Pronto
  1. Home
  2. Noticias del corazón
  3. Famosos

Almudena Cid: “Dentro del dolor que tengo que pasar, elijo estar bien”

Superando poco a poco su separación de Christian Gálvez, la ex gimnasta y actriz se ha volcado en “Una historia de amor”, que se estrenó el 27 de enero en el Teatro Infanta Isabel de Madrid

A Almudena, a pesar de su simpatía, se le nota la tristeza en la mirada.

A Almudena, a pesar de su simpatía, se le nota la tristeza en la mirada.

A.M

La ex gimnasta vasca de 41 años afirma que participar en la obra “Una historia de amor” le ha ayudado a sanarse, a sacar algo positivo del dolor y, lo más importante, a aprender que ella debe estar por encima de todo, incluso a pesar de esa tendencia que le ha dado el deporte de entregarse a los demás. 

En un momento de reconstrucción interior, Almudena Cid vuelve a subir el telón para seguir creciendo como actriz y recibir ese aplauso reconfortante que tanto necesita. 

“Estoy disfrutando un montón”

PRONTO: ¿Cómo te sientes con “Una historia de amor”?

ALMUDENA CID: Tengo cuatro personajes y uno de ellos es el de Clara, que lo hago bailando. Es muy sutil lo que hago, es etéreo, muy volátil, espumoso. Es un personaje que es precioso y me permite estar con mucha relajación sobre el escenario y lo estoy disfrutando un montón. Tengo que estar sobre el escenario bailando, pero sin tener que mostrar grandes cualidades. Cuando en el deporte era todo lo contrario.

P.: ¿Dónde pasas más nervios, en el escenario o en el tapiz?

A.C.: En el deporte. Y no porque pasase nervios en sí, sino porque me jugaba todo en 90 segundos. Pero en teatro el hecho de estar acompañada, saber que un error puede ser arreglado y que te lo puede arreglar tu compañero, hace que tu presión o tu expectativa disminuya muchísimo. Y hay otra cosa que favorece para mí mucho, que es que el patio de butacas no esté iluminado. Porque en el pabellón tienes la luz y ves la cara de los jueces, y tienes que hacer efecto burbuja y un trabajo psicológico importante para aislarte. Aquí es distinto, todo es más pequeñito, con menos gente, sientes al público muy cerca, ¡los oyes hasta sonarse los mocos! Es una sensación tan distinta y, para mí, tan romántica que lo estoy disfrutando.

P.: ¿Sientes que te están tomando ya más en serio como actriz?

A.C.: Lo noto. Primero, porque la evidencia es que estoy en el cartel de esta obra con estos actores. En el deporte veía imposible estar con arrugas sobre un tapiz y, de repente, veo en el escenario a mujeres con arrugas en sus rostros y tan maduras… ves que aquí hay tiempo. Es otro escalón hacia arriba, es muy gratificante.

P.: ¿Te has sentido arropada por los compañeros, a pesar de venir de otro mundo?

A.C.: Yo solo tengo agradecimiento, no solo por la acogida, ha habido mucha unión, mucho compañerismo y creo que por eso esta función con una estructura tan compleja la hemos podido hacer tan rápido. Hemos estado todos a uno.

P.:  Estás acostumbrada a los aplausos de la competición pero, ¿qué tiene de especial el aplauso del público del teatro?

A.C.: El aplauso del público del teatro es menos fanático, porque en la gimnasia hay mucha euforia y mucha gente joven y niños. El del teatro es un público más maduro y más adulto, en las gradas son más niñas con los padres.

P.: ¿Eres muy exigente contigo misma?

A.C.: Sí, demasiado. Pero, ya me conozco un poco, me voy controlando.

“No me he desilusionado ante el amor, he madurado”

P.: ¿Qué te ha enseñado esta obra de teatro sobre el amor?

A.C.: Te da un poco de calma, dentro del dolor que uno vive con lo que va ocurriendo porque hay enfermedades, una ruptura, hay culpa… He aprendido que la vida también es esto, que la vida es la enfermedad, las rupturas, que son las segundas oportunidades desde un lugar completamente distinto al que pensabas y querías. Es mágica.

P.:  ¿Tenemos muy idealizado el concepto del amor?

A.C.: Creo que de la vida. Hasta que no te viene un golpe fuerte que te genera un trauma vas por la vida tirando, incluso disfrutando. Uno no quiere contemplar que puede venir algo malo porque uno está centrado en el momento. 

P.: ¿Te ha desilusionado el amor?

A.C.: No. Creo que he madurado, tengo esa cosa servicial porque vengo de un deporte donde todo era “no” y “haz”, siempre trabajando hacia la perfección y a mejorar. De tirar y de decir que no duele, he creído que la vida era eso. Y me he dado cuenta ahora.

P.: ¿Qué crees que hace que un cuento de hadas no tenga un final feliz?

A.C.: Es que el final lo elige uno también, como quiera estar uno en ese final. Y yo elijo estar bien, dentro de la transición que uno tengo que pasar del dolor, quiero estar bien.

P.: ¿Has sacado algo bueno del dolor, entonces?

A.C.: (Se emociona). Es que he visto belleza en el dolor y, cuando lo digo, lo digo de verdad. Han aparecido personas que estaban a mi alrededor y, de repente, me han salvado. Compañeros que me han sostenido.

P.: ¿Vas a seguir escribiendo?

A.C.: Terminé la colección, sí me gustaría una novela adulta, de ficción con realidad porque uno siempre escribe desde algo propio.

P.: ¿Seguirás vinculada con el deporte?

A.C.: En principio, con las retransmisiones igual. La gimnasia la tengo dentro, sigo con mi web y con mis cosas.

P.: Se ha dicho que ibas a estrenarte como reportera.

A.C.: Eso es falso. 

Loading…