José Fernando quiere que su hija Rocío viva en Madrid con su familia
La madre de Michu asegura que la niña seguirá con ella, mientras ambas familias intentan llegar a un acuerdo sobre su custodia

Imagen de la pareja, José Fernando y Michu, con la hija de ambos.
La muerte de Michu, expareja de José Fernando Ortega, ha sido un duro golpe para su entorno. La joven, de 33 años, falleció el pasado lunes tras sufrir varios infartos, tal como explicó su madre, Inma. Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvarle la vida y, este jueves, sus seres queridos se reunieron en Arcos de la Frontera, Cádiz, para rendirle homenaje. Entre ellos estuvo su hija Rocío, de 8 años, que vivió uno de los momentos más difíciles al decir adiós a su madre.
La custodia de Rocío, en el aire
Tras el fallecimiento de Michu, la situación de su hija Rocío, fruto de su relación con el hijo de Ortega Cano, se ha convertido en una de las grandes preocupaciones para ambas familias.

Según contó Kike Calleja en ‘Vamos a ver’, Michu habría dejado por escrito su deseo de que, si le ocurría algo, su hija quedara bajo el cuidado de la familia paterna. Sin embargo, la abuela materna, muy afectada, aseguró que, al menos por ahora, Rocío seguirá con ella: “Está desde chica conmigo, el roce más cercano soy yo”.
Marta López, que pudo hablar con personas del clan Ortega Cano, compartió cómo vieron a José Fernando. Aunque está muy afectado por lo ocurrido, aseguran que lo notaron “mucho mejor” y con las ideas claras respecto al futuro de su hija: “Quiere que Rocío se quede en Madrid para tenerla cerca cuando él pueda salir del centro, si sigue mejorando, y que esté arropada por su familia”, explicó la colaboradora.
La hija de Michu "no se ha ido de su casa"

Sandra Aladro, en cambio, señaló que “la persona que se ha quedado con la niña mientras se despedía a Michu es su abuela. La niña no se ha ido de su casa, está acompañada por el círculo en el que ha estado siempre. Su familia paterna la adora, pero no convive con ella”. Ahora, todo está en manos de las familias.