Richard Gere: así es su nueva vida en España
¡Richard Gere, el hombre de nuestras vidas, ya es un madrileño más! Te contamos cómo es su nueva vida en España junto a Alejandra Gere
Desde que, en noviembre, se instaló en la capital con su esposa, Alejandra, y sus hijos, el actor está adaptándose a su nueva vida en la Villa y Corte. Y lo hace a pasos agigantados, disfrutando de cada momento y consciente de que a los 75 años el reto vale la pena. Pero, ¿cómo transcurren las jornadas de un americano como él en Madrid?
Todo empieza por la mañana, en su magnífico hogar madrileño, una casa con jardín, en La Moraleja. Uno de los centros neurálgicos de la vivienda es la cocina, donde, como en tantos hogares con niños, no faltan dibujos infantiles ni fotos familiares.
Además, sabemos por unas declaraciones de Alejandra que esta parte de la casa es escenario de algunas actuaciones musicales de su esposo. "Como él no es un gran cocinero, cuando yo cocino, toca la guitarra", comentó.
El salón es otro de los lugares donde más vida hacen los Gere y donde nunca falta su diario de cabecera, 'The New York Times'.
Un padrazo llamado Richard
El magnífico jardín es uno de los espacios favoritos de Richard porque le permite ejercer su paternidad de la manera más divertida, jugando y correteando por la hierba con sus tres hijos, Alexander, de 6 años; James, de 5; y Albert, fruto de un matrimonio anterior de su esposa, cuando vuelven del colegio. Como confiesa Alejandra: "Richard es un padre muy dedicado y presente, le encanta jugar con ellos y contarles cuentos".
Que la casa tenga 800 metros cuadrados es un lujo pero también una manera de que el matrimonio pueda cultivar una de sus aficiones menos conocidas: estar en casa. En una entrevista en ‘El País’, Alejandra explicó que les gusta mucho estar en su hogar "solos, con la familia o con nuestros amigos íntimos" y añadió, por si no quedaba claro, que hacen poca vida social porque "somos muy caseros".
Equipo Gere. El actor forma un gran equipo con Alexander y James, los hijos que tiene en común con la española, y Albert, de una relación anterior de Alejandra.
"No creo que haya otra razón para estar vivo que ayudar a los demás"
Si algo marca la agenda de Gere es su faceta activista. "No creo que haya otra razón para estar vivo que ayudar a los demás. Lo único que realmente alimenta el alma es ayudar a alguien", declaró en la misma entrevista.
Por eso el matrimonio está muy ocupado cooperando, entre otras organizaciones, con Open Arms y con la oenegé Hogar, Sí, que quiere acabar con el sinhogarismo en España para 2030 y de cuyo patronato forman parte.
Por eso no es extraño ver a Richard ir hasta su sede, una diminuta oficina en el barrio de Alameda de Osuna, en el distrito de San Blas-Canillejas, para mantener reuniones con su equipo.
Con el patronato de la oenegé Hogar
En su agenda, también hay espacio para su carrera de actor, que no sólo supone asistir a estrenos y festivales, sino también embarcarse en nuevos proyectos, como el rodaje de la segunda temporada de la serie ‘The Agency’, en la que interpreta al jefe de la CIA en Londres.
Richard y Alejandra acuden juntos a todo tipo de eventos.
Meditación, paseos, yoga y gimnasio
Alejandra es quien cocina en casa
Aparte de su papel de padre, su activismo y su profesión, Richard dedica tiempo a su bienestar y guarda una hora o más cada día para la meditación. "Antes de empezar a meditar era una persona horrible, pero este hábito ha transformado mi manera de relacionarme con el mundo. Si meditas una hora al día, te vas a sentir diferente", asegura. Y si para la mente, medita, para mantenerse en forma físicamente sale a correr y a caminar, practica yoga y va al gimnasio.
Richard Gere en una chocolatería.
En cuanto al ocio, hay fines de semana en que los Gere hacen escapadas rurales en busca del contacto con la naturaleza o pueden optar por ir a sus restaurantes preferidos, entre ellos el Áurea, que les queda cerca de su casa, en La Moraleja, o el Arzábal, donde, en 2017, Alejandra celebró su cumpleaños con él.
Y por qué no, si se tercia, pueden ir a algún lugar más castizo, como la chocolatería San Ginés, donde en Navidad se tomaron unos deliciosos churros con chocolate. Y es que como dijo el actor en una ocasión al diario ‘Extra’: "Ninguno de nosotros va a salir vivo de aquí. Así que, come comida deliciosa, camina bajo el sol, di la verdad que llevas en tu corazón como un tesoro escondido, sé tonto, sé amable, sé raro... No hay tiempo para nada más". Y eso es lo que trata de hacer en Madrid. Aparte de ayudar.
