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Rubén Sánchez asegura estar muy feliz con su pareja.

S.C.P.

Rubén Sánchez Montesinos era uno de los concursantes más desconocidos en esta nueva edición de Supervivientes. No obstante, con el paso de los días, y a pesar de haber sido el segundo expulsado definitivo, el novio de Enrique del Pozo ha dado mucho que hablar. ¡Así está su relación ahora que ha vuelto a España!

Tras su expulsión, Rubén y Enrique se reencontraron en la última gala con Jorge Javier y, después de abrazarse y besarse, el culturista explicó que estaba muy contento de volver a estar en los brazos de su pareja. Ayer, con más tiempo, le confesó a Ion Aramendi que "estoy feliz, contento, agradecido y muy enamorado".

Rubén Sánchez Montesinos se sinceró con Ion Aramendi.

"Me ha cambiado mucho esta experiencia y me ha dado una positividad y una forma de verlo todo más tranquilo", desveló. Además, durante su corta estancia en el concurso, el ahora exsuperviviente tuvo muy presente a Lola Parrado, la madre de Enrique del Pozo, que falleció hace unos meses. Anoche, recordó que "me han llegado vibraciones del cielo de esta señora". Cabe recordar que Rubén contaba con una foto de su suegra y una figura de Enrique que le acompañaron durante toda la aventura.

Rubén Sánchez Montesinos deja en segundo plano al culturismo por Enrique del Pozo

Después de hablar de su suegra, Rubén repitió que estaba muy enamorado de su novio y que su viaje solo había confirmado estos sentimientos. "Él está muy orgulloso de mí y yo de él. En esta experiencia valoras mucho lo que tienes", explicó, antes de confesar que estaba dispuesto a dejar en un segundo plano su profesión por su amor: "Antes vivía 24 horas por el culturismo y, a veces, en este mundo nos olvidamos del resto".

Rubén y Enrique están muy felices tras la vuelta del culturista de Honduras.

Sin duda, parece que su paso por Supervivientes solo ha hecho que mejoren mucho las cosas entre Rubén y Enrique: "Me he dado cuenta, porque el culturismo me ha dado mucho, pero esa persona (Enrique) me quiere y yo le quiero. Me ha defendido lo indefendible y ese es el perfume que yo me llevo, el amor de Enrique del Pozo".