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Este domingo, bombazo en “Mi hija”. ¡No te pierdas lo que pasará esta noche!

Öykü sigue sin memoria en un capítulo 21 que te mantendrá toda la noche pegado al sofá, pues es tremendamente dramático y está cargado de una tensión brutal

Öykü no reconoce a su padre.

A.M

Tal y como vimos la semana pasada, la pequeña Öykü se niega a irse con Demir, al que no reconoce, y sigue plantada ante el antiguo apartamento de su tía esperando a que ésta llegue. Demir, roto de dolor, le pide ayuda a Sevgi, pues la profesora es la única de la que se acuerda la niña, así que ésta la convence por teléfono para que confíe en él y quede a su cuidado. “Tranquila, es un buen amigo de tu tía y ella misma le pidió que te cuidara durante su ausencia. Tuvo que salir de viaje urgente”, le cuenta la profe. 

Sevgi intenta ayudar a Demir.

Öykü accede a ir con Demir, el cual quiere convencerla para llevarla al hospital para que el doctor Ihsan vea el estado en el que se encuentra. Para que no sospeche, le dice que es él quien está enfermo y que le encantaría que lo acompañara. 

En el hospital pronto acuden Sevgi, Ugur y Candan, y entre todos, pero especialmente gracias al ingenio de Demir, que está desesperado por la situación, consiguen engañar a la niña para que el médico le haga pruebas. Sin embargo, los resultados no son nada esclarecedores: el doctor le dice a Demir que no puede determinar si la pérdida de memoria es temporal, y le pide ser paciente y fingir para que su hija siga con su rutina. “No le conviene el estrés”, dice. La niña debe permanecer en el hospital en observación y al día siguiente podrá irse al cole. 

El doctor no tiene buenas noticias para Demir.

Demir se enfrenta a Murat

Mientras, Cemal, preocupado también por la desaparición de Öykü, llama a Candan para saber si hay novedades, y ella le contesta fríamente que la han encontrado, pero que lo que le ha pasado no es asunto suyo. 

Al día siguiente, antes de abandonar el hospital, a Demir le hacen pasar por un despacho y firmar un papel que aparentemente es el alta de la niña. Pero no, es un documento del departamento financiero que declara que la paciente no recibirá el alta hasta qué él pague las deudas, que ascienden ya a 48.000 liras. Furioso, Demir se enfrenta a Murat en su despacho, y está a punto de pegarle cuando llega Candan. 

Demir y Candan están muy preoucpados por Öykü.

Ella, al saber el que fuera su amigo quiere retener a la pequeña hasta que se salde la deuda, estalla y le dice que si eso es una venganza contra ella. “¿Cómo te atreves a utilizar a una niña enferma para lastimarme? Nos llevaremos a Öykü y no nos detendrás”, le grita antes de marcharse. 

Así, llevan a la niña al cole, donde Sevgi ya avisa a los compañeros de que pueden ver rara a Öykü, pero que no le digan nada. 

Candan obliga a Demir a elegir

Quien aparece por el colegio es Cemal, que se acerca hasta el abrigo de la niña para conseguir un pelo para hacerse la prueba de ADN. A la salida del colegio, de vuelta a casa, Öykü no reconoce nada de su hogar, ni siquiera su habitación. 

Öykü no reconoce su casa ni a su familia.

Demir está hundido. Ugur lo llama para proponerle un nuevo atraco con el que poder conseguir dinero para liquidar la deuda con Murat. Candan escucha la conversación e intenta disuadir a su marido, pero éste le dice que no tiene otra opción. Ella es tajante: "Si robas, no volverás a vernos nunca más a Öykü y a mí". "¿Y qué quieres, que la abandone a su suerte?", le dice él. Ambos están desolados.

El "matrimonio" no sabe qué hacer para ayudar a su hija.

La pelea entre Öykü y Demir

Al día siguiente, de camino al colegio, a Demir le cuesta convencer a la niña para que tome sus medicinas. Sigue sin recordar nada. Desoyendo las amenazas de Candan, Demir queda con Ugur para perpetrar el robo. Pero justo cuando están a punto de colarse en la mansión, recibe una llamada de Sevgi diciéndole que su hija se ha caído por las escaleras tras una discusión con Ilayda. 

Demir y Ugur se plantean volver a robar.

Demir acude rápido y ahí se enfrenta a Ayla delante del director del colegio, y le acaba confesando que Öykü está enferma. Ella, sin embargo, sólo muestra desprecio y le dice que no quiere que su hija se eduque en la misma clase que la suya por si se contagia de su enfermedad. Fuera del cole, Demir y la pequeña pasean y comparten momentos divertidos: "Ha sido maravilloso, como si volviéramos a ser padre e hija", dice Demir ya en casa, mientras Candan lo anima y le dice que seguro que pronto recupera todo. 

 

Sin embargo, Öykü se despierta al poco enloquecida llamando a su tía, gritando enfurecida que quiere irse de ahí porque ésa no es su casa. Demir pierde los papeles y le grita que ésa es su casa, su habitación. La niña lo rechaza, le grita, le pide que no la toque y que es un mentiroso.

A la mañana siguiente, como Öykü no quiere desayunar, planean un picnic para que la pequeña recuerde cosas que ya ha vivido para ver si así recupera la memoria.

¡Cemal le confiesa a Öykü que él es su padre!

Cemal, mientras, ya tiene los resultados de su prueba de paternidad. El resultado lo deja sobrecogido. Espera a Öykü fuera de casa de Demir, y los sigue al picnic. Cuando Demir y Ugur están despistados discutiendo, la pequeña ve a Cemal y se acerca a él. "Yo soy tu padre", le revela a la niña, que sigue sin memoria. Del shock, ella se desmaya.