Alergias de primavera: 6 medidas muy efectivas para mantenerlas a raya

Los neumoalérgenos (sustancias que producen alergia en las vías respiratorias) se multiplican en el aire durante la primavera y, al entrar en contacto con ellos, el sistema inmunitario de ciertas personas desencadena una reacción exagerada.

Se manifiesta con distintos síntomas como picor en los ojos, en la nariz, en la garganta y en el paladar, estornudos, tos, lagrimeo, congestión nasal y fatiga. A veces incluso se pueden producir trastornos más graves como opresión en el pecho, pitidos y dificultad para respirar. 

Estos son los principales alérgenos 

Polen. En España hay más de 8 millones de alérgicos a esta sustancia que produce molestias sobre todo en los meses de primavera cuando la mayoría de especies vegetales liberan miles de granos de partículas de polen para la floración. Se puede ser alérgico a más de un tipo de polen.

Conviene que la persona alérgica conozca a cuál (o cuáles) es sensible y averigüe cuándo y dónde es más abundante, ya que, cuánto más concentrado esté en el ambiente, más síntomas puede producir. 

- El polen de las gramíneas, que abunda en todo el país excepto en el litoral mediterráneo, es el que más número de alergias desencadena en España en los meses de abril a julio. Suele registrarse un pico en el mes de mayo. 

- La alergia al polen del platanero de sombra es frecuente en ciudades como Madrid, Barcelona y Zaragoza. Alrededor de un 25% de los árboles que hay en ellas pertenecen a esta especie. Además, tiene una polinización explosiva en los meses de marzo y abril. 

- La alergia al polen de olivo es más habitual en el sur de España en los meses de mayo y junio. 

Ácaros. Después del polen es la segunda causa de alergias y en algunas regiones de España llega a afectar hasta el 30% de la población. Están presentes todo el año en el polvo, pero en primavera y en otoño son más abundantes. 

Hongos. Se desarrollan tanto en el exterior como en el interior. Los compuestos orgánicos volátiles que emiten desencadenan reacciones alérgicas. La variedad responsable de más alergias en el exterior es la Alternaria y en el interior la Aspergillus.

Las pruebas que necesitas para saber qué causa tu alergia 

Test de alérgenos. Además de la historia clínica para determinar qué lugares y momentos propician la aparición de los síntomas en la persona, el alergólogo puede realizar una prueba que consiste en introducir debajo de la piel, en la cara anterior del antebrazo, una gota de cada posible alérgeno.

Si aparece reacción (enrojecimiento, hinchazón, etc.) en el lugar de la inyección del alérgeno 20 minutos después, se confirma la alergia a la sustancia.

Prueba de IgE. Un análisis de sangre mide la concentración de distintos anticuerpos fabricados por el sistema inmunitario frente a cada alérgeno.

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Los tratamientos para frenar los síntomas

Lavados de fosas nasales. Realizados con suero fisiológico o con agua de mar ayudan a eliminar las sustancias alergénicas que se acumulan en la nariz.

Antihistamínicos. Eliminan los síntomas al bloquear la histamina, la sustancia que el cuerpo fabrica ante el alérgeno y que los origina.

Descongestivos intranasales. Se introducen en la nariz para destaponarla, aunque suele ser aconsejable utilizarlos solo esporádicamente.

Broncodilatadores. Son necesarios cuando la alergia produce dificultad para respirar o asma.

Aerosoles nasales con corticoides. Bajan la inflamación y abren las vías respiratorias. Si el asma es severo, puede ser necesario asociarlos a broncodilatadores de larga duración.

Antileucotrienos. Se utilizan si hay asma. Disminuyen los leucotrienos, unas sustancias que se acumulan en los bronquios.

Inmunoterapia. En este tratamiento personalizado se preparan dosis con el alérgeno que van de menos a más. El objetivo es que el sistema inmunitario llegue a tolerarlo sin reaccionar. Se trata de unas vacunas que se administran con inyecciones subcutáneas una vez al mes, mediante gotas o con pastillas que se mantienen unos minutos bajo la lengua y se suelen tomar cada día o a días alternos. El tratamiento puede durar hasta tres años.

Bioterapia. Elaborada a partir de un anticuerpo específico producido por los linfocitos B del cuerpo, impide la activación de las células proinflamatorias.

6 reglas para reducir el riesgo de alergia

1. Planea tus salidas. Si sabes a qué tipo de polen eres alérgico, averigua en qué lugares se encuentra y cuál es su nivel de concentración para evitar exponerte a él cuando su presencia sea elevada.

2. Airea la casa por la noche. Es el mejor momento porque a esta hora hay menos cantidad de polen en el ambiente.

3. Filtra el aire. Además de viajar con las ventanillas del coche subidas, coloca un filtro antipolen en tu vehículo. En casa recurre a un purificador de aire con filtro HEPA. Protegerán tus vías respiratorias.

4. No tiendas en el exterior. Así evitarás que la ropa –como las sábanas– se llenen de sustancias que puedan causarte alergia sobre todo por la noche. Además, pulveriza la casa con agua antes de acostarte para dormir mejor.

5. Dúchate al llegar a casa. Eliminarás los alérgenos de la piel y del cabello y reducirás los síntomas de la alergia.

6. Lleva gafas y mascarilla. Te protegerán de los alérgenos que flotan en el aire. Las mascarillas FFP (Filtering Face Piece) reducen hasta un 80% las partículas de pólenes y polvo en el aire que inhalas.   

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Verdadero o Falso

La mitad de la población mundial podría padecer algún tipo de alergia en el 2050, según la OMS. Distintos factores, muchos de ellos relacionados con nuestro estilo de vida, están implicados en el desarrollo de las mismas. Estos son algunos a tener en cuenta.

La lactancia disminuye el riesgo de alergia

Verdadero. Se ha demostrado que los niños que han sido amamantados durante los primeros seis meses de vida tienen una mayor protección frente a las alergias hasta los 10 años.

Hay más alergias en el campo que en la ciudad

Falso. En las zonas rurales hay más cantidad de pólenes, pero es en las ciudades donde se producen más casos de alergia. Un 40% de la población urbana presenta síntomas de rinitis alérgica y cerca de un 15% ha sufrido algún episodio de asma. Las partículas contaminantes emitidas por los coches incrementan la reactividad del sistema inmunitario al polen y la presencia del platanero de sombra están entre las causas.

La alergia al polen no afecta a los niños

Falso. Cada vez hay más niños con alergia y el número de niños alérgicos aumenta un 2% cada año en España. ¿Las causas? Un mayor tiempo de polinización por el calentamiento global, un exceso de higiene y el abuso de antibióticos, entre otras.

La guardería protege de las alergias

Verdadero. Según un estudio entre los 5 y 14 años el riesgo de tener alergia es inferior en los niños que han ido a la guardería entre los 6 y 11 meses al haber estado expuestos a más infecciones.