Pipi Estrada: "Intento ayudar a Míriam y no lo consigo"
El periodista se confiesa muy preocupado por el comportamiento de su ex
Aunque la hija de éstos sabe cosas sobre su madre, Míriam no le deja que se lo cuente a Pipi.
Las polémicas actuaciones que ha protagonizado en público Míriam Sánchez tienen muy intranquilo a Pipi Estrada, su expareja y padre de su hija.
El periodista deportivo no consigue localizarla y teme que la cosa vaya a mayores. Míriam protagonizó un fuerte altercado recientemente en la localidad gaditana de Conil de la Frontera, y los testigos aseguran que se encontraba bastante bebida.
"Desde hace unos días no sé nada de Míriam, ni contesta a mis llamadas ni a mis WhatssApp. Nuestra hija sí pudo contactar con ella, pero no me cuenta nada, porque su madre le ha pedido que no lo haga", explica el periodista deportivo, que está muy preocupado por la madre de su hija.
PRONTO: Pues la situación fue muy grave.
PIPI ESTRADA: Qué pena me da. ¿Cómo ha podido caer tan bajo?
P.: ¿Cuál es su verdadero problema?
P.E.: Las enfermedades mentales son impredecibles. Unas personas actúan de una forma y otras toman diferente camino. Hay personas que se vienen abajo y otras se vuelven agresivas. O pasan las depresiones escondidas en casa o la montan fuera. Yo no sé ya qué hacer. Porque intento ayudarla y no lo consigo.
La pareja en sus días felices. Ella está irreconocible.
El apoyo de la gente que la quiere
P.: Quizá te ve como el enemigo por llamarle la atención...
P.E.: No soy su enemigo. Me duele muchísimo la situación por la que está pasando. Ojalá recapacitara y cambiara su vida por su bien. Y por el de todos. Míriam es una mujer inteligente y sabe perfectamente te lo que más le conviene. Si lo desea, tiene recursos para salir del problema y seguro que, si pone toda la carne en el asador, va a encontrar muchos apoyos en la gente que la queremos. Porque no es una persona a la que se rechace.
P.: Pero, cuando le sale la vena violenta es peligrosa.
P.E.: No es violenta, lo que pasa es que el alcohol le afecta demasiado, pierde su timidez, sale a la calle y se desfoga.
P.: No es una mujer feliz.
P.E.: Claro, no se siente feliz consigo misma. Si se refugia en la bebida es porque le falta algo, tiene carencias.