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El presentador se ha ganado al público con su simpatía.

E.M

Muchos dicen que tiene perfil de "cuñao enrollao", aunque para muchas señoras, fieles espectadoras de Pasapalabra, él es más un "entrañable yerno perfecto". En lo que todos están de acuerdo es que Roberto Leal, el sevillano de 42 años que jamás olvidará lo que le ha traído a su vida, es un muchacho currante, divertido, humilde y cercano.

La suya es la historia de un chaval un tanto terremoto que iba para artista –nació el 29 de junio de 1979 en Alcalá de Guadaira– y que acabó casualmente en la comunicación.

Sus inicios en televisión

Roberto empezó a trabajar siendo muy jovencito, y con sólo 22 años hizo las maletas para abrirse hueco en Madrid. En el 2005, se dio a conocer en "España directo" como un reportero de divertidas gafas de colores que saltaba de cocina en cocina descubriendo los placeres de nuestra gastronomía. 

El sevillano empezó como reportero en "España directo".

En este programa estuvo cuatro años hasta que saltó a Antena 3, donde hizo todo lo que los directivos dejaron que este espíritu inquieto probara, destacando su época en "Espejo público".

En el 2014 regresaría al programa que lo vio nacer, "España directo", pero como presentador, y siguió anclado a la pública creciendo, atreviéndose con nuevos retos o disfrutando con la gran oportunidad que para él fue "Operación Triunfo 2017". Y eso que en los primeros programas, como es lógico, estaba algo más tenso –todos recordamos la anecdótica frase de Rosa López en la que le recomendaba que se quitase ya el palo que tenía metido por sus partes nobles–, pero finalmente encontró un lugar cómodo en el que disfrutar de su pasión, su profesión.

El sevillano tuvo una gran complicidad con los concursantes de "Operación Triunfo"

Su trabajo, sin embargo, no le resta tiempo para dedicarse a la preciosa familia que ha creado con la también periodista Sara Rubio, con quien tiene dos niños, Lola y Leo. Además, ambos tienen una perrita que ya es famosa: Pepa, una chihuahua con más de 46.000 seguidores en su cuenta de Instagram. Para conocer otros secretos que esconde tras las cámaras, charlamos con él para descubrir su cara más divertida y desconocida.

"De mi madre he heredado la alegri?a"

PRONTO: Estás viviendo un sueño. ¿Cuáles tenías cuando eras pequeño?

ROBERTO LEAL: De niño soñaba con dos cosas muy raras: una, ser astronauta, ¡cómo iba a ser astronauta en Alcalá de Guadaira, si la NASA no me pillaba cerca! Y, por otro lado, quería ser futbolista, quería jugar en el Sevilla FC. Hoy en día soy aficionado al Sevilla, pero debo reconocer que a la pelota le doy regular.

P.: ¿Y lo del periodismo, cómo surgió?

R.L.: Fue una carambola del destino. Yo, en realidad, iba a estudiar Bellas Artes, de hecho, hice Bachillerato Artístico, pero en selectividad saqué muy buena nota y pensé: "¿Y por qué no hago publicidad?" , que también tenía relación con la creatividad. Así que puse Publicidad de primera opción y Periodismo de segunda, y me cogieron para Periodismo. No era para nada el típico que de pequeño entrevistaba a su abuela con el micro.

El presentador, en "Hotel romántico".

P.: ¿Eras muy travieso?

R.L.: Mi madre siempre dice que más que travieso era muy cabezota, no travieso de ser malo con el tirachinas, pero sí muy cabezota. Y cuando me enfadaba, me escondía detrás de la mecedora del dormitorio de mi madre y me encontraban porque siempre estaba ahí. Pero sí, en más de un apuro metía a mis padres...

P.: ¿Qué has heredado de ellos?

R.L.: Mira, yo creo que, de mi padre, la responsabilidad por el trabajo, la seriedad. Soy alguien que considero que siempre me lo curro mucho, soy muy entregado en cada trabajo que hago. Y de mi madre he heredado la alegría. Mi madre es una persona feliz aunque lo esté pasando mal en algún momento. Es muy optimista, es la típica mujer andaluza con la que te encantaría tomarte un café porque te alegra la tarde. Mi padre también era simpaticón, pero le gana mi madre con ventaja.

P.: ¿Tienes hermanos?

R.L.: Sí, una hermana cuatro años menor, yo soy el mayor. Mi hermana tiene dos niños, mis dos sobrinos, Candela y Sergio, que son mi locura.

P.: ¿Cómo fue para ti dejar Alcalá de Guadaira para buscarte un futuro mejor en la profesión?

R.L.: En realidad, yo estaba muy a gusto trabajando en Sevilla, en informativos Telecinco. Allí me movía bien y luego estuve un tiempo en Canal Sur con Paco Lobatón, pero me quedé en paro y de una semana para otra me surgió la oportunidad de trabajar para María Teresa Campos. Cogí el coche que tenía y me fui a Madrid con 22 o 23 años, llorando como en las películas en blanco y negro. Dormí en un hostal dos o tres noches hasta que encontré piso. Y estando en Madrid fue cuando me llamaron de reportero de "España directo". Una cosa llevó a la otra, y hasta hoy.

De reportero en "España Directo".

P.: Cuando trabajabas en Antena 3, conociste a Sara, tu mujer. ¿Has sido muy ligón? 

R.L.: Ehhh... la verdad es que siempre he sido alguien con pocas etapas de soltero.

P.: Afortunado en el amor.

R.L.: O eso, o que no sé estar solo, que también pasa. En el caso de Sara, la conocí estando en "Espejo público", ella entró de becaria y luego ya la contrataron. Ahí empecé a conocerla y, sinceramente, ella es lo más bonito que me ha pasado en la profesión. Hoy en día es mi mujer, como nos dedicamos a lo mismo nos entendemos mucho. He tenido mucha suerte. En esta profesión es difícil encontrar a una persona que te entienda, y yo la tengo.

Roberto se confiesa un hombre enamorado tanto de su esposa, Sara Rubio, como de sus hijos.

"Soy muy gloto?n. Nunca ha habido comida que no me guste"

P.: Dinos un defecto que tengas…

R.L.: No me gusta que me lleven la contraria. Hasta Sara o mis amigos me dicen que, aun cuando yo sé que no llevo la razón, defiendo mi postura a muerte.

P.: Una manía que se pueda confesar.

R.L.:Me toco mucho la nuca. Y otra manía que tengo es combatir la manía de mi mujer. Ella se deja siempre todas las luces encendidas y las puertas de los armarios abiertas y yo voy detrás apagando luces y cerrando puertas.

P.: ¿Qué te hace reír?

R.L.: Me hace reír que a la gente le lleguen las oportunidades que merece en esta vida. Esto lo digo con el corazón, porque tengo muchísimos compañeros que se dedican a esto y ahora están en una etapa mala. Además, estamos en una edad en la que somos jóvenes, pero si no estamos situados, lo llevamos mal. 

P.: ¿Cuáles son tus pasiones y tus aficiones? 

R.L.: El "running", hacer deporte en general me encanta. Otra pasión es mi Chihuahua Pepa. Y también comer. Me encanta comer. La suerte es que luego corro y lo quemo. Mi madre siempre ha dicho que tengo un pico de oro. Igual que otros niños apartan la verdura, yo decía: "¡Ponme más!". Nunca ha habido comida que no me guste. Soy bastante glotón. De hecho, cuando fui reportero en "España directo" pesaba 10 kilos más que ahora.