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Victoria y Cristina Iglesias llevan una vida tan lujosa como discreta.

M.A.

El pasado mayo, Victoria y Cristina Iglesias Rijnsburger, las hijas de Julio Iglesias y Miranda, cumplían 20 años. Pese a que son famosas desde que nacieron, lo cierto es que siempre han sido dos jóvenes de lo más discretas, de las que poco o nada se sabe de su vida. 

Victoria y Cristina nacieron en Miami, donde su padre tiene una de las mansiones más impresionantes de la ciudad. Su infancia transcurrió entre este hogar y Marbella, ya que en la pequeña localidad de Ojén posee el cantante otra gran casa y la familia al completo adora pasar aquí sus vacaciones y, en general, todo el tiempo libre que pueden. 

Julio y Miranda han criado a sus hijas en una burbuja para que no les falte de nada. Victoria y Cristina solo asistieron al colegio cuatro años, de los 10 a los 14. El resto del tiempo, han estudiado con tutores siempre en casa, dejándoles así más tiempo libre para ejercer una de sus grandes pasiones...

Victoria y Cristina Iglesias, de pequeñas, junto a su padre.

Son dos perfectas amazonas

La equitación es el hobby favorito de las mellizas de Julio Iglesias. Perfectas amazonas, Victoria y Cristina cuentan con una cuadra con sus propios caballos en su casa de Ojén pero, cuando se encuentran en América (ambas están comenzando a desarrollar sus carreras profesionales en Nueva York), son asiduas a la finca que posee en el estado de Connecticutt Anette de la Renta, la viuda del diseñador Óscar de la Renta, que fue un gran amigo del cantante y de Miranda.

Las mellizas de Julio Iglesias, en una imagen de sus redes sociales.

Pero no solo los caballos son su gran pasión: Cristina y Victoria adoran los animales (incluso tienen una cuenta de instagram para sus mascotas, @zooiglesias) y, lo mejor, promueven siempre la adopción frente a la compra. 

 

¿En qué trabajan las mellizas de Julio Iglesias?

Pese a que no necesitan trabajar para llevar una vida de grandes lujos, Victoria y Cristina están muy volcadas en su proyecto profesional: este año han lanzado su propia línea de productos cosméticos y suplementos alimenticios junto a la Doctora Paria, una eminencia de la medicina estética en Miami. 

Así, las mellizas se pasan la vida volando entre Miami (donde, entre sus famosísimos vecinos, destacan Adriana Lima o Ivanka Trump) y Nueva York, siempre en su jet privado. 

Victoria y Cristina Iglesias, en su jet privado.

Una presentación en sociedad llena de lujos

En cuanto cumplieron la mayoría de edad, Victoria y Cristina Iglesias fueron presentadas en sociedad en el famoso Le Bal, el baile de debutantes de París que es como una gran puesta de largo para la jet set a nivel mundial. A la gala, cómo no, las acompañó su madre, que estuvo pendiente de ellas en todo momento. 

Como manda la tradición, las "debutantes", que es como se les llama, entran al gran salón del brazo de otro acaudalado joven mientras el presentador se encarga de anunciar quiénes son cada una. ¡No te pierdas el vídeo de este momento lleno de glamour!

Presentes en los grandes eventos

Poco después de acaparar todas las miradas en Le Bal, las mellizas de Julio Iglesias hicieron lo propio en la famosa gala del MET, en Nueva York. Las jóvenes fueron invitadas especialmente por Anna Wintour, la que fuese editora de Vogue y organizadora del evento. 

Alucina con sus estilismos:

Óscar de la Renta fue el creador de sus impresionantes vestidos.

Victoria y Cristina Iglesias llevan una vida tranquila, alejada de las cámaras 

Muy implicadas en su trabajo, apenas existen imágenes de las hijas de Julio Iglesias saliendo de fiestas con amigos. Ellas son felices en su casa de Miami, de Punta Cana o de Ojén, desde donde suelen subir fotos así de bonitas:

Victoria y Cristina en su mansión marbellí.

Siempre rodeadas de lujo, como han vivido desde que nacieron, las hijas de Julio Iglesias valoran la tranquilidad por encima de todo y la compañía de su familia. Eso sí, si es en un enclave tan paradisíaco como el de cualquiera de sus hogares, ¡mejor que mejor!

Victoria Iglesias, dándose un impresionante baño.