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La vida de Mila Ximénez (capítulo 4): el nacimiento de la nueva Mila y el golpe más duro

Después de muchos años, la periodista encontró la estabilidad. "Sálvame" la consagró profesionalmente, pero lo que la llenó de felicidad fue el hecho de convertirse en abuela. Aunque la vida le tenía deparada una fatal noticia

Mila Ximénez ha fallecido a los 69 años.

Mila Ximénez ha fallecido a los 69 años.

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Tras haberlo pasado muy mal económicamente, su regreso a los platós de televisión la garantizó la estabilidad, además de convertirla en protagonista de la prensa del corazón por su pasado sentimental y por su batalla con Isabel Pantoja. A medida que avanzaba el siglo XXI, Mila iba gozando de mayor éxito y también tuvo tiempo para escribir sus memorias. En el 2005 publicó "Perdón, si no hablo de mí", una biografía que muchos consideraron una especie de venganza contra sus enemigos, entre los que, cómo no, estaba la Pantoja, a la que califica de "auténtico halcón que vuela encima de su presa hasta que la caza".

Otra Isabel, la Preysler, se planteó querellarse contra ella porque no le gustó que la mencionara en el libro, donde explica que la que era entonces esposa de Miguel Boyer siempre enviaba tarjetas de invitación para cenas "pero sólo para Manolo Santana". Ante el malestar de la ex de Julio Iglesias, la periodista diría en una entrevista que "para vender libros no necesito a Isabel, para eso hablaría de cuando me acosté con políticos y presidentes".

Una excelente relación con Alba

Arriba, Mila, emocionada, llega a la boda de su hija de la mano de su hermano, Manolo. Dcha., Alba, de novia, con su padre, Manolo Santana.

Arriba, Mila, emocionada, llega a la boda de su hija de la mano de su hermano, Manolo. Dcha., Alba, de novia, con su padre, Manolo Santana.

Sea como sea, Mila estaba lanzada profesionalmente, pero si algo, en aquellos años, fue fundamental en su vida era su hija, Alba. La joven contrajo matrimonio con Aviv Miron en el 2006. Para entonces, madre e hija ya habían conseguido rehacer su relación, porque, entre otras cosas, Alba había entendido muy bien todo lo que había hecho por ella: "Mi madre me ofreció la mayor prueba de amor que se puede dar: rota por el dolor, renunció a mí para que yo pudiera tener un futuro". Así fue, porque gracias a la estabilidad económica de su padre, Alba pudo formarse en los mejores colegios y estudiar en Suiza.

Hace poco, Alba aseguraba que "me gustaría poder parecerme a mi madre en la libertad con mis hijos, en poder contarnos las cosas abiertamente, en no tener ese miedo de verte obligada a mentir a tu hijo para que no te juzgue".

La muerte de sus padres, un duro golpe

En menos de un año, Mila perdió a su padre y a su madre. La periodista sentía que no les dedicó todo el tiempo que pudo.

En menos de un año, Mila perdió a su padre y a su madre. La periodista sentía que no les dedicó todo el tiempo que pudo.

Llegar a este punto no fue nada fácil ni para la joven ni para la periodista. "Hay tiempos que están en blanco, quedan preguntas que, a veces, Alba quiere hacer y piensa que me van a hacer daño si las respondo. Hay un hueco temporal que no se podrá rellenar nunca" , declaró Mila.

La vida no le dio demasiadas treguas a la periodista y, en el 2008, tuvo que enfrentarse a una prueba que, no por inevitable, resultó menos dolorosa: la muerte de su padre, Manuel, a los 84 años. Fue en agosto y la noticia la pilló de viaje en Grecia. "Ha sido un golpe muy duro por inesperado. A mi padre lo operaron de una obstrucción intestinal y, cuando le iban a dar el alta, sufrió una peritonitis que le dejó en un coma del que no se recuperó", explicó Mila que, además, hacía poco se había enterado de que su madre padecía Alzheimer. "Estoy viviendo el momento más doloroso de mi vida. Mi madre tiene una enfermedad a consecuencia de la cual no se da cuenta de nada. Antes, cuando pasaba momentos de tensión, tenía a un ser precioso a mi lado, que era mi padre. Me consolaba. Ahora se ha ido y tengo mucho miedo. Soy muy vulnerable, aunque no lo parezca", explicó.

