El gran drama de Carmen Lomana: así fue la trágica pérdida del amor de su vida, Guillermo Capdevila
La desgarradora pérdida de Carmen Lomana que marcó su vida para siempre

Carmen Lomana en 'Y ahora Sonsoles'
La vida de Carmen Lomana ha estado siempre rodeada de lujo, alta costura y glamour, pero detrás de su eterna sonrisa se esconde una historia de amor y tragedia que ha dejado una huella imborrable en su corazón. Su gran amor, Guillermo Capdevila, un brillante diseñador industrial chileno, fue mucho más que su marido: fue su compañero, su cómplice y su alma gemela. La historia de ambos, que comenzó como un cuento de hadas, terminó abruptamente en un episodio que ella aún recuerda con profundo dolor.
El flechazo en Londres que cambió su destino
Corría el año 1974 cuando Carmen, con tan solo 22 años, conoció a Guillermo en un club de jazz en Londres. Él, de 27, estaba realizando un doctorado en diseño industrial, mientras ella trabajaba para el Banco Santander. Desde el primer momento, sintieron una conexión especial. “Él era un chico muy comprometido políticamente, muy bohemio, que tenía una brillantez y una cultura que me volvió loca de amor”, ha confesado Lomana en más de una ocasión.
A pesar de tener visiones políticas opuestas -él con ideas socialistas y ella más cercana al conservadurismo-, el amor que los unía fue más fuerte que cualquier diferencia. Solo seis meses después de conocerse, sellaron su historia de amor con una boda íntima y mágica en una iglesia románica de Llanes, Asturias.

La boda de Carmen Lomana y Guillermo Capdevila
Un matrimonio lleno de amor y sin hijos
La pareja no tuvo descendencia debido a un problema de salud que dejó estéril a Carmen. Un golpe duro que, sin embargo, nunca logró separarles. “Le dije a Guillermo que, como no podía darle hijos, no podíamos seguir juntos, pero él se negó. Me dijo que estaba conmigo porque me quería, que los hijos son consecuencia del amor y que si no los teníamos íbamos a ser igual de felices”. Estas palabras, llenas de ternura y generosidad, definieron a la perfección la unión entre ambos.
Juntos compartieron una vida cosmopolita, viajando por el mundo y disfrutando de temporadas en ciudades como San Francisco o Hong Kong, donde Guillermo tenía importantes clientes. Vivían como eternos novios, con una complicidad envidiable.
El fatídico accidente que lo cambió todo
Todo cambió aquel trágico 9 de enero de 1999. Mientras se encontraba en Pamplona, una placa de hielo en la carretera provocó el accidente que acabó con la vida de Guillermo. “Salió volando por los aires y el accidente le dejó la cabeza destrozada. El airbag no funcionó”, relató Carmen Lomana entre lágrimas.
La escena que encontró al llegar al hospital fue devastadora: “Yo no me lo creía. Cuando entré en la UCI estaba destrozado, tenía una muerte cerebral. Por eso hice donación de órganos”, confesó recientemente en televisión. Aquella noche quedó grabada en su memoria: “Mi hermana me ha recordado que era horrible oírme, era desgarrador escucharme llorar”.
Desde entonces, la vida de Lomana cambió para siempre. “Se terminó completamente. Al no tener hijos... vivíamos como novios. El uno para el otro. Teníamos una vida maravillosa”, explicó con sinceridad.

La boda de Carmen Lomana y Guillermo Capdevila
Una herida que nunca cerró
A pesar del paso del tiempo, Carmen admite que el vacío que dejó Guillermo jamás se ha llenado. “Sé lo que es el dolor físico y el dolor del alma que se produce cuando te falta alguien... El dolor de la pérdida es incomparable con cualquier otra cosa porque es desolador y no se quita nunca”.

Carmen Lomana en 'Cuarto milenio'.
Aunque ha seguido adelante, rodeada de amigos, amores pasajeros y una vida social intensa, hay algo que permanece intacto en su interior: “Guillermo me ha dejado una cicatriz en el corazón que es muy difícil, aunque yo me lo pase muy bien y tenga mis amantes, novios y amigos. Nunca ha llegado un hombre como para enamorarme”.
Una historia de amor verdadero, rota por el destino, que sigue viva en la memoria de una de las mujeres más icónicas de nuestro país.