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Cochinillo asado a la segoviana

Un plato emblemático que celebra la tradición culinaria de Segovia, donde la piel crujiente y dorada del cochinillo contrasta con la jugosidad y ternura de la carne, siendo un festín de sabores y tradición española

Cochinillo asado a la segoviana.

El cochinillo asado a la segoviana es un plato icónico de la gastronomía española, especialmente de la ciudad de Segovia. Una curiosidad fascinante sobre este plato es su larga tradición, remontándose a siglos atrás, convirtiéndolo en un verdadero emblema culinario.

Para preparar este plato, se utiliza un lechón o cochinillo joven que se asa al horno a altas temperaturas. La clave está en lograr una piel crujiente y dorada mientras la carne permanece jugosa y tierna. Antes de asar, se sala la piel para obtener esa textura crujiente tan característica.

El cochinillo asado a la segoviana es reconocido por su presentación espectacular, ya que se sirve tradicionalmente en porciones individuales utilizando platos de barro. Su sabor es exquisito y su textura crujiente en el exterior contrasta maravillosamente con la suavidad y jugosidad de la carne.

Este plato es un símbolo de celebración y ocasiones especiales en España. Su elaboración requiere precisión y cuidado, y disfrutarlo es una experiencia que une la historia culinaria con la degustación de un manjar tradicional y delicioso.

Ingredientes
• 1 cochinillo
• 70 g de manteca de cerdo
• 200 ml de vinagre
• 4 dientes de ajo
• 1 taza de vino blanco
• 1 taza de agua
• sal
• pimienta

Tiempo Total1 hora 5 minutos

Preparación5 minutos

Cocción1 hora

Coste

Dificultad

Segundo plato Tipo de plato

Sin gluten Tipo de dieta

Invierno Temporada

4 Porciones

Pasos

  • 01.

    Precalienta el horno a 180ºC. Embadurna el cochinillo con el vinagre, sal y pimienta y colócalo en una fuente con la piel hacia abajo.

  • 02.

    Vierte el vino en un plato, el agua en otro y coloca encima la fuente con el cochinillo. Introdúcelos en el horno y cuece el cochinillo durante unos 30 minutos.

  • 03.

    Dale la vuelta, pincha la piel con un tenedor y embadúrnala con manteca. Regrésalo al horno y termina de asarlo: la la piel debe quedar dorada y crujiente.

  • 04.

    Sirve el cochinillo troceado y acompáñalo, si lo deseas, con un poco de ensalada verde.

El truco de Pronto

No te olvides de secar bien la piel del cochinillo antes de asarlo.

El cochinillo asado a la segoviana es un plato clásico y delicioso. Un truco para lograr un cochinillo jugoso con una piel crujiente es la técnica de cocinar a baja temperatura y luego aumentar el calor al final para dorar la piel.

Para empezar, es importante secar bien la piel del cochinillo antes de asarlo. Esto ayudará a obtener una piel más crujiente. Además, hacer cortes en la piel del cochinillo con un cuchillo afilado puede ayudar a que la grasa se derrita durante la cocción y permitir que la piel se ponga crujiente.

La cocción lenta y a baja temperatura es clave. Puedes comenzar asando el cochinillo a una temperatura baja y constante durante un tiempo prolongado para que la carne se cocine suavemente y se vuelva tierna.

Después, aumenta la temperatura del horno hacia el final de la cocción para que la piel se dore y se vuelva crujiente. Esto es crucial para lograr ese exterior dorado y crujiente que hace que el cochinillo sea tan especial.

Además, durante el proceso de cocción, puedes regar el cochinillo con su propio jugo o con caldo para mantener la humedad y evitar que la carne se reseque.

Con esta técnica cuidadosa y un buen control de la temperatura, lograrás un cochinillo asado a la segoviana con una piel crujiente y una carne jugosa y tierna. ¡A disfrutar!