Nueve meses después, la periodista perdió a su madre. "Siento que no estuve con ellos todo lo que tuve que estar. Mis padres fueron felices, se amaron mucho y me dieron unos valores muy importantes. Mi padre era tan bueno que detestaba que criticara a la gente", dijo en televisión, rota por la tristeza.

Mila, con algunas de las que fueron sus compañeras en "Sálvame".

Mila, con algunas de las que fueron sus compañeras en "Sálvame".

En aquellos momentos tan duros ya triunfaba como colaboradora de "Sálvame", el programa que supuso para ella una catarsis, una liberación. "Me divierto mucho, aunque hay momentos duros, pero me saca esa faceta cómica que me gusta. Además, me permiten sacar la rabia, la indignación que llevo dentro y me siento muy bien. Es un grito diario a todo lo que quiero gritar", dijo sin ocultar el agradecimiento que sintió siempre por la oportunidad que le brindó Telecinco.

Y es que Mila consideraba que, de no ser por este espacio, "estaría metida en un pozo todavía. Porque yo dejé de trabajar y nunca pensé que iba a volver. De no ser por “Sálvame” quizás me habría ido a vivir al extranjero. Hubo una vez que estuve a punto de marcharme con una oenegé para escribir sobre su labor, mi experiencia... Estaría haciendo algo, pero nada tan placentero como esto y económicamente seguro que no".

Feliz abuela, la periodista disfrutó todo lo que le fue posible de sus nietos, Alexander y Victoria.

Feliz abuela, la periodista disfrutó todo lo que le fue posible de sus nietos, Alexander y Victoria.

Si, profesionalmente, atravesaba por un buen momento, su vida personal se vio colmada de felicidad en el 2007 con el nacimiento de su primer nieto, Alexander. "Cuando lo vi por primera vez, toda la estructura de mi vida se volvió a colocar. Y en segundos se estaba convirtiendo en un edificio sólido y lleno de luz", aseguró Mila en su blog. La alegría se incrementó en el 2012 con la llegada de Victoria, la hija pequeña de Alba.

Una "superviviente" muy querida

Su participación en "Supervivientes" le granjeó la admiración de los espectadores. Arriba, la visita de su hija a Honduras.

Su participación en "Supervivientes" le granjeó la admiración de los espectadores. Arriba, la visita de su hija a Honduras.

La vehemencia de sus intervenciones en "Sálvame" hizo que la periodista se convirtiera en una de las colaboradoras más queridas y populares. En el 2016, le ofrecieron participar en "Supervivientes", reto que no rechazó. Cuando Mila puso rumbo a Honduras desconocía que a su hermano, Manolo, le acaban de diagnosticar un cáncer, enfermedad que también había afectado a su hermana Concha.

"Manolo decidió llevarlo en secreto y posponer su operación para que yo pudiera ir a Honduras. Cuando llegué de la isla me dijo que se tenía que hacer una pequeña operación de unos pólipos. En cuanto vi que llevaba en el quirófano cuatro horas, pregunté, y cuando me lo dijeron me volví loca. Llamé a Alba llorando. Mientras Manolo estuvo en el quirófano no pude parar, sentada en el suelo del hospital. Luego lo entendí: no se puede ser más generoso que mi hermano", aseguró Mila.

Una noticia devastadora… y su lucha hasta el final

Su participación en "Supervivientes" la consagró y le permitió mostrarse tal y como es, sin filtros. Mila demostró que era exactamente eso, una superviviente, una mujer que superó todas las pruebas que le puso la vida, hasta que le llegó la más difícil de todas: el diagnóstico de la enfermedad que se la ha llevado para siempre.

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El 16 de junio de 2020 confesaba, abatida, en Sálvame que sufría cáncer de pulmón, pero una vez más hacía gala de su enorme fortaleza y optimismo, asegurando que "de esta salgo, no va a poder conmigo este bicho ni de coña. A mí un tumor no me va a parar la vida. Esto es un reto que me ha puesto la vida y también un obstáculo, pero lo voy a ganar. ¿Quién ha dicho que la vida era fácil?", fueron sus palabras. 

Tras una intensa lucha contra la enfermedad, en la que contó siempre con el apoyo de su familia y amigos, finalmente no pudo ser. Mila Ximénez moría a los 69 años rodeada de todos los suyos y siempre será recordada con cariño como la mujer fuerte y luchadora que fue hasta el final de sus días.

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