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¿Qué fue de Felipe González? Así vive el expresidente a sus 81 años

El que estuviera al frente del Gobierno español durante casi 14 años dispone ahora también de la nacionalidad dominicana

Felipe González, en una imagen reciente.

Olivia Lecha

Hace 27 años que salió de la Moncloa, pero Felipe González sigue siendo un personaje conocido y valorado en nuestro país. Quizás por eso, recientemente sorprendió ver al primer expresidente socialista del Gobierno apoyándose en un bastón durante la reunión anual del patronato del Real Instituto Elcano (un foro de análisis y debate sobre la actualidad internacional) que preside el rey Felipe VI.

Viéndole así, muchos se preguntaron si, a sus 81 años recién cumplidos el pasado 5 de marzo, González tiene problemas serios de salud.

Una ayuda para evitar nuevas caídas

La respuesta es que no. El estado de Felipe es bueno, salvando los achaques normales de una persona que ya ha entrado en la octava década de su vida. El bastón obedece a que, tras haber sufrido una caída hace cinco años, el que fue durante casi 14 presidente del Gobierno decidió adoptar esa "ayuda" para tener más estabilidad en su día a día y no tener que lamentar ningún otro percance.

Una cotidianidad que, retirado de la vida política activa pero todavía vinculado a su partido, el PSOE, el exmandatario vive con la tranquilidad que le da su sueldo vitalicio como expresidente así como los diversos ingresos que obtiene por conferencias y la actividad de algunas empresas privadas, como una entidad dedicada a la compraventa de fincas rústicas y urbanas.

Con casa en el barrio de Salamanca de Madrid y finca en la cacereña Sierra de Guadalupe, González pasa algunas temporadas en República Dominicana, ya que tiene la nacionalidad de ese país desde que, en abril del 2022, se la concediera el presidente Luis Abinader en reconocimiento a haber sido durante años un "leal amigo de la República".

Lectura, bonsais y petanca

Con su esposa, Mar García-Vaquero, durante unas vacaciones.

El exlíder socialista sigue felizmente unido a su segunda mujer, Mar García-Vaquero, economista de 61 años, madre de dos hijas y ex empleada de la banca privada de La Caixa, a la que conoció en el 2008 gracias al empresario Luis García-Cereceda y con la que se casó en una ceremonia íntima en el 2012.

Felipe dedica su tiempo a la lectura, el cuidado de los bonsais y la práctica de la petanca, pero sobre todo a las actividades de tipo social y medioambiental de la fundación que lleva su nombre y en la que trabaja su hija María.