Kate Middleton y Guillermo quieren expulsar a Andrés de su castillo, donde vive gratis: "No le soportan"
Los Príncipes de Gales lideran el movimiento dentro de la Familia Real británica para apartar definitivamente al príncipe Andrés de Royal Lodge, su residencia en Windsor
Hace apenas unos días se hacía oficial: el príncipe Andrés renuncia a todos sus títulos reales, incluido el de Duque de York. La decisión supone el paso definitivo en su retirada de la vida pública, iniciada hace años tras dejar sus funciones de representación oficial de la familia real a raíz de su implicación en el caso Epstein, uno de los mayores escándalos que ha salpicado a la monarquía británica en las últimas décadas.
En este contexto, Kate Middleton y el príncipe Guillermo habrían decidido dar un paso más y liderar la iniciativa para expulsar a Andrés de Royal Lodge, la mansión situada en la finca de Windsor donde vive desde hace más de veinte años sin pagar ningún tipo de alquiler.
Kate y Guillermo no soportan a Andrés.
La mala relación de Guillermo y su tío Andrés
Según la periodista Tina Brown, biógrafa y antigua amiga de la princesa Diana, los príncipes de Gales "no soportan" a Andrés y "solo quieren que desaparezca". La escritora asegura que su presencia en Windsor amenaza la tranquilidad de Kate y Guillermo, que en los próximos meses se mudarán a su nuevo hogar, Forest Lodge, también dentro del mismo complejo real de Windsor.
La postura de Guillermo refleja, según varios analistas británicos, su creciente peso dentro de la institución, especialmente mientras su padre, el rey Carlos III, continúa recibiendo tratamiento médico. "Estos intentos de exiliar a su tío demuestran que Guillermo está comenzando a tomar las riendas de la Corona", apunta Brown.
El príncipe Guillermo y el príncipe Andrés en el funeral de la duquesa de Kent. Redes sociales
El Royal Lodge: una residencia de lujo y un alquiler inexistente
El Royal Lodge, una propiedad catalogada de grado II en el corazón de Windsor, se ha convertido en el símbolo del privilegio que rodea al príncipe Andrés. Allí reside desde hace más de dos décadas junto a su exesposa Sarah Ferguson, pese a no abonar ningún alquiler.
El coste estimado de la vivienda rondaría las 260.000 libras anuales (unos 298.000 euros), y según el 'Daily Mail', el príncipe firmó un contrato de arrendamiento de 75 años a cambio de un pago único de 1 millón de libras. Además, debía asumir los costes de mantenimiento y reforma, que en su momento superaron los 7,5 millones de libras.
Sin embargo, fuentes cercanas al palacio de Buckingham aseguran que el príncipe habría tenido dificultades para mantener la propiedad en buen estado, recurriendo a inversiones personales y legados familiares para afrontar los gastos.
El Royal Lodge, la residencia de Andrés de Inglaterra desde 2004.
Nuevas investigaciones y un futuro incierto para el príncipe Andrés
A la presión familiar se suma ahora un nuevo frente judicial. Scotland Yard ha confirmado que estudia una denuncia relacionada con la investigación sobre Virginia Giuffre, la víctima del caso Epstein que acusó a Andrés de haber mantenido relaciones con ella cuando era menor de edad, hechos que él siempre ha negado. Según informaciones recientes, el príncipe habría pedido a un agente de seguridad que obtuviera información confidencial sobre Giuffre, lo que ha motivado la apertura de una investigación interna.
El malestar en Reino Unido crece a medida que salen a la luz nuevos detalles sobre su modo de vida. El político Robert Jenrick ha criticado duramente la situación: "No veo por qué el contribuyente debe seguir pagando la factura. El público está harto del príncipe Andrés".