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Michael J. Fox cumple 60 años en plena lucha contra el Parkinson

El pasado 9 de junio cumplió 60 años el actor que, tras el éxito de la saga "Regreso al futuro", lucha por vivir con esta difícil enfermedad degenerativa

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Alejado de su carrera como actor desde hace años, Michael J. Fox alcanzó la fama gracias a "Regreso al futuro", pero decidió retirarse cuando los síntomas del Parkinson que padece comenzaron a agravarse. A sus 60 años recién cumplidos, vive alejado de los medios y luchando contra esta dolencia. ¡Repasamos la intensa vida del intérprete!

En "Leo and Me", serie con la que debutó como actor, a los 15 años.

Michael Andrew Fox nació el 9 de junio de 1961 en Edmonton (Alberta, Canadá). Fue uno de los cinco hijos de William Fox, un sargento del ejército canadiense, y Phillys Pipper, oficinista. Por el trabajo del padre, él y sus hermanos (Kelli, Karen, Jackie y Steven) vivieron en diferentes ciudades y pueblos de Canadá, hasta que se establecieron en Burnaby, pequeña localidad cercana a Vancouver. Michael asistió a la Burnaby South Secondary, pero no completó sus estudios después de que, en 1976, le eligieran para protagonizar "Leo and Me", serie en la que, con 15 años, daba vida a un niño de 10.

Un inmigrante sin papeles en EEUU

Con Justine Bateman y Tina Yothers, en "Enredos de familia".

Tres años después, se mudó a Los Ángeles para hacer realidad su sueño de ser actor. Allí, fue durante bastante tiempo un inmigrante ilegal con serios problemas para pagar el apartamento. Sobrevivía haciendo trabajillos, comiendo latas y, cuando peor estaba, vendiendo sus propios muebles. Llegó a deshacerse de su cama y su colchón.

Pero tuvo suerte. El productor Ronald Shedlo vio algo en aquel joven con cara de niño y apenas 1,62 de estatura y le fichó para la serie "Cartas de Frank", donde aparecía como Michael Fox. Su intención era seguir su carrera con ese nombre, pero al ir a registrarse en el Sindicato de Actores de Cine le dijeron que ya existía otro Michael Fox y podía haber confusiones. Como no le gustaba la sonoridad de Andrew o Andy, optó por poner J. como segundo nombre, en homenaje al actor Michael J. Pollard.

Tras intervenir en la serie "Lou Grant" y debutar en el cine con "Locuras de medianoche" (1980), su carrera despegó con "Enredos de familia". Los personajes principales iban a ser los padres, pero su excelente interpretación de uno de los hijos, Alex P. Keaton, le convirtió en el centro del programa, que duró siete temporadas en la NBC con audiencias millonarias. Fox, que había logrado el papel, pese a la oposición de uno de los productores, Brandon Tartikoof, que intentó reemplazarlo por otro actor, ganaría por este papel tres premios Emmy (en 1986, 1987 y 1988) y un Globo de Oro en 1989, año en que dejó de emitirse.

"Regreso al futuro", el bombazo de su carrera

Arriba, con Christopher Lloyd en "Regreso al futuro".

Pero la popularidad se la dio el cine con "Regreso al futuro", en la que interpretaba a Marty McFly, un adolescente que viaja a través del tiempo en un automóvil DeLorean y en compañía de un estrafalario científico, Doc Brown, interpretado por Christopher Lloyd.

A diferencia de las reticencias que había tenido que afrontar en "Enredos de familia", el director de "Regreso al futuro", Robert Zemeckis, y su productor, Steven Spielberg, querían a Fox como protagonista. pero los productores de "Enredos de familia" pusieron problemas para que interviniera en la película. Al final, lo logró, pero durante dos meses tuvo que hacer ambos trabajos. Durante el día grababa la serie y, cuando acababa y hasta altas horas de la madrugada o durante los días festivos, rodaba la película, que fue un éxito de crítica y público y se convirtió en saga con dos títulos más.

El actor con la estrella del Paseo de la Fama que recibió en el 2002 y con uno de los tres Emmy que ganó por "Enredos de familia".

A rebufo de esa popularidad, también tuvieron buena acogida otras películas de su filmografía como "De pelo en pecho", "El secreto de mi éxito", "Noches de neón", "Corazones de hierro", o "Doc Hollywood".

Pese a no ser el estándar de belleza, Michael J. Fox siempre tuvo mucho éxito con las chicas. Entre sus conquistas, estuvieron actrices como Rebecca de Mornay, Sarah Jessica Parker, Jennifer Grey, Courtney Cox y Nancy McKeon o la roquera Susanna Hoffs, pero su fama de donjuán acabó en 1988, cuando se casó con Tracy Pollan, compañera de reparto en "Enredos de familia", con la que ha tenido cuatro hijos: Samuel (1989), las gemelas Aquinnah y Schuyler (1995) y Esmé Annabelle (2001).

Diagnóstico Parkinson: un mazazo en su vida

Tenía 29 años y estaba en la cumbre de la fama cuando perdió a su padre, muerto de un ataque al corazón. No fue el único mazazo. Al año siguiente, le diagnosticaron Parkinson, trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva debido a que las neuronas no producen suficiente dopamina.

"Fue como si un camión me pasara por encima", aseguró el actor, que ocultó durante siete años que la padecía. Sumido en una profunda depresión porque los médicos le daban muy pocos años de vida, cayó en el alcoholismo hasta que se dio cuenta de que aquello sólo empeoraba las cosas. Decidió ir a terapia para afrontar su enfermedad sin el recurso de la botella y, contra todo pronóstico, aprendió a vivir con el Parkinson. No sólo eso, sino que creó una fundación para recaudar fondos destinados al estudio de esa enfermedad y siguió trabajando como actor con películas como "¡Dadme un respiro!", "El presidente y Miss Wade" o "Mars Attacks", y poniéndole voz al ratoncito protagonista de "Stuart Little".

Con su mujer, Tracy, y sus cuatro hijos: Sam, Aquinnah, Schuyler y Esmé Annabelle.

En el 2000, decidió dejar de trabajar cuando notó que los síntomas se habían intensificado (su rostro era cada vez más inexpresivo y sus movimientos se restringían), pero no tardó en reconsiderar esa decisión y se incorporó al rodaje de series tan importantes como "Boston Legal", "Rescue Me", "The Good Wife" o "Sucesor designado", con personajes que incorporaban su enfermedad.

Incluso tuvo su propia teleserie, "El show de Michael J. Fox", en la que contaba las aventuras de un padre de familia que no se rinde en su lucha contra el Parkinson. Pero, aunque siempre relativiza sus problemas e incluso se ríe de ellos, la salud le volvió a dar un nuevo susto en el 2018, cuando le diagnosticaron un tumor en la columna del que tuvo que ser operado con urgencia.

Tuvo que aprender a caminar de nuevo

Tras la operación, tuvo que aprender a caminar de nuevo, rehabilitación que se complicó por una caída en la que se rompió el brazo. "Uno aprende rápido lo que puede controlar y lo que no. La única respuesta es aceptarlo. Los principios que practico todos los días son la aceptación y la gratitud", ha dicho este hombre cuya memoria a corto plazo, indispensable para un actor, está prácticamente destruida.

Alejado de las cámaras y sin poder tocar la guitarra ni dibujar, dos de sus "hobbies" favoritos, se ha refugiado en la escritura y, pese a todo, afirma que se siente feliz de cumplir 60 años. Una edad a la que muchos jamás creyeron que llegaría.