Pablo Alborán: descubre su lado más familiar

Pablo Alborán no es sólo uno de nuestros cantantes más internacionales: también es de los más queridos. Pese a su fama, el malagueño tiene muy presentes sus raíces y los suyos le mantienen los pies en la tierra.

Su tierra y su familia son las cosas más importantes en la vida de Pablo Alborán, un chico discreto del que apenas hemos conocido pinceladas de su vida privada en todos estos años de fama. Pero llegó junio de este año y todo cambió: Pablo Alborán quiso hacer público que es homosexual.

“En mi casa, en mi familia, siempre me he sentido libre de amar a quien yo he querido”, explicaba Pablo en el vídeo, que fue alabado por sus compañeros de profesión y por sus millones de fans. Pero ¿quiénes componen la familia de Pablo Alborán?

Pablo Alborán y Elena Ferrándiz Martínez: una madre y un hijo que se adoran

Pablo es el pequeño de los tres hijos de Elena Ferrándiz Martínez y Salvador Moreno Peralta. Al cantante le une una estrecha relación con su madre, que le ha acompañado incluso a firmas de discos. Elena fue una persona clave en en los inicios de la carrera de su hijo: “Mi madre fue la que me presentó a mi gestor, mi abogado, y construyó todo un mundo legal (...) Es la leona”, explicó Pablo en una ocasión.

En agradecimiento a todo lo que hizo Elena Ferrándiz cuando Pablo Alborán empezó en la música, el cantante le dedicó en un concierto una versión de ‘La vie en rose’, la canción de Edith Piaf con la que su madre le dormía de pequeño. Ella estaba entre el público, muy emocionada. ¡Mira en este vídeo ese mágico momento!

Casilda Alborán, la hermana mayor de Pablo

21 años mayor que Pablo, Casilda Alborán es la primogénita de la familia y uno de los pilares de la vida del cantante. Se adoran, y el malagueño se deshace en halagos con su hermana cada vez que puede. Además, Casilda Alborán le ha dado a Pablo otra de las personas más importantes de su vida: su sobrina. Una niña que, desde muy pequeña, ha tenido que enfrentarse a una complicada enfermedad: “Mi sobrina tuvo una enfermedad degenerativa que se llama Perthes, estuvo desde los cuatro años fatal, fue bastante duro. Al final le ha hecho tener una personalidad muy fuerte, es una niña con una capacidad y madurez enorme”, explicó Pablo visiblemente emocionado.

Tanto se involucró el cantante en la recuperación de la pequeña que, incluso, fundó en Málaga con su cuñado la Fundación Andrés Olivares contra el cáncer infantil.

Salvador Alborán, el hermano de Pablo que trabaja mano a mano con él

Entre Casilda y Pablo está Salvador Alborán, el mediano de los tres hermanos, que estudió Bellas Artes en Madrid y ha trabajado en varias giras de Pablo. “Me hace todo: las giras, diseños, portadas de disco, videoclips… Ha sido hasta mi padre también”, cuenta Pablo sobre Salvador Alborán. De hecho, Salvador es el autor de las imágenes que se proyectan detrás de Pablo en los conciertos.

Pero no sólo el talento artístico de Salvador ha “cogido prestado” Pablo: el cantante empezó a tocar en casa con la guitarra de su hermano, cuando eran pequeños. “Se la robé a mi hermano”, dijo Pablo cuando le preguntaron cuándo cogió una guitarra por primera vez. “Un día me pilló, me empezó a escuchar y me dijo: ‘oye, no estaría mal que dieras clases porque se ve que te gusta’”, añadió. Dicho y hecho. Pablo empezó a formarse, colgó sus primeros trabajos en YouTube y el resto ya es historia.

Pablo Alborán y María Esteve: la fuerte amistad que les une

Pablo Alborán y María Esteve son grandes amigos y se adoran. Ambos son de Málaga, de barrios cercanos (ella de La Malagueta, y él de El Limonar) y, pese a la diferencia de edad (ella tiene 45 y él, 31), se compenetran perfectamente.

La hija de Marisol participó en el programa de Bertín Osborne en el que Pablo fue el invitado, y allí explicaron cómo se conocieron.

“Nos unió Plácido Domingo”, bromeó la actriz. “Hacían un especial, y él cantaba y yo llevaba el ballet de Antonio Gades. Nos cruzamos por los pasillos, nos dimos los teléfonos, nos llamamos y quedamos para comer. Nos dieron las 11, las 12, la 1…” contó María entre risas. Desde entonces, no se han separado.

Pablo y María han formado, como ellos mismos dicen, “un grupo muy chulo de amigos que comparte todo”.