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En octubre, Cristina e Iñaki paseaban juntos por Barcelona cogidos de la mano. Habían viajado a la ciudad para estar con su hijo Pablo, que debutaba como jugador del Barça de balonmano.

En octubre, Cristina e Iñaki paseaban juntos por Barcelona cogidos de la mano. Habían viajado a la ciudad para estar con su hijo Pablo, que debutaba como jugador del Barça de balonmano.

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El pasado fin de semana Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín se encontraron en Barcelona, la ciudad que fue testigo durante tantos años de su amor, para hablar sobre su futuro. La reunión se habría organizado sobre todo por el bien de sus hijos, pero también porque, según apuntan diversas fuentes, existe la posibilidad de una reconciliación, aunque no de forma inmediata.

Cristina decidió viajar a Barcelona desde Ginebra (donde se la ha podido ver triste y más delgada) con su hija Irene, que disfrutaba de una semana de vacaciones escolares, mientras que Iñaki lo hizo desde Vitoria, donde vive con su madre.

El encuentro entre ambos habría sido muy breve y habrían aprovechado para reunirse también con su hijo Pablo, que se ha convertido en el portavoz de la familiay que es el único de los cuatro que tuvo la pareja que vive en Barcelona. 

El resto del fin de semana cada uno lo pasó por su lado. Iñaki se reunió con antiguos compañeros del Barça de balonmano para cenar mientras la hermana del Rey se hospedaba en casa de unos buenos amigos para intentar pasar lo más desapercibida posible.

Su relación con Ainhoa, un desliz por la soledad de la cárcel

Desde que el pasado 19 de enero se publicaran las fotos de Iñaki paseando de la mano de Ainhoa Armentia, se ha especulado mucho sobre el futuro del matrimonio de Cristina.

Ambos emitieron un comunicado el 24 de enero que parecía poner punto final a su historia de amor: "De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial".

Pero ahora cada vez son más los que apuestan por una reconciliación. Aunque no sería inmediata, ya que la infanta de momento no tendría previsto perdonarle y, además, ambos esperarían a dar un paso definitivo cuando Urdangarín acceda a la libertad condicional, lo que podría suceder en mayo, cuando habrá cumplido dos tercios de su condena.

La pareja había previsto que en el momento en que Urdangarin tuviese la condicional, se iría a vivir con su mujer a Ginebra, algo que ahora ha quedado en el aire.

De momento, Iñaki parece decidido a reconciliarse con ella y habría cortado la relación con Ainhoa. El exduque, además, justificaría su desliz por la soledad de la cárcel.

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