Pronto
  1. Home
  2. Noticias del corazón
  3. Famosos
El empresario junto a su mujer y su hija.

El empresario junto a su mujer y su hija.

A.L

El último año ha sido muy duro para el santanderino José Campos. El ex de Carmen Martínez-Bordiú, hoy felizmente casado con Marian Sousa y con una hija de 6 años, Martina, sufrió el coronavirus y un ictus.

El empresario está de baja y recuperándose, porque aún tiene algunos problemas. “Con la pandemia uno tiene que reinventarse, mi restaurante, Galería Culturas, lo tengo prácticamente cerrado. Abrimos muy pocos días y sólo la terraza”, nos cuenta en exclusiva a tu Revista Pronto.

Eso sí, “no me vengo abajo con facilidad, no soy de los que tiran la toalla. Aguanto como puedo, pero veo que muchos amigos tuvieron que cerrar sus negocios y me da mucha pena”.

Y eso que el ictus que sufrió fue muy grave: “Podría haberme quedado en una silla de ruedas. Afortunadamente, me estoy recuperando bien, con algunos problemas con el habla y de memoria”, revela.

“Gracias a que mi esposa actuó rápidamente, la cosa no fue a peor”

José, durante su ingreso en el hospital.

José, durante su ingreso en el hospital.

PRONTO: Pese a lo que nos comentas, se te entiende perfectamente al hablar.

JOSÉ CAMPOS: Gracias, pero a veces se me traban las palabras. Voy al logopeda, me someto a revisiones y a pruebas. El ictus me dio de madrugada y, gracias a que mi esposa actuó rápidamente, la cosa no fue a peor.

P.: Tu nuevo proyecto profesional lleva el nombre de Martina...

J.C.: Sí, se trata de unos baberos cerveceros, una patente muy novedosa.

P.: ¿Eres más feliz en este matrimonio que en el anterior con Carmen Martínez-Bordiú?

J.C.: Digamos que estoy mucho más tranquilo, alejado del foco mediático y feliz.

P.: Cuando miras atrás, ¿te arrepientes de algo de aquel pasado tan público?

J.C.: No, es lo que me trajo la vida.

"Le deseo lo mejor a Carmen, sin el menor rencor"

P.: Tu ruptura con Carmen sorprendió a todos.

J.C.: Ella lo quiso y nada más. Bueno, hoy cada uno hace su vida, yo soy muy feliz y “la difunta” lo será en la suya. Le deseo que sea feliz, sin el menor rencor.

P.: ¿Seguro?

J.C.: No existe el menor rencor. Es más, siempre me he llevado muy bien con su familia, ninguno puede decir nada malo de mí. Imposible. Y yo sería incapaz de hablar de maldades.

P.: ¿Por qué la llamas “la difunta”?

J.C.: Mis amigos empezaron a referirse a ella así y se quedó. Pero, vaya, nunca hablamos de ella.

P.: ¿Si te la encuentras, la saludarías o cruzarías la calle para no verla?

J.C.: Me imagino que no la saludaría. Cogería el móvil y haría como que estoy hablando. Espero no volver a verla.

P.: He escuchado que quieres demandar a Kiko Matamoros.

J.C.: Más que a Kiko a su programa, porque se han dicho cosas falsas sobre mí.

P.: ¿Quién manejaba el dinero de las exclusivas cuando vivías con Carmen?

J.C.: Ella lo organizaba todo, yo no me metía en esas cosas.

“He vivido unos años muy malos y mi pareja ha estado a mi lado”

P.: Se quiso quedar con un barco tuyo...

J.C.: Como era mío, se lo vendí a mi cuñado y, con el dinero, pagué muchas deudas. He vivido unos años muy malos y mi pareja siempre ha estado a mi lado.

P.: ¿Te has enterado de que ahora reside en Portugal con su joven novio australiano?

J.C.: Ni sé con quién está, ni dónde vive. Ni si su novio es chatarrero, cocinero o camarero. Cero.

P.: Carmen ha recibido una buena herencia de su madre...

J.P.: Pues que se la gaste. Gracias a Dios, yo quiero que mis padres vivan muchos años y no pienso en herencias. Me motiva más el amor a los míos que el dinero.

Loading…