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Luis Medina: la herencia de su abuela podría salvarlo

El legado de Mimi Medinaceli es lo que le ha permitido afrontar la fianza en el caso de las mascarillas, un escándalo que la duquesa, siempre discreta, no habría soportado

Luis Medina, hijo del duque de Feria, es nieto de Mimi, que murió en 2013.

Luis Medina, hijo del duque de Feria, es nieto de Mimi, que murió en 2013.

Jaime Peñafiel

En nuestro país existe un organismo, la Diputación Permanente y el Consejo de la Grandeza de España, que viene a ser algo así como un ministerio de la nobleza, que representa a 2.200 españoles, en posesión de 2.824 títulos nobiliarios, de los cuales 418 son de Grandes de España.

Entre tanta nobleza han habido dos mujeres, Cayetana Fitz-James Stuart y Victoria Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, que, juntas, se repartían 88 títulos, 46 Cayetana, más conocida en el mundo por ser la duquesa de Alba, y 42 Victoria Eugenia, duquesa de Medinaceli, 14 veces Grande de España y, ahora, de triste actualidad porque, gracias a su herencia, su nieto, Luis Medina, implicado en el caso de las mascarillas, ha podido hacer frente a su fianza.

Sus padrinos, los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia

Luis es uno de los nietos de Mimi Medinaceli, como se la conocía en Sevilla donde era toda una institución. La duquesa de Medinaceli, que tuvo como padrinos de bautismo a los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia –de ahí su nombre–, era muy discreta, nunca le gustó la notoriedad y sí, en cambio, el anonimato, que cultivó hasta el final de sus días.

Rafael, el mayor sufrimiento de su vida, se casó con la modelo Naty Abascal, con quien tuvo a Rafa y a Luis.

Rafael, el mayor sufrimiento de su vida, se casó con la modelo Naty Abascal, con quien tuvo a Rafa y a Luis.

Prueba de ello es que mientras se rodaba en su residencia sevillana, la Casa de Pilatos, la película 'Noche y día', con Tom Cruise, cuando éste quiso conocerla, Mimi le contestó al mensajero: "Dígale que no puedo, porque estoy haciendo el crucigrama del día".

Yo fui testigo de su manera tan especial y discreta de ser durante el famoso Baile de Debutantes, que organizó en abril de 1966, en su palacio. Aquel día estaban presentes en la gala las dos mujeres más famosas del momento, Grace de Mónaco y Jackie Kennedy, la viuda de América, enfrentadas hasta el extremo de que no se dirigieron la palabra aunque las dos presidían la velada.

Mimi Medinaceli, que era la anfitriona, le rogó a su marido que se sentara entre las dos damas, para evitar cualquier problema. Ella ocupó, como solía, un lugar discreto. Tampoco figuró nunca durante la época en la que su esposo, Rafael Medina, fue alcalde de Sevilla, entre 1943 y 1947.

Así era esta mujer, que aprendió a bailar sevillanas en París, a quien sus más íntimos calificaban de "afable, divertida, algo despistada y muy culta", que seguía las telenovelas y veía los concursos de TV y detestaba, por encima de todo, que le hicieran la pelota.

Victoria Eugenia fue todo un personaje en Sevilla y logró reunir en el Baile de las Debutantes de 1966, a Jackie Kennedy, a Grace –que no se aguantaban– y a Rainiero.

Victoria Eugenia fue todo un personaje en Sevilla y logró reunir en el Baile de las Debutantes de 1966, a Jackie Kennedy, a Grace –que no se aguantaban– y a Rainiero.

Lo de Rafael no fue precisamente una feria

El mayor sufrimiento de su vida se lo proporcionó su hijo Rafael, que ostentaba el título de duque de Feria aunque su vida no fue, precisamente, una feria sino un drama para él y para toda la familia.

Rafael, con quien tuve cierta amistad, era uno de los cuatro hijos (una hija y tres varones) de la Duquesa, un joven triste pero muy simpático, convencido de que su madre no le quería. Como recuerda la periodista Elena Castelló, siempre estuvo a cargo de las "nannies" y la duquesa jamás se lo llevó de vacaciones con ella.

"Mi madre, un ejemplo casi estereotipado de la crianza a la antigua usanza de las familias aristocráticas, con muchas 'nannies' y poco amor familiar", llegó a decir de ella el duque de Feria. Además, siempre se sintió marginado con respecto a su hermano menor, Ignacio, actual duque de Segorbe.

Por ello, sufrió grandes depresiones que le llevaron a estar ingresado en la Clínica de Navarra justo antes de su boda con la modelo Naty Abascal, en julio de 1977.

De ese matrimonio nacieron Rafael y Luis, este último, protagonista de la actualidad, como he dicho, por el caso de las mascarillas de Madrid. Pero, a pesar de haber formado una familia, para el duque de Feria todo fue a peor cuando descendió a los infiernos tras divorciarse, empezar a consumir grandes cantidades de drogas y a frecuentar los prostíbulos más famosos de Sevilla.

Tras estar implicado en un sonadísimo escándalo de corrupción de menores y tráfico de drogas, ingresó en prisión en 1993, y cuando eso ocurrió, Naty se llevó a sus hijos a estudiar a Londres y, luego, a Estados Unidos.

Una guerra por su herencia desde el 2013

Rafael cumplió cinco años de condena y, después, vivió con su madre en su residencia sevillana. El 8 de agosto del 2001, el portero de la casa le tuvo que informar de que había encontrado muerto a su hijo cuando le llevaba, como todos los días, los periódicos.

No se sabe a ciencia cierta si fue una muerte repentina o una sobredosis de barbitúricos. Mimi le sobrevivió 12 años, hasta el 18 de agosto del 2013, muriendo a los ¡96 años!

Desde entonces hay en la casa ducal una guerra por su herencia entre Ignacio, duque de Segorbe y el hijo favorito de la duquesa, y sus cinco nietos, entre ellos Luis Medina.

Precisamente, el pasado 10 de diciembre, un juzgado de Sevilla dictó sentencia favorable a los nietos, reconociendo su derecho a la legítima en detrimento de Ignacio, lo que le ha permitido a su nieto Luis hacer frente a la fianza civil de 891.427 euros por su implicación en el caso de las mascarillas. En fin, que la herencia de la abuela Mimi le ha salvado. 

En este enlace te lo contamos todo sobre la vida de millonario de Luis Medina. 

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