Anemia: 6 síntomas clave y cómo abordar esta enfermedad silenciosa hoy mismo
¿Te sientes siempre cansada? Podría ser anemia, una enfermedad que sufre más de un 20% de la población. Sin embargo, muchas personas conviven con la anemia sin saberlo.

La fatiga es uno de los síntomas más frecuentes cuando una persona sufre anemia.
Las personas que sufren anemia tienen una disminución de glóbulos rojos o de la hemoglobina en la sangre. Esto impide que el oxígeno llegue bien a los tejidos. El resultado: fatiga persistente, palidez, dificultad para concentrarse, y otras señales que, a veces, pueden pasar desapercibidas.
Los niños pequeños, las mujeres en edad fértil, las embarazadas y las personas mayores son los más vulnerables a esta enfermedad. ¿La buena noticia? Puede tratarse de forma eficaz y más si se detecta a tiempo.
¿Qué causa la anemia? Tipos, origen y tratamientos
La anemia no siempre tiene la misma causa ni requiere el mismo tratamiento. Estas son las formas de anemia más frecuentes y lo que debes saber sobre cada una:
Anemia ferropénica: la más común
Se debe a la falta de hierro, un minera que es fundamental para producir hemoglobina. La anemia ferropénica Puede estar causada por menstruaciones abundantes, hemorragias digestivas (úlceras, diverticulitis) o una alimentación pobre en este mineral.
Otros culpables ocultos son enfermedades como la celiaquía, la infección por Helicobacter pylori, o ciertas gastritis que dificultan la absorción del hierro. También tomar algunos medicamentos como los antiinflamatorios o los corticoides pueden interferir en la asimilación del hierro.
Tratamiento:
Se recomienda un análisis de sangre para evaluar los niveles de ferritina, hierro sérico y glóbulos rojos. A partir del diagnóstico, el médico prescribe en la mayoría de los casos una suplementación oral con hierro. Si éstos se toman acompañados de alimentos ricos en vitamina C como cítricos, kiwi o tomate para mejorar su absorción. En casos más graves, estos suplementos de hierro pueden administrarse por vía intravenosa.

Durante el embarazo es importante revisar los niveles de hierro en la sangre mediante una analítica.
Anemia megaloblástica: falta de vitamina B12 o ácido fólico
Esta forma de anemia aparece cuando el cuerpo no tiene unos niveles suficientes de vitamina B12 o de ácido fólico, ambos necesarios para producir glóbulos rojos sanos. Cuando falta se habla de anemia megaloblástica porque los glóbulos rojos se presentan anormalmente grandes.
Una de las causas puede ser seguir una dieta vegetariana sin añadir una suplementación adecuada en vitamina B12, ya que los alimentos de origen animal son los que aportan este nutriente. Otra causa posible es la falta de las células del estómago responsables de producir el factor intrínseco y que es fundamentales para la buena asimilación de vitamina B12.
La carencia de ácido fólico puede estar relacionada con una dieta poco rica en vegetales de hojas verdes, el embarazo –un momento en que las necesidades en este nutriente aumentan– o un consumo excesivo de alcohol.
Tratamiento:
Una de las primeras medidas a tomar es la de someter a la persona a un análisis de sangre para medir los niveles de B12 y de ácido fólico y evaluar el tamaño de los glóbulos rojos. También ser realizarán realizar pruebas para investigar la presencia de anticuerpos que destruyen el factor intrínseco. Se recomienda suplementar y seguir una dieta rica en carne, pescado, huevos, espinacas, lentejas y brócoli.

La carencia de ácido fólico puede estar relacionada con una dieta poco rica en vegetales de hojas verdes, que aportan este nutriente.
Anemia hemolítica: destrucción prematura de glóbulos rojos
En este tipo de anemia, los glóbulos rojos mueren antes de lo normal (menos de 120 días que su tiempo de vida). Las causas pueden ser genéticas, autoinmunes, infecciosas o medicamentosas.
Tratamiento:
Según el caso, puede incluir corticoides, inmunosupresores o transfusiones de sangre. Un diagnóstico preciso es clave.
Anemia aplásica: problema en la médula ósea
En este tipo de anemia la médula ósea no produce suficientes glóbulos rojos. Puede deberse a factores como la leucemia, quimioterapia, exposición a tóxicos o enfermedades autoinmunes.
Tratamiento:
Biopsia de médula ósea, inmunosupresores o incluso un trasplante de médula ósea en casos graves.

Mediante un análisis de sangre se evaluarán los glóbulos rojos, los niveles de hemoglobina, ferritina, hierro sérico, B12 y ácido fólico.
Anemia por enfermedades crónicas
Enfermedades como la artritis reumatoide, el VIH o el cáncer pueden producir inflamación persistente que inhibe la producción de glóbulos rojos.
Tratamiento:
Controlar la enfermedad base y, en algunos casos, administrar eritropoyetina, una hormona que estimula la producción de glóbulos rojos.
¿Cómo saber si tienes anemia? Síntomas clave que no deberías ignorar
A veces la anemia se esconde tras síntomas vagos, pero cuando sabes qué observar, se vuelve más fácil detectarla. Estos son los síntomas más frecuentes:
1. Fatiga que no mejora con el descanso
Sentirse agotada constantemente, aunque duermas bien, es uno de los primeros signos. El cuerpo no recibe suficiente oxígeno y lo que se expresa con un cansancio persistente.
2. Palidez en la piel y mucosas
La cara, las encías y el interior de los párpados pueden lucir más pálidos de lo habitual. Es una señal visible de baja hemoglobina.
3. Falta de aire al hacer esfuerzo
¿Subes unas escaleras y te falta el aliento? El oxígeno no llega bien a los músculos y se nota en la respiración rápida o entrecortada.
4. Uñas frágiles y cabello debilitado
El hierro también es necesario para la salud del pelo y las uñas. Su déficit provoca la caída del cabello y también uñas más quebradizas.
5. Dificultad para concentrarte
La falta de oxígeno en el cerebro puede generar también problemas de memoria, atención y claridad mental.
6. Menstruaciones abundantes o caída del cabello
En las mujeres, una menstruación abundante puede ser causa de anemia ferropénica, lo que además de cansancio y otros síntomas puede acompañarse de la pérdida de cabello de lo normal.

La anemia ferropénica es la más común y en España la sufren un 20% de mujeres en edad fértil.
Otras preguntas frecuentes sobre la anemia
¿Qué es exactamente la anemia?
Es una condición en la que los glóbulos rojos o la hemoglobina son insuficientes para transportar oxígeno a los tejidos.
¿Cuáles son las causas más comunes de la anemia?
La deficiencia de hierro, de vitamina B12, de ácido fólico, enfermedades autoinmunes, genéticas o crónicas.
¿Cómo se diagnostica la anemia?
Con un análisis de sangre llamado hemograma, que mide glóbulos rojos, hemoglobina, ferritina, hierro sérico, B12 y ácido fólico.
¿La anemia puede prevenirse?
Sí, con una alimentación equilibrada rica en hierro, frutas, verduras de hoja verde, y control médico en poblaciones de riesgo.
¿La anemia es peligrosa si no se trata?
Sí. Puede afectar al corazón, al cerebro y al sistema inmunológico, además de reducir la calidad de vida.