Ana Obregón no consigue vender su casa de Mallorca por 35 millones: el motivo
La actriz puso a la venta su mansión familiar, El Manantial, pero aún no ha logrado venderla pese a su espectacular ubicación y lujo
Desde hace casi un año, Ana Obregón y su familia tratan de desprenderse de una de sus propiedades más emblemáticas: El Manantial, la espectacular mansión familiar ubicada en la exclusiva Costa de los Pinos, en Mallorca. Allí vivieron veranos inolvidables desde que la construyeron en 1969, pero la pérdida de Aless Lequio y de los padres de la actriz ha hecho que ya no tenga el mismo sentido volver a este refugio lleno de recuerdos.
La casa fue puesta en venta por nada menos que 35 millones de euros, una cifra elevada, pero que responde a las características de esta impresionante villa de más de 1.000 metros cuadrados construidos en una sola planta, con siete suites, terraza, pista de pádel, solárium y embarcadero privado. Aun así, la propiedad sigue sin comprador, a pesar del interés que ha despertado entre quienes buscan lujo y privacidad en la isla.
La mansión familiar sigue sin encontrar comprador
La venta se ha intentado gestionar con mucha discreción, pues los posibles compradores deben concertar cita para visitarla personalmente con la familia García Obregón. Aunque en más de una ocasión ha estado a punto de cerrarse un acuerdo, las operaciones se han frustrado a última hora. A día de hoy, la propiedad continúa siendo parte del patrimonio familiar.
El estado de la casa, uno de los motivos
Más allá del alto precio, que la familia no está dispuesta a rebajar por no tener necesidad económica, existe otro motivo por el que la venta no termina de concretarse: el estado de las instalaciones.
Aunque bien conservada, la vivienda tiene más de 50 años y requiere algunas reformas importantes en su interior, algo que se comunica sólo a quienes la visitan en persona. Este detalle hace que muchos se lo piensen dos veces antes de hacer una oferta.
Y es que, por una cifra tan elevada, los interesados buscan un inmueble listo para entrar a vivir sin necesidad de obras. Así, la mansión de Ana Obregón, sigue esperando al comprador ideal mientras guarda en sus rincones los recuerdos más íntimos de la familia.
