Isa Pantoja, muy triste: nada le sale bien
La hija de Isabel Pantoja no pasa por su mejor momento: los conflictos con su madre, los suspensos en la universidad y la supuesta crisis con Asraf no le dan respiro
Isa Pantoja no está pasando su mejor verano. La joven siempre saca su mejor cara, pero no puede ignorar los problemas que le están haciendo pasar por un momento triste. El conflicto con Isabel Pantoja, las malas notas en la universidad y la obligación de posponer su boda no ayudan a la hija de tonadillera.
Isa Pantoja: así está siendo su verano más triste
La guerra abierta que enfrenta a la tonadillera Isabel Pantoja con su hijo Kiko Rivera ha impactado de lleno en Isa Pantoja. Su madre dejó de hablarle por razones que no acierta a comprender, y ahora la comunicación es escasa, e incluso ha salpicado a su hijo Albertito.
Y como las desgracias nunca llegan solas, este año está siendo el de los sueños incumplidos. Ha tenido que posponer una vez más su boda con Asraf Beno, de nuevo a causa de la pandemia, entre rumores de crisis que desmiente a golpe de imágenes.
Isa ha compartido una imagen que desmiente la crisis con Asraf
Por si esto fuera poco, y como no hay dos sin tres, ha suspendido dos asignaturas de las 10 que este año cursaba en sus estudios de Derecho. Difícil concentrarse ante tanto contratiempo.
Isa Pantoja desmiente los rumores de crisis con Asraf
No obstante, la joven no se amedranta y no duda en levantar cabeza explicando, sin tapujos, que su relación no está en riesgo. Dicen las malas lenguas que la pareja no está bien a causa de la escasa aportación económica de Asraf. Pero Isa Pantoja se ha defendido asegurando que "nunca discutimos" y añadiendo: "Tenemos ingresos y la gente ahorra".
Lo de la relación con Isabel Pantoja es arena de otro costal. Además de la impotencia de no poder resolver el profundo estado de desazón en el que se encuentra su progenitora, le suma el dolor de ver a su hijo, Albertito, de 7 años, echando de menos a su abuela.
No hace tanto visitaban Cantora, al menos, dos veces por semana, pero ahora el contacto es inexistente. "No me gusta que mi madre le haya dicho a mi hijo que irá a verlo, algo que no va a cumplir", confiesa. El único descanso para su revuelto presente han sido unas vacaciones en Galicia que le impidieron ir a ver a su madre de concierto, en Jerez, por tener los billetes ya comprados.