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Lara Álvarez y Jorge Javier Vázquez han expresado su ilusión por entretener a la audiencia en estos duros momentos.

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Anoche el plató de Supervivientes 2020, como el de muchos de nuestros otros programas preferidos, se mostraba vacío. El estado de cuarentena en el que nos encontramos nos está haciendo acostumbrarnos a ver platós sin público y menos recursos a la hora de realizar los programas debido al seguimiento de las recomendaciones sanitarias y de protección de la salud de los equipos que los hacen posible.

Cuestión de egoísmo en la Palapa

La quietud del plató no se comparte en la Palapa, donde Rocío Flores, Ferre y José Antonio Avilés han protagonizado una bronca importante a raíz del salvoconducto que obtuvo Elena Rodríguez, madre de Adara, que consistía en poder robar comida al otro equipo.

Ferre se sintió especialmente molesto con Rocío y Avilés, que animaron a Elena a llevarse toda la comida del equipo de los mortales pese a la actitud cauta de la madre de Adara, que no quería dejarles sin nada para llevarse a la boca. Ferre ha calificado a Rocío y Avilés de egoístas por su actitud ante esta prueba y ellos se han defendido argumentando que les hubiera gustado ver a Ferre en la posición de Elena, considerando que hubiera arrasado con todo sin piedad.

El proyecto de Hugo y Elena

Los dos enviados a playa desvalida han sido Hugo Sierra e Ivana Icardi, finalmente la pareja no se separará, de momento. Eso sí, al saber que Hugo era uno de los expulsados hemos vivido un momento emocionante. Elena confesaba: “Hugo era mi ganador” y ha terminado rompiendo su silencio ante esta cuestión. Ha explicado que el proyecto que tenienen en común –refiriéndose a su nieto, el hijo que tienen Hugo y su hija Adara- les convertía, de alguna manera, en aliados. Elena ha concluido: “sé que si a Hugo le va bien, le va a ir bien a otra personita, espero no haber intercedido en nada”, terminaba entre lágrimas.

Nueva configuración de equipos

Tras una prueba que combinaba la necesidad de una buena forma física con agudeza intelectual, la Isla de Supervivientes ha demostrado de nuevo que no todo es músculo y fuerza. A veces, el ingenio también puede llevarte a ganar pruebas y convertirte en líder. Así ha sido esta noche para Avilés, que se ha convertido en Dios gracias a haber terminado el puzzle que proponía el programa antes que sus compañeros pese a haber terminado más tarde la parte física de la prueba.

Los nuevos equipos han quedado configurados de la siguiente manera: Fani, Jorge, Nyno y Rocío (líder) forman parte de los Siervos y Cristian, Barranco, Ferre y Elena (líder) el de los Mortales. Por otro lado, los nominados de esta semana son Cristian, Ferre, Fani y Nyno. ¿Logrará salvarse una semana más Fani? Además, la expulsada definitiva por la audiencia ha sido Vicky Larraz que, al igual que Alejandro Reyes, todavía no podrán volver a España a causa del coronavirus.

Vocación de entretenimiento

Así terminaba una noche más corta de lo habitual. No ha habido llamada de Rocío Carrasco a Rocío Flores, ni demasiadas discusiones acaloradas. Hoy el plató ha estado más tranquilo que nunca, tal vez para contrarrestar la energía de un país que se retuerce por los efectos del Coronavirus.

Puede que debido a la cuarentena en la que ya llevamos varios días muchos hayan acudido más de lo habitual a la pequeña pantalla para entretenerse. En realidad, ese es uno de sus principales cometidos, siempre lo fue, al menos el de programas como Supervivientes. Sus trabajadores son profesionales del entretenimiento. Hoy, en cierta medida, el equipo estaba cumpliendo con una especie de servicio público: estar al lado de la gente.

Pese a las dificultades que comporta trabajar con un equipo más pequeño, sin maquillaje ni peluquería o sin público, han estado al pie del cañón. Así lo han hecho muchos otros informadores y entretenedores que a lo largo de estos días actualizan, informan, desgranan datos y entretienen y acompañan a todo aquel que lo necesite. Jorge Javier ha cerrado el programa con una paradoja que nunca hubiéramos dado por cierta: “hoy hay más gente en Playa Desvalida que en la Gran Vía de Madrid”, ¡qué razón tienes Jorge, gracias por todo!