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Anabel Pantoja, al estilo "vigilante de la playa".

J.C

Anabel Pantoja ha decidido que quiere casarse este mes de septiembre y así mismo se lo trasladó a su prometido, Omar Sánchez, en su romántica y accidentada visita a Honduras.

En plena cuenta atrás para su boda, a la colaboradora de Sálvame no le faltan los proyectos profesionales. El más reciente ha sido inaugurar la temporada estival del Parque Warner Beach con el tradicional posado en bañador. El suyo no es un cuerpo tan escultural o admirado como el de otras famosos que, en años anteriores, hicieron lo propio, pero Anabel Pantoja ha demostrado que la simpatía y la naturalidad también son un gran reclamo para las cámaras.

Así, la televisiva posó luciendo un bikini de su colección y mostrando con orgullo una silueta en la que no escasean las curvas que ha defendido en varias ocasiones.

Anabel, maquillada y peinada de manera que se parecía más que nunca a su tía Isabel Pantoja, se lanzó por uno de los toboganes acuáticos antes de charlar con la Revista Pronto sobre los diversos temas que lavan puesto de actualidad: los cambios en su boda con el surfista canario, su distanciamiento con su primo Kiko Rivera, las trifulcas que proliferan en su familia y sus planes de futuro. Y habló de todo sin perder su acostumbrada simpatía y su gracejo andaluz.

Anabel, cuestionada por haberse operado

PRONTO: ¿Es indiscutible tu cambio físico?

ANABEL PANTOJA: Sí, además de la operación me estoy cuidando, hago deporte, intento controlar lo que como y exprimirlo a tope antes de que llegue a Omar porque después nos iremos a Canarias y allí cuando me pongan unas papas arrugas por delante….

P.: ¿Estás a gusto con tu cuerpo?

A.P.: Sí, mucha gente me cuestionaba o me criticaba por haberme operado cuando y siempre había apoyado lo curvy, pero es que yo no tenía complejo. Me operé para quitarme esa grasa que se acumula y no hay forma de quitársela. Me lo propusieron y no me pareció mal. Si me he operado el pecho y me he hecho otras intervenciones, ¿por qué iba a dejar de hacerme ésta? Es para mejora y para encontrarme mejor conmigo misma.

P.: ¿Y sobre la boda qué nos cuentas?

A.P.: Mi boda la tenía organizada desde hace dos años e iba a ser en Sevilla, con mi familia y todos los amigos, una boda típica andaluz en una hacienda como la que hizo Kiko con Irene, pero como la pandemia me estropeó el plan, ahora he pensado que en septiembre, cuando vuelva Omar, nos casamos en la playa. Y quien quiera, que venga y nos acompañe ese día. Omar encantado con la idea, porque le agobiaba una boda con 300 invitados, a los que muchos ni conocía.

P.: Pero con la familia enfrentada, no te da pena que muchos no vayan a ir a tu boda?

A.P.: Sí que me da pena, pero no puedo hacer nada. No puedo obligar a la gente.

No te pierdas la entrevista completa en la nueva Revista Pronto.