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Esta noche en "Mi hija": Öykü recibe el trasplante de médula ¡pero su vida volverá a estar en peligro!

Nos espera un capítulo trepidante en el que Cemal y Demir estrechan lazos, aunque el padre de la niña acaba sumando dos enemigos: Ugur y Ahmet

Öykü se recuperará del transplante de médula.

A.M

En el capítulo anterior, Cemal sigue en la UCI debatiéndose entre la vida y la muerte tras el disparo que Ahmet le dio, un tiro que realmente iba dirigido a Demir, pero que Cemal aplacó con su propio cuerpo para proteger a su amigo de la infancia.

Como Öykü no cree que esto haya sucedido y piensa que su padre le miente de nuevo, Demir acaba llevándola al hospital para que ella misma vea con sus propios ojos por qué su trasplante de médula debe posponerse. Y en el final del capítulo vimos a Murat de nuevo intentando convencer a Candan de que se separe de Demir, pues le dice que él sólo es un delincuente y no tiene por qué seguir a su lado. Con ese trasfondo, este domingo viviremos un capítulo vertiginoso en el que va a pasar de todo...

Murat vuelve a insistir a Candan para que se separe de Demir.

Ugur le pide perdón a Sevgi

Tras la discusión de Öykü con Merchan en el cole, a la salida Candan está esperando a la niña y pasan una tarde maravillosa en una librería merendando. La pequeña le compra "El Principito" a su amigo para disculparse. Öykü le confiesa a Candan que está preocupada por si Cemal no se recupera y ella no recibe su médula y no se cura de su enfermedad, pero la veterinaria la anima.

"Cuando me ponga buena, mi padre y yo iremos de vacaciones", le dice la niña, que le pide a Candan que se reconcilie con su padre, pues sabe que están enfadados. De regreso a casa, ambas escuchan los maullidos de un gato que provienen del interior de un coche. Consiguen rescatarlo y deciden llevarlo a casa para cuidarlo. Öykü lo llama Suertudo.

Candan y Öykü pasan una divertida tarde de chicas.

Mientras, Ugur deja el hospital y regresa a casa para cambiarse de ropa. Llama a Sevgi, pues la añora muchísimo, y la profesora accede a verlo, pero se muestra fría con él, no entiende que él la dejara y ahora le diga que la echa de menos.

Demir le dice a Candan que la quiere

Demir llega a casa tras el trabajo y se enfada al ver al gatito, no le parece bien que Candan le haya puesto vacunas y haya animado a la niña a quedárselo. "Pero yo también vivo en esta casa y puedo tomar decisiones", le dice Candan a Demir, lo que origina una fuerte discusión entre ellos. Demir le echa en cara que salga a cenar con Murat y haga lo que quiera, y cuando empiezan a pelearse él le dice que se va a ir de casa.

Demir y Candan vuelven a discutir.

"¿Qué quieres que haga, seguir discutiendo contigo por culpa de Murat, ése que a cambio de mi hija quiere quedarse con la mujer que quiero?", le suelta él sorprendido por la confesión que de repente le ha soltado. Ella le contesta que no quiere divorciarse, que quiere que estén unidos por Öykü, pero se niega a confesarle sus sentimientos hacia él. Demir se marcha al hospital a ver a Cemal.

Demir a Ugur: "Nuestra amistad ha terminado"

A la mañana siguiente Demir se despierta en el sofá abrazado a Suertudo: aunque no quiera confesarlo parece que el gato le ha cogido cariño. Su móvil suena y recibe una maravillosa noticia por parte de Ugur: Cemal se ha despertado en la UCI y está mucho mejor. Demir dice que el gato les ha traído suerte y accede a que se quede.

Cemal por fin ha despertado y ha salido de la UCI.

Mientras, por su parte, Ahmet le reprocha a su hermano que no sabe cómo va a salir del lío en el que está metido, pues tras la denuncia de Demir y Ugur la policía lo busca y sigue oculto en un casa abandonada sin poder salir. Está tan enfadado que es capaz de todo...

Demir va corriendo al hospital a ver a Cemal, que le dice: "Demir, no tienes de qué preocuparte, no pienso abandonar este mundo sin donarle la médula a Öykü". Antes de que él y Ugur abandonen su habitación, les cuenta que escuchó a Ahmet confesar que fue él mismo quien mató al padre de Demir. Y le pide disculpas a Ugur por haberse ensañado con él.

Lo sorprendente es que Demir, aun teniendo la certeza de que Ugur no fue el asesino de su padre, algo que ya sabía porque tenía claro que él no habría sido capaz de hacer algo así, no quiere perdonarlo por haber ocultado la identidad del asesino durante tantos años. "Nuestra amistad ha terminado", le dice rotundo Demir ante la decepción del pobre Ugur.

Demir rompe definitivamente su amistad con Ugur.

Tras eso, Ahmet llama a Demir para quedar, y cuando se encuentran lo amenaza con un arma. Tras una pelea a puñetazos entre ambos, es Demir quien acaba empuñando la pistola, pero finalmente decide no apretar el gatillo y no vengar la muerte de su padre, como siempre había querido, porque le prometió a Öykü no volver a hacer daño a nadie. Así, acaba perdonándole la vida al miserable de Ahmet, al que amenaza diciéndole que la próxima vez no lo perdonará.

Ahmet está dispuesto a vengarse de Demir.

Ugur se siente traicionado y abanadonado por todos

Una semana después, Cemal está mucho más recuperado y Öykü ingresa en el hospital para someterse al trasplante de médula. Afortunadamente todo va de maravilla, y dos semanas después consigue el alta el mismo día en el que también Cemal está listo para salir del hospital. La niña le dice que vaya a casa a cenar con ellos, y éste accede, pero quien no va es Ugur, pues aunque va a ver a Öykü y a llevarle unas flores, Demir sigue sin querer saber nada de él. 

Öykü invita a cenar a su casa a Cemal, para celebrar su recuperación.

A la salida del hospital, Ugur los sigue hasta casa de Demir y se queda hundido al ver que todos le han dado la espalda. Demir, Öykü, Cemal, Candan y hasta su querida Sevgi están en casa celebrando la recuperación de la niña, y él ha quedado excluido en su grupo de amigos. Pero su dolor se convierte en ira cuando ve que tras la cena Cemal sale de la casa acompañado de Sevgi, pues se ha ofrecido llevarla en coche. "¿En qué momento me convertí yo en el malo de la película? ¿Qué he hecho para merecer esto?", grita desolado y lleno de rabia.

En plena noche, Ugur no para de hacerse preguntas, de beber alcohol y lamentar cómo ha podido quedarse solo y abandonado por sus amigos. "¡No puedo aceptar esto!", se dice a sí mismo.

Incendian la casa de Öykü, Demir y Candan ¡con ellos dentro!

Cuando en casa de Öykü todos duermen, de repente vemos que la tranquilidad que reina en el hogar con la niña recuperada está a punto de derrumbarse, pues un hombre enmascarado ¡rocía la casa con gasolina y le prende fuego! ¿Habrá sido Ugur, como venganza por el rechazo? ¿Os es Ahmet, que quiere acabar con Demir y los suyos? ¿Conseguirán salvarse? ¡Menudo final más trepidante!