Isabel Pantoja ha desmantelado Cantora y se va a vivir al Caribe
La tonadillera abandona definitivamente la finca de Medina Sidonia tras semanas de mudanza y pone rumbo a República Dominicana para rehacer su vida
Isabel Pantoja ha desmantelado Cantora.
La cuenta atrás ha llegado a su fin. Isabel Pantoja ha vaciado por completo Cantora, la finca gaditana que durante décadas fue el epicentro de su vida personal y profesional.
Tal y como captaron las cámaras de 'El Tiempo Justo', varios camiones de gran tonelaje salieron del cortijo rumbo al puerto de Cádiz, donde los enseres fueron cargados en contenedores con destino al Caribe.
Un adiós anunciado a Cantora
El periodista Antonio Rossi lo confirmaba en directo: “Isabel no volvía para vivir en Cantora, volvía para vaciarla. Su destino es República Dominicana, aunque hará una parada intermedia en Canarias. Estas imágenes lo demuestran: Cantora se ha desmontado por completo”.
Vista aérea de la finca.
Rumbo a República Dominicana
Según fuentes cercanas, Isabel Pantoja se instalará en República Dominicana, desde donde pretende relanzar su carrera internacional tras años marcados por problemas familiares y económicos. Allí contará con el apoyo de su inseparable hermano Agustín, mientras que sus hijos, Kiko Rivera e Isa Pantoja, quedan a miles de kilómetros de distancia.
Rossi añadía que mantener la finca era ya inviable: “Cantora no es un lugar para vivir ni para mantener. Económicamente es insostenible. El nuevo centro de operaciones será el Caribe”.
Agustín e Isabel Pantoja.
Una finca marcada por la polémica
Cantora, situada en Medina Sidonia (Cádiz), ha sido escenario de algunos de los capítulos más mediáticos de la tonadillera. La finca siempre estuvo envuelta en polémicas por la herencia de Paquirri, los enfrentamientos familiares y los problemas con Hacienda. Ahora, con la mudanza, parece cerrarse para siempre una etapa.
Cantora fue el motivo de enfrentamiento entre Isabel Pantoja y su hijo Kiko Rivera.
No está claro qué ocurrirá con la propiedad, aunque varios periodistas apuntan a que podría quedar en manos de un grupo inversor debido a las deudas acumuladas.