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Navidades reales, entre la tradición, las ausencias y la pandemia

Mientras Mary de Dinamarca está aislada por el virus, los "royals" europeos tratan de adaptar sus fiestas a estos tiempos tan raros

Pese a todo, Felipe y Letizia han podido reunir a la familia estas Navidades. 

Jaime Peñafiel

Hasta ahora, las Navidades en las Casas Reales europeas no se diferenciaban mucho unas de otras. Pero este año –como ocurrió en el 2020– tendrán de nuevo un denominador común: las restricciones del coronavirus que han desterrado las reuniones multitudinarias en los salones de los palacios.

Eso es lo que ocurrirá en España, donde las medidas contra la pandemia recomiendan reducir al máximo el número de personas en reuniones. Si a eso le sumamos la ausencia de don Juan Carlos, esta Navidad no va a tener nada que ver con las de antaño, en las que se reunían no sólo la Familia Real como tal –los reyes, sus hijos y nietos–, sino también las hermanas de los reyes, los hijos de éstas y muchos de sus primos.

Y para la celebración, se instalaba un gigantesco bufet en el Palacio de la Zarzuela. Pero, desde que Felipe redujo la Familia Real a él, su esposa Letizia y sus hijas, y desde que expulsó a don Juan Carlos de palacio, todo ha cambiado.

Suecia, el cumpleaños de la Reina manda

Todos los años y desde que el rey Carlos Gustavo contrajo matrimonio con Silvia Sommerlath, en 1976, el comienzo de la Navidad coincide con el cumpleaños de la reina, nacida el 23 de diciembre de 1943.

Otra señal que marca el inicio de las festividades es la tradicional elección de abetos, que los estudiantes de Ciencias Agrícolas llevan hasta el Palacio Real de Estocolmo. Y si algo emociona al rey Carlos Gustavo de Suecia estos días es el momento de la entrega de los regalos.

Se dice que ha perpetuado un juego infantil creado por su abuelo, el rey Gustavo, en el que, el día de Navidad, los más pequeños de la familia tienen que aguardar pacientemente y en fila india hasta que suena una campana, a las 16.30 de la tarde, y se abren las puertas de la sala donde están los regalos, por cierto, sin envolver.

En cuanto a las comidas tradicionales, en las mesas del palacio no faltan algunos platos, como el "risgrynsgröt", un arroz con leche caliente que, como nuestro roscón, puede tener un fruto seco dentro, que traerá suerte a quien lo encuentre.

La cena de Nochebuena suele ser tipo bufet y con un menú en el que nunca falta el salmón ni el "glögg", un vino caliente y especiado que se sirve con pasas. Este día, en que se televisa el mensaje navideño del rey, siempre pasa por los hogares suecos Santa Claus, cargado de regalos.

Los pizpiretos hijos de la heredera al trueno sueco. 

Holanda, esperando a San Nicolás

Desde mediados de noviembre, Holanda comienza a llenarse de luces para recibir a San Nicolás, que siempre anuncia el inicio de las fiestas, tras llegar, según dice la tradición, desde España.

En el palacio de La Haya, la Familia Real celebra la Navidad comiendo figuritas de azúcar, letras de chocolate, bizcochitos especiados, pan de jengibre también conocido como el "pan de los enamorados" y mazapán.

Y la reina Máxima suele recibir todo los años un regalo sorpresa y anónimo. Generalmente es algo valioso y pequeño, que está escondido dentro de una fruta o una hortaliza.

El "christmas" de Máxima y Guillermo de Holanda, con sus hijas, Amalia, Alejandra y Ariadna.

Mónaco, marcado por la ausencia de Charlene

Hace días que ha comenzado la Navidad en Montecarlo, con la inauguración, en Port Hercule, del mercado típico de estas fechas, que es uno de los sitios más felices y mágicos para los niños del Principado.

El príncipe Alberto ha presidido el evento sin su mujer Charlene, que está recuperándose en Suiza de sus problemas de salud. Tampoco estuvo en la tradicional ceremonia del árbol de Navidad, en la que los Grimaldi, cual Reyes Magos, entregan regalos a los niños del Principado.

Estefanía de Mónaco, sus sobrinos, Jacques y Gabrielle, y su hija Camille entregan regalos a los niños del Principado.

Los Windsor vuelven a pasar las Navidades por separado

En cuanto a los Windsor, este año la reina Isabel, que estará en Sandringham, se enfrenta a su primera Navidad sin su marido, el duque de Edimburgo, que falleció en abril.

Además, pasará las fiestas sin su nieto Harry, que, al menos de momento, no ha dicho ni mu acerca de lo que van a hacer en estas fechas él y su esposa, Meghan Markle.

Quienes sí estarán son Guillermo y Kate, que este año se han avanzado más que nadie al enviar su felicitación navideña a principios de diciembre y desde Jordania, donde pasaron unos días en viaje privado con sus tres hijos.

También cumplieron con prontitud con su felicitación los duques de Cornualles, con un extraño "christmas", en el que se ve a Carlos ayudando a Camilla a ponerse una mascarilla. Será su humor inglés.

Guillermo y Kate, con sus hijos, George, Charlotte y Louis, han enviado una felicitación con una foto tomada en Jordania. Abajo, la de Carlos y Camilla.

Los belgas podrían contar con un miembro más

La Familia Real belga dio por inaugurada la Navidad cuando se colocó, delante del Palacio Real, el gigantesco abeto de navidad.

Después, Felipe, Matilde y sus cuatro hijos, Elisabeth, Gabriel, Emmanuel y Eleonore, desearon unas felices fiestas a todo el país que, al igual que el resto del mundo, se prepara para unos días atípicos marcados por las restricciones derivadas de la pandemia.

Este año, si hay celebraciones, los reyes belgas podrían contar con uno más en la mesa, Delphine Boël, ahora apellidada Sajonia Coburgo, que fue reconocida por Alberto como hija suya y que, por tanto, es tratada como alteza real y ostenta el título de princesa.

Dinamarca, menos fiestas que nunca

Y llegamos a Dinamarca, donde las fiestas de los "royals" se han minimizado al máximo y se ha cancelado el banquete de fin de año por culpa de la pandemia, ya que la Casa Real ha confirmado que la princesa Mary ha dado positivo en COVID-19 (ningún otro miembro de la familia ha sido infectado).

La esposa del heredero, Federico, se encuentra aislada en el Palacio de Amalienborg, en Copenhague, donde permanecerá confinada en solitario hasta que sea seguro que pueda salir y estar con más gente. 

 Mary Donaldson, que ha dado positivo en COVID-19.