Moncho Borrajo: "Me puedo permitir el lujo de trabajar lo que quiero"
A sus 73 años, el conocido actor y humorista, que reside en Canarias, sigue trabajando por toda España
Moncho Borrajo no se plantea, en absoluto, la jubilación.
Cinco décadas lleva Moncho Borrajo robando sonrisas al público. Es uno de los humoristas más ácidos y no se corta con nada. Maestro de la risa y crítico caiga quien caiga, sigue al pie del cañón a sus 73 años, con la misma ilusión que en sus comienzos. Reside en el Puerto de la Cruz (Tenerife), donde tenía como vecina a la ventrílocua recientemente fallecida Mari Carmen.
Un grande de la improvisación
Este gallego que cursó las carreras de Arquitectura Técnica y Bellas Artes en Valencia, compuso canciones protesta e hizo sus pinitos como pintor, debutó en el mundo del espectáculo a los 33 años, especializándose en espectáculos musicales de humor, sátira política e improvisación y se hizo muy popular gracias a su paso por el programa ‘Un, dos, tres…’.
Persona de convicciones católicas, ha escrito libros de humor y de temática homosexual y, en el 2003, se convirtió en empresario teatral.
Moncho en una imagen retrospectiva.
PRONTO: ¿Sabías que el hijo de Mari Carmen, Miguel, hizo sus pinitos como ventrílocuo con su propio muñeco, un mono?
MONCHO BORRAJO: No tenía constancia de eso. ¡Qué gracioso! Él sabe que me tiene para lo que necesite.
P.: ¿Esa muerte te ha afectado mucho?
M.B.: Imagínate, pasábamos muy buenos momentos juntos, era como una hermana. Ahora muchos dirán que tenía un carácter muy agrio… Este país olvida con mucha facilidad a sus artistas. Estamos en la época del TikTok, sólo vale lo que ha ocurrido hace un minuto, todo lo que has vivido y trabajado, aquí no cuenta para nada. Hace poco, uno de esos que se llaman monologuistas preguntó quién era Moncho Borrajo…
"Los actores de mi época nos arreglábamos más"
Moncho y Mayra en el 'Un, dos, tres...'.
P.: Pues eres el maestro de la improvisación. Algo debería aprender de ti.
M.B.: Ya, pero vivimos en una sociedad desinformada. Vas a los Premios Max de Teatro y preguntas quiénes fueron Amparo Rivelles o Mari Carrillo y no conocen a dos de las grandes damas de los escenarios. Los que no las recuerdan son los actores que hacen las series con pinganillo. Es tristísimo. Además, visten fatal, no cuidan su aspecto en público. Los de mi época somos más cuidadosos en ese sentido. Nos arreglamos más.
P.: Eres de una época en la que se cuidaba y respetaba a las figuras.
M.B.: Sí, eran objeto de culto y admiración. Eso se ha perdido.
P.: ¿Llegaste a coincidir con Mari Carmen en el mismo escenario?
M.B.: No, pero un fin de año fue a verme actuar en la sala madrileña Cleofás, subió al escenario, me sentó en sus rodillas y me "convirtió" en muñeco. La gente aplaudía a rabiar y nos pidieron que repitiéramos el número, pero les respondí que no, que no me gusta que me metan mano.
"Lleno los teatro allá donde voy"
P.: Muchos querrían tener tan buena salud como la tuya, con 73 años.
M.B.: Estoy muy bien, aunque me tomo tres pastillas diarias: la de la próstata, la del colesterol y la del azúcar. Me siento estupendo y sigo trabajando por toda España. Además me puedo permitir el lujo de trabajar lo que yo quiera, así que con tener un par de galas al mes soy feliz. Puedo presumir de que vendo todas las localidades, lleno los teatros allá donde voy. La genialidad no te la pueden copiar.
Moncho Borrajo arreglándose en el camerino antes de salir a escena.
P.: ¿Cómo es tu vida en Canarias?
M.B.: Tranquilita, tengo una casa muy grande y bonita, gente que me cuida, buenos amigos, paseo, leo mucho… Y noto que la gente me quiere mucho.
P.: ¿Estás enamorado?
M.B.: Estuve muchos años con un hombre al que quise con locura, pero nuestra historia se acabó. Ahora estoy sin pareja y muy tranquilo. El otro día, el director de mi banco me recomendó que invierta más mi dinero y le conteste que, como me "invierta" más, me vuelvo macho. Soy gay, y a mucha honra, pero nunca he llevado el letrero de "soy maricón". Soy lo que soy y la gente me ha juzgado más como artista que como gay.
P.: Terenci Moix te quitó un ligue.
M.B.: Fue un día que estábamos juntos en un hotel y apareció un joven guapísimo. Nos acercamos a él y le pedimos que nos dejara pellizcarle para ver si era real. Terenci le dijo: "No sé cuál te gusta más de los dos, pero voy a hacer algo que Moncho no puede hacer". Se levantó el peluquín y le soltó al chico: "Por ti pierdo la cabeza". Se fueron juntos.
P.: La jubilación no va contigo…
M.B.: Mi gran amigo Raúl Sénder dice que me moriré en el teatro, entre bambalinas. No va muy errado.
"El daño que ha hecho ese 'Sálvame' lo van a pagar en sus carnes"
Excelente dibujante, este es uno de sus bonitos dibujos.
P.: ¿Qué opinas de la desaparición de ‘Sálvame’?
M.B.: El daño que ha hecho ese programa lo van a pagar en sus carnes. Jorge Javier Vázquez va a tener muy mal karma.
P.: ¿Ha cambiado el mundo del humor?
M.B.: No ha salido quien iguale a cómicos como Tony Leblanc, Gila, Eugenio, Raúl Sénder, Mary Santpere, Lina Morgan, Pedro Ruiz, Martes y Trece, Tip y Coll… A la misma Mari Carmen la tuvieron mucho tiempo olvidada y me da rabia porque se merecía un homenaje en vida.
