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Depresión: cómo detectar si sólo se sufre tristeza o hay algo más grave

Hay momentos en los que nos sentmos más apagados, sensibles y sin ganas de nada, sobre todo cuando se acercan fechas navideñas. Es algo normal, siempre y cuando no se alargue en el tiempo ni existan otros síntomas que puedan dar pie a algo más grave. Te contamos cómo detectarlos

Si tienes dudas sobre si puedes estar en depresión, no dudes en contactar con un profesional de la salud.

Si tienes dudas sobre si puedes estar en depresión, no dudes en contactar con un profesional de la salud.

G.G
Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética.

Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética.

En ocasiones, sobre todo ante circunstancias difíciles, podemos experimentar una sensación de apatía general y decir que estamos deprimidos, cuando, en realidad, lo que sentimos es tristeza, un estado emocional muy habitual y pasajero, pero que si se mantiene durante demasiado tiempo puede dar lugar a una depresión, un trastorno más difícil de tratar y que requiere actuación médica inmediata. Ambas comparten numerosos síntomas, por lo que es habitual que la depresión quede enmascarada muchas veces bajo signos de tristeza, y resulta clave distinguirlas para poder tratarla cuanto antes.

Un estado de ánimo pasajero

Todos nos hemos sentido tristes alguna vez y, en la mayoría de casos, conocemos el motivo que provoca este sentimiento. Las circunstancias adversas e inesperadas nos sumen en un bajo estado de ánimo (apatía, ganas de llorar, melancolía, etc.), con una intensidad que irá disminuyendo con el tiempo y que no suele tener una duración excesiva. Se trata de un estado de ánimo pasajero, una reacción emocional totalmente normal y exenta de peligro.

Suele provenir de una pérdida. Esta reacción emocional aparece de forma natural ante un hecho negativo: una mala época, la muerte de un ser querido, la pérdida del trabajo, el diagnóstico de una enfermedad, no alcanzar una meta, etc. En ocasiones, puede tener un origen hormonal o incluso no saber exactamente por qué nos sentimos así, pero la clave es que no se alargue más allá de unas semanas o se den una serie de síntomas preocupantes que indiquen que hay algo más serio tras esa capa de tristeza.

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La cara grave de la moneda

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Cuando los signos se mantienen de forma continuada durante más de dos semanas, se intensifican o se añaden otros más alarmantes, creando una situación crónica de malestar y abatimiento, es muy probable que se trate de depresión. Más de 2,4 millones de españoles la sufren, entre ellos un 5% de adolescentes y un 2% de niños, y, según la Sociedad Española de Psiquiatría, entre el 10 y el 15% de la población tendrá alguna vez un cuadro depresivo en su vida.

Este trastorno constituye la primera causa mundial de discapacidad y, aunque dos de cada tres casos se curan, el 50% de los pacientes con depresión no llega a ser tratado correctamente y hay al menos un 30% de personas afectadas a las que no se les ha diagnosticado.

¿Qué provoca una depresión?

Existen factores genéticos y otros físicos, como pueden ser un descenso en los niveles de serotonina en el cerebro y/o procesos inflamatorios provocados por un exceso de estrés. A nivel emocional, la persona afectada desconoce la causa exacta que le causa los síntomas depresivos, porque, en ocasiones, éstos aparecen meses después de aquello que los ha generado.

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Signos de alerta

Si se cumplen cinco o más de estas señales durante más de 15 días, se debe ir al médico para que nos haga una primera evaluación y determine los pasos a seguir.

Estado depresivo la mayor parte del día. Tristeza continua, intensas ganas de llorar, apatía, fatiga y cansancio, etc.

Abulia. Falta extrema de motivación, no se siente iniciativa ni energía para hacer nada, sólo se desea estar en la cama.

Anhedonia. Incapacidad de disfrutar de nada de lo que se hace, incluso si antes interesaba o gustaba.

Bajada de peso. Se pierde el apetito y la ansiedad puede provocar vómitos y problemas gastrointestinales, que se traducen en una rápida pérdida de peso. También puede darse el caso contrario y engordar sin motivo aparente.

Pensamientos negativos recurrentes. Creer que no se vale para nada y tener un sentimiento de culpabilidad constante. Se puede llegar a pensar en el suicidio.

Insomnio y fatiga continuo. A pesar de sentir una falta de energía constante, los trastornos depresivos suelen provocar insomnio y somnolencia diarios.

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Falta de concentración. Es normal olvidarse cosas y no poder centrarse en nada.

Fobia social. La persona depresiva suele aislarse y no quiere ver a nadie.

Los pasos a seguir para tratar un trastorno depresivo

Debes atender rápidamente cualquiera de los síntomas descritos y ponerte en manos de un especialista para lograr una rápida recuperación. Date el tiempo que necesites, mímate y sigue estos consejos para que el camino se te haga más fácil y corto. Tú puedes conseguirlo.

1. Acude a un profesional. Es el primer paso y el más importante, porque sólo un especialista te dará las pautas para tratar la depresión. Éstas pueden pasar por la toma de fármacos y/o sesiones de psicología.

2. Habla con tu familia. Aunque te cueste, debes intentar dejar salir esos sentimientos que te hieren. Hacerlo con los que te quieren te lo pondrá más fácil, ya que ellos nunca te van a juzgar ni a criticar.

3. Cuida tu alimentación. La dieta está relacionada con la salud emocional, así que evita todo lo que puedas las grasas saturadas, los procesados y los azúcares. Comer frutas, verduras, legumbres, frutos secos y alimentos ricos en triptófano y magnesio (que facilitan la creación de serotonina) te ayudará a subir tu estado de ánimo. 10 alimentos para calmar la ansiedad

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4. No te presiones. Aparca las normas sociales y no te obligues a realizar cosas que no te hagan sentir bien. Si se acercan las Navidades, pero a ti no te apetecen grandes celebraciones ni estar con mucha gente, haz algo en "petit comité", con lo que te sientas cómoda y tranquila. No fuerces tu bienestar.

5. Busca tu motivación. Aunque no tengas ganas de nada, realizar alguna actividad relajante o que te guste puede ayudarte mucho para disminuir los principales síntomas de la depresión, incluso los más incapacitantes, como la ansiedad.

6. Delega. Muchas veces es el exceso de obligaciones el que nos provoca tal grado de estrés que puede derivar en depresión. Aprende a delegar en los demás y cuídate.

Test: Descubre qué sientes

Contesta con sinceridad estas preguntas para determinar si lo que experimentas es un bajo estado de ánimo transitorio o puede convertirse en algo más.

 

¿Desde cuándo te sientes triste?

A: No hace mucho, menos mal que es algo que no me impide llevar una vida normal.

B: No lo sé, pero siento que cada vez va a más.

C: Ni lo recuerdo, me parece que hace siglos ya.

 

¿Te cuesta esfuerzo realizar las tareas cotidianas?

A: No mucho, aunque a veces no tengo demasiadas ganas.

B: Depende de cuáles sean, sí que me cuestan bastante.

C: Totalmente, creo que no soy la misma persona.

 

¿Te has notado más despistado/a?

A: Puede ser que se me haya olvidado algo con tantas cosas como tengo en la cabeza.

B: Sí, la verdad es que sí.

C: Tengo serios problemas para recordar cosas sencillas que han pasado hace poco.

 

Háblanos de tu vida social...

A: No tengo tiempo para salir, aunque lo intento siempre que puedo.

B: Me cuesta más quedar con la gente, sobre todo si hay mucha o no la conozco.

C: Soy incapaz de salir a la calle o coger el teléfono, y ya no hablemos de ir a un centro comercial...

 

Mayoría de respuestas A: Estás atravesando una época de tristeza que acabará pasando. Apóyate en los tuyos para superarla.

Mayoría de respuestas B: Tu bajo estado de ánimo dura ya demasiado y debes atajar los síntomas para que no vayan a más.

Mayoría de respuestas C: Tus respuestas delatan que podrías sufrir un episodio depresivo, ve al médico a que te valore.

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