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El actor continúa recuperándose de los estragos del Covid-19 en su casa.

A.L.J.

Lo ha pasado muy mal, pero afortunadamente puede vivir para contarlo. Tristán Ulloa es uno de los muchísimos ciudadanos que ha tenido que luchar contra el coronavirus. En su caso, tuvo que ser ingresado, y pasó varios días en el hospital Infanta Leonor de Madrid, recibiendo el alta hace poco más de dos semanas

Le ganó la batalla al maldito coronavirus, que tanto mal está haciendo. Él lo ha visto bien de cerca, por lo que, todavía recuperándose en su domicilio, ha decidido reflexionar acerca de lo vivido. Tristán ha querido agradecer a uno de los médicos que le trató que, además, es su amigo, lo muchísimo que “se empeñó en que yo saliese de allí de una pieza”:

Además, también ha compartido un dibujo que significó mucho para él durante su ingreso. En el texto que acompaña a dicha imagen, el protagonista de “Lucía y el sexo” señala su alegría por la disminución de nuevos contagiados e ingresados. Y, una vez más, remarca la enorme labor de todo el personal médico, a quien tocará cuidar, mucho, cuando todo esto termine:

Por último, Ulloa también ha publicado un vídeo en el que aparece todo el equipo de una de las series en las que ha participado, “Fariña”, recordando que se trata de profesionales con trabajos muy intermitentes e inestables. Es por ello que espera que, a raíz de esta enorme crisis, el Gobierno los tenga más en cuenta y establezca mejores derechos para todo ellos:  

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Como muchos ya sabéis en una producción audiovisual además de actrices y actores trabaja mucha más gente. Para los que no os hacéis una idea aquí dejo este simpático clip del equipo (sobre todo técnico) del rodaje de Fariña. A ése habría que sumarle los equipos de preproducción y posproducción. Y sí, muchas familias detrás de cada producción audiovisual o de artes escénicas. La actual situación de emergencia, al igual que en otros sectores, ha dejado en el aire a miles de estos trabajadores. Algunos autónomos, otros trabajadores por cuenta ajena, otros subcontratados por empresas de servicios... grupos heterogéneos de trabajadores pero todos con algo en común: la intermitencia laboral del sector. Trabajamos y cobramos por obra. Una vez finalizada no sabemos cuándo volveremos a trabajar. Esa intermitencia, reconocida en otros países de nuestro entorno, en España nos coloca fuera de los estándares de un sistema que no entiende el concepto mismo de intermitencia y que evidencia nuestra fragilidad ante gestiones como alquilar una vivienda o solicitar un crédito. Ni siquiera tenemos una fiscalidad adaptada a esta condición. Esto no es de ahora, viene de años atrás, pero la vulnerabilidad que sufrimos todos ahora sumada a las recientes e irresponsables declaraciones del ministro de Cultura @culturagob (“Primero la vida y después el cine”, quién lo diría) han puesto las carencias del sector y sus respectivas reivindicaciones sobre la mesa. Todos los sectores somos importantes. La Cultura no debería ser más, pero tampoco menos. Las comparaciones no sé si son odiosas pero sí notables. El Ministro de Cultura francés decía hace unos días: “Tenemos que poner todo en marcha para asegurar la supervivencia de los agentes culturales, es el porvenir de nuestro modelo cultural lo que está en juego “. No creo que éste sea el momento, otros no piensan igual. Lo que sí sé es que cuando llegue ese momento tenemos mucho trabajo atrasado como para resolverlo de un plumazo. Hay mucho que desandar para volver a andar con seguridad, con la cabeza alta, sin complejos,para no tener que acordarnos de Santa Bárbara sólo cuando truene.Va a ser largo pero muy necesario. Mucho ánimo a tod@s.

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