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La vida de Mila Ximénez (capítulo 2): sus romances más sonados y una amistad que la llevó a la ruina económica

Tras su ruptura con Manolo Santana, Mila mantuvo varias relaciones y frecuentó fiestas marbellíes. Profesionalmente, su amistad con Encarna Sánchez marcaría su futuro

La sevillana se enamoró perdidamente del "playboy" Antonio Arribas, con el que conoció las drogas y los excesos.

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Su ruptura con Manolo Santana dejó a Mila con una sensación de vacío muy dolorosa. En aquel momento, Ximénez habló así de su ex: "Para mí este divorcio es algo definitivo. Algo se rompe dentro de ti, inevitablemente sientes pena" .

Volcada en su hija Alba y en su trabajo, Mila no se quejaba. Económicamente hablando, las cosas le iban de maravilla: se instaló en un dúplex en el centro de Madrid, colaboraba con el diario ABC y Manolo Santana le pasaba una pensión mensual de 250.000 pesetas (unos 1.500 euros). Renunció a esta retribución cuando ratificaron el acuerdo de divorcio en noviembre de 1988, pidiendo, eso sí, la custodia de Alba. "Yo he renunciado a mi pensión y a la de mi hija. Si algún día nos faltara el dinero, sé que Manolo nos lo dará sin problemas", dijo entonces.

Con todo a su favor, Mila parecía entrar en una nueva etapa en la que no iba a faltarle de nada, así que invirtió su energía en intentar superar su fracaso matrimonial... con el "playboy" de la época, Antonio Arribas.

La sevillana, que tenía la custodia de su hija, Alba, renunció a la pensión que le pagaba su exmarido, Manolo Santana.

"Quería vivir con Antonio el resto de mi vida"

Antonio Arribas y Mila Ximénez se conocieron en Marbella, cuando ella aún estaba casada con Santana. "Antonio conseguía ser siempre el centro de atención. Era provocador, cínico y maravillosamente divertido", escribió Mila en su autobiografía. Coincidieron en varias ocasiones hasta que un día, estando ambos en una fiesta en el hotel Marbella Club (cuando Manolo se encontraba de viaje), Antonio se acercó a Mila y le susurró algo al oído "que me estremeció durante semanas", confesó la periodista. Poco después, llegó la separación de Mila y Manolo Santana y, a partir de entonces, ella pudo dejar fluir la química que sentía cada vez que se encontraba con aquel hombre con fama de conquistador.

Antonio Arribas deslumbró a Mila Ximénez.

"Jamás he sentido nada parecido. Quería vivir con él el resto de mi vida, pero no fue posible", llegó a confesar Mila. El día a día junto a Antonio era una fiesta sin fin y, con él, Mila vivió el mundo de las drogas y los excesos: "A su lado conocí las noches de pasión, el sexo, las drogas y el alcohol. Era un golfo y un canalla, pero me hizo más feliz de lo que nunca fui con Manolo. Un día me dijo: 'Te quiero tanto que soy incapaz de hacer que compartas esta mierda de vida que tienes conmigo'. Yo tampoco deseaba seguir llevando esa vida y nos separamos, a pesar de que nos amábamos mucho" , explicó Mila después de que la pareja rompiese.

Aunque aquella historia con Arribas parecía una huida hacia delante tras la frustración de su matrimonio, ella siempre lo negó: "Quise conocer una vida que desconocía y, cuando me di cuenta de que drogarme y beber no me divertía, lo dejé. Lo hice por mi bien y por el de mi hija. Me salvé yo misma. En Marbella, todos caímos en alguna adicción".

Fue también en aquellos años cuando Mila trabajaba como tertuliana en el programa de radio "Directamente Encarna", de Encarna Sánchez, y entre las dos surgió una amistad que despertó suspicacias y rumores de todo tipo. Años más tarde, en 2004, en 'Crónicas marcianas', Mila dijo que se acostó con Encarna. "Pero fue sólo una noche", añadió.

"Me arruiné con Encarna Sánchez"

En la imagen, Mila (izqda), Isabel Pantoja y Encarna Sánchez.

Más tarde, Mila desmentiría sus propias declaraciones, explicando que lo dijo porque se le acababa el contrato con Xavier Sardà y necesitaba dar una noticia bomba para seguir en el programa: "Si hubiera tenido una relación con ella, probablemente no hubiese necesitado volver a trabajar en mi vida, pero fue todo lo contrario: me arruiné con Encarna Sánchez", aclaró.

Encarna, la reina de las tardes de la COPE, la convenció para que se comprara una magnífica casa en La Moraleja, asegurándole que nunca le faltaría trabajo... pero la cosa se complicó cuando la locutora intentó seducirla y Mila la rechazó. "Le entró el calentón y me despidió. Encarna, mujer que quiso, mujer que tuvo. Yo me quedé con la deuda de la casa, que se la vendí a un señor que jamás me pagó. Caí en la más absoluta ruina", recordó una Mila entristecida, que nunca olvidó el cariño que le tuvo a Encarna al principio de su amistad: "Si es que me reí mucho con ella... Pero, cuando vio que no iba a acceder a sus pretensiones, se me empezaron a cerrar puertas a nivel profesional".

Tras la buena sintonía inicial, la relación entre ambas se volvió muy tóxica, sobre todo para Mila. Al parecer, a Encarna no le gustaba la actitud de su amiga con los hombres y así se lo hizo saber mientras aún estaba con Antonio Arribas. "Me dijo que era una puta, que era la tía más arrastrada de Madrid y que no podía trabajar con ella porque en todos los locales decían que me acostaba con el primero que pasaba", sentenció Ximénez, sin pelos en la lengua. Hay otras versiones que dicen que su amistad con Encarna se acabó en cuanto Isabel Pantoja apareció en escena, pero ella lo negó en muchas ocasiones. Es más, estuvo siempre convencida de que gracias a la tonadillera, Encarna se olvidó de ella. 

Las antiguas amigas se reencontraron en Sálvame y acabaron con su enemistad.

De los enfrentamientos que tuvo con Isabel Pantoja, poco hay que decir que no se sepa ya. "He llegado a la conclusión de que el único atractivo que tenía 'la Pantoja' para 'la Sánchez' era su calidad de viuda inaccesible. Cuando ya no lo fue tanto, perdió todo el interés por ella. Incluso llegó a tratarla con cierto desprecio... pero Isabel tampoco se quedaba corta. Decía de Encarna que era hija de un 'picoleto' y que jamás estudió para ejercer de periodista. Fue una historia de amor y desamor bastante compleja", escribió Mila Ximénez sobre la relación entre la periodista y la tonadillera, una de las que más ríos de tinta ha levantado.

José Sacristán, un amor muy especial

José Sacristán fue un hombre muy importante en la vida de Mila Ximénez.

Durante su vida, Mila nunca ocultó la adoración que sintió por Antonio Arribas, pero también hubo un tercer hombre muy importante (y muy famoso): nada menos que el actor José Sacristán.

Se conocieron cuando la periodista le entrevistó para ABC y, según explicó más tarde en sus memorias: "algo surgió entre nosotros sin darnos cuenta". Sacristán se fue a vivir con ella, pero no le gustó la vida marbellí y la relación se resintió. "Le quise mucho y tengo un gran recuerdo de aquella unión, aunque éramos incompatibles. Él tenía un enorme sentido del humor, pero era demasiado intenso y yo en aquella época quería divertirme", contó más tarde Mila.

Idilios con Juan Pardo y Pepe Sancho

La sevillana, durante su noviazgo con Juan Pardo.

De nuevo soltera, Mila siguió acudiendo a fiestas en Marbella con otros acompañantes como Juan Pardo, con quien se le adjudicó un romance a finales de 1987. El propio cantante dijo entonces: "A su lado he encontrado equilibrio y tranquilidad. Cualquier hombre podría enamorarse de Mila". En cuanto a la sevillana, tampoco se quedó corta a la hora de lanzarle halagos al mallorquín: "Juan será un hombre importante en mi vida, porque he encontrado en él a la persona idónea en la que confiar plenamente".

Pero aquel idilio no llegó a buen puerto y Mila siguió buscando al compañero ideal para compartir su vida... sin mucha suerte. En 1990 salió con el abogado Mario Martínez, 18 años más joven que ella, y más tarde se enteró, a través de una amiga de éste, que era un estafador: "ese señor me quitaba mis joyas y las empeñaba", declaró Mila al romper con él.

Con Pepe Sancho vivió una noche de pasión.

Posteriormente, se la relacionó con el actor Pepe Sancho. "Fue una relación de una noche y llegué a pedirle perdón a María Jiménez. No me siento orgullosa, porque Pepe me parece un imbécil", reconoció Mila en el 2009. De la misma manera, también relató que su romance con Julián Lago tampoco fue un camino de rosas: "Mantuvimos una larga relación, pero no guardo buen recuerdo".

Mientras fracasaba en el amor una y otra vez, la periodista tenía que hacer frente a un delicadísimo momento económico, por culpa del destierro profesional al que se vio condenada por Encarna Sánchez...

No te pierdas en el siguiente capítulo cómo logró Mila Ximénez salir de la ruina económica…