complicado para adaptarse a un centro nuevo, así que le he inscrito otra vez en el colegio de siempre para que así esté con sus amigos, y parece que este curso se encuentra más a gusto.

P.: En verano ha estado en un campamento. ¿Ha vuelto con más disciplina?

F. M.: No era una cuestión de disciplina. El campamento le ha dado mucha autoestima. Allí, se ha enfrentado a retos que en condiciones normales no hubiera abordado, y de repente ha conseguido aquello que le parecía imposible, como escalar una montaña de piedra o caminar muchos kilómetros, así que ha venido con la sensación de que ya puede con todo. Quiere volver el año que viene, porque dice que ya será cabo, y está convenciendo a Santiago, el hijo de Alejandra.

"Quiero que mis hijos vivan tantas cosas como sea posible"

P.: ¿Has notado que Carlos ya empieza a ser un adolescente y que te necesita porque tiene más inseguridades?

F. M.: Mi hijo pequeño aún conserva un punto amoroso de niño que me encanta. Kike, por ejemplo, siempre me pide que me meta con él en la cama y, hace unos días, Carlos apareció y me dijo: "¡Tengo celos!", y entonces se tiró entre nosotros dos. Es bonito que eso no lo pierda. Cuando sea algo mayor, igual ya le empezará a dar vergüenza que le dé besos, pero aún no ha llegado ese momento. Carlos está bien, aunque el año pasado tuvo que encajar muchos cambios que ya conocéis, y ahora ya los está asimilando. Yo estoy siempre a su lado, creciendo y aprendiendo con él.

P.: ¿Te cuesta aceptar que tus niños se hacen mayores?

F. M.: No, la verdad. Además, para una madre, cada etapa conlleva satisfacciones. En mi caso, he pasado de ser una "mamá gallina", de tenerlos muy sobreprotegidos, a intentar que vivan tantas cosas como sea posible, así que estoy encantada con que Carlos se divierta y se relacione.

Sus dos hijos son hoy su gran nexo de unión.

"Salir con amigos me sirve para desconectar de la rutina"

P.: ¿Te gustaría que se echara novia?

F. M.: Claro que sí. De hecho, a veces pienso que yo, a su edad, era mucho más trasto que él.

P.: Y Kike, ¿cómo se encuentra?

F. M.: Muy bien. ¡Es enorme, como su padre! Y seguirá creciendo... pero a la vez es un niño pequeño. Ahora ya nos cuesta más levantarlo, moverlo… Incluso nos resulta ya difícil teniendo la ayuda de una persona experimentada. Pensad que es un niño con un cuerpo muy rígido y no le podemos forzar a que lo flexione, porque se puede hacer daño. En cualquier caso, Kike es muy feliz. Por la calle, va diciendo "¡hola!" a todo el mundo.

Ambos cuidan y ayudan a Kike, de 15 años, en sus tratamientos, con la complicidad y el cariño de Carlos, de 13.

P.: ¿Y tú, Fabiola, cómo te encuentras?

F. M.: Muy tranquila, la verdad. Estoy muy centrada en el trabajo de comunicación y marketing que tengo en una empresa, e incluso barajo la posibilidad de invertir y de tener así más tranquilidad económica. Aparte, llevo a cabo proyectos puntuales de televisión. Eso sí, ahora dedico más tiempo a mis hijos y a mí misma.

P.: Y en esa nueva vida, ¿encuentras también horas para salir, conocer a gente y tener amigos... o algo más? ¡Te queremos ver enamorada!

F. M.: Ja, ja, ja. Yo no sé si me veréis enamorada, pero tampoco estoy cerrada al amor. Todo tiene su momento y aún no ha llegado, aunque me dejo querer, ja, ja, ja. Desde luego, salir con amigos me ayuda a desconectar de la rutina, a moverme en otros espacios y a hacer cosas diferentes.

P.: ¿Qué tendría que tener un hombre para conquistarte ahora mismo?

F. M.: Que fuera divertido y me hiciera pasar ratos agradables y con mucha risa. Pero, en estos momentos, no quiero nada. Todo lo que no sea pasármelo bien, es complicarme la vida.

P.: No se te ve con ganas de tener un compromiso de pareja sólido.

F. M.: Ya lo he tenido durante 20 años, si bien uno no puede dominar sus sentimientos. Cuando el amor llega, llega, pero no ha sido así por ahora. De momento, ni me lo planteo. Si mis hijos fueran adultos y cada uno tuviera su vida, quizá sí que pensaría en que alguien me hiciera compañía, pero ahora mi vida está llena y, el tiempo que tengo libre, me lo dedico a mí, a mis amigas y a mis proyectos.

La venezolana estuvo 14 años casada con el jerezano y firmaron el divorcio en febrero.

"Si tuviera una pareja, la introduciría en la vida de mis hijos de la mejor manera posible"

P. : ¿Con Bertín, todo sigue igual de bien?

F. M.: Sí, por supuesto.

P.: ¿Pero no volveréis?

F. M.: No. Hemos pasado página, aunque nos llevamos fenomenal. Yo le veo bien, pero no hablamos de nuestras cosas en profundidad. Ahora estamos mejor que antes porque no hay fricciones ni conflictos.

P.: ¿Los niños asumirían que tuviérais una nueva pareja?

F. M.: No lo sé, pero tanto Bertín como yo tenemos muy claro que, para nosotros, Carlos y Kike son lo importante. Y si aparece una nueva pareja, ambos nos cuidaríamos de introducir a esa persona de la mejor manera posible para que asimilaran la situación y para que tuviera el menor impacto negativo en ellos. Carlos nunca ha dicho que eso fuera un problema, pero cuando te has separado y empiezas con alguien, los hijos necesitan un tiempo para adaptarse a ese cambio.

P.: ¿Conoces a la nueva pareja de Eugenia, la hija de Bertín?

F. M.: ¿Tiene pareja? Si ella está bien, me parece genial. Pero hace unos días estuve en una barbacoa familiar en su casa y no me comentó nada.