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Kiko y Coto Matamoros: la historia detrás de su enfado

Coto y Kiko Matamoro son, a la vez, hermanos y grandes enemigos. Pero... ¿qué ha pasado entre ellos para que su relación sea insalvable?

Coto y Kiko Matamoros, los gemelos más polemistas de la televisión.

M.A.

Hace años que Coto y Kiko Matamoros solo están de acuerdo en una cosa: su relación fraternal es insalvable. No quieren saber nada el uno del otro, y ni siquiera el tiempo ha logrado limar sus grandes asperezas. Estos peculiares gemelos han tenido diversos (y muy duros) enfrentamientos en numerosos platós de televisión y ni ahora, cuando Kiko es una de las estrellas de 'Sálvame' y Coto vive alejado de la televisión, son capaces de dar su brazo a torcer.

Pero... ¿qué ha pasado entre ellos para que lleven décadas sin dirigirse la palabra?

El salto a la fama de Coto y Kiko Matamoros

Durante los años 90, los hermanos no parecían llevarse nada mal, e incluso tuvieron algún que otro negocio juntos. El más sonado, las famosas fotos de Mar Flores y Alessandro Lequio que publicó la revista Interviú. Esta publicación fue uno de los bombazos informativos de la prensa del corazón en los años 90, y ambos hermanos tuvieron mucho que ver en la filtración a la ya extinta revista.

Pocas semanas después de la publicación, Coto reconoció que fue él quien manejó los hilos en esta operación. Kiko Matamoros era entonces el abogado y representante de la modelo, además de su excuñado, ya que Mar es hermana de Marián Flores, la primera mujer del de 'Sálvame'. Este, al parecer, se hizo con las comprometedoras fotos de su representada y ofreció a su hermano negociar con la publicación "seis o siete millones de pesetas" (unos 40.000 euros).

Gran parte del enfado de Coto con Kiko tiene su origen aquí: "Al final salgo con 40 millones del edificio de Interviú. ¿Sabes lo que me dio? Un kilo, un millón, y yo le conseguí 40", ha revelado el ex de Carlota Prado en una reciente entrevista con el youtuber Jordi Wild.

En 2004, Coto Matamoros fue condenado por el Tribunal Supremo por vulnerar el derecho a la intimidad de Mar Flores y, dos años más tarde, las diferencias entre Coto y Kiko Matamoros eran ya insalvables.

Toda una vida acusándose mutuamente en los platós

En televisión, el apellido Matamoros siempre ha sido sinónimo de escándalo. Aunque recientemente Kiko ha revelado que fue él quien enchufó a Coto en este medio, lo cierto es que ambos han pisado infinidad de platós, siempre arremetiendo contra otros famosos o, directamente, para pelearse entre ellos.

Una de sus apariciones más sonadas (y llenita de palabras malsonantes) tuvo lugar en el año 2006, en el programa de Telecinco 'Dolce Vita', que presentaba Santi Acosta. Allí, los hermanos no tuvieron reparos a la hora de insultarse mutuamente: "Hortera", "juguete roto" o "fascista" fueron algunos de los términos más suaves que usaron.

Coto y Kiko se dijeron de todo en el programa 'Dolce Vita'.

La desaparición mediática de Coto y el encumbramiento televisivo de Kiko

De los dos hermanos Matamoros, Kiko era el más "sosegado", televisivamente hablando. Algo menos polemista que su gemelo y con un tono de voz más relajado, Kiko encontró su perfecto hueco en 'Sálvame' una vez que Coto escapó a Tailandia para evitar una pena de prisión por impago de la manutención de sus hijos.

Del país asiático volvió con su ya característico tatuaje en la cabeza y con más acusaciones para su hermano: en 2012, Coto sacaba a la luz un viaje a Bolivia cuyo objetivo era traerse a España cocaína procedente de Brasil. "Por los problemas que he ido a la cárcel, el cerebro era Kiko", dijo entonces en el 'Deluxe', explicando con pelos y señales que él solo hizo dicho viaje para traerse la droga, que previamente había comprado su hermano. "Lo hice porque le quería, ahora ya no le quiero", remató.

Kiko y Coto Matamoros, en el año 1999.

Así está ahora la relación de los hermanos

A principios de este año, Coto Matamoros reaparecía tras años alejado de los medios. Y, cómo no, dejó claro en qué punto se encontraba su relación con su hermano. Según declaró al diario La Razón: "No me planteo un acercamiento con él. Si yo fuese justo le tendría que haber metido veinte o treinta querellas criminales", dijo el pasado enero el tatuado polemista, y añadía: "Ha llegado al límite de la obscenidad y ha demostrado una miseria estratosférica. Ha perdido la poca dignidad que le quedaba